Román Reyes (Dir): Diccionario Crítico de Ciencias Sociales

Meditación 
 
Fernando Rodríguez Bornaetxea
Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea

>>> ficha técnica
 
 
 El término Meditación ha sido definido en Occidente como "aplicar con atención el pensamiento a la consideración de una cosa" o "discurrir sobre los medios de conocer o conseguir una cosa", sin embargo, a partir de los años 60, una acepción proveniente de Oriente, "el 'no hacer' de la mente", viene ocupando su campo semántico.

 También la palabra "contemplación" tiende a confundirse con el término que presentamos y, aunque la actitud contemplativa comparte numerosas características con la actitud meditativa, detrás de ésta hay toda una tecnología y una tradición que la sustenta que incluye esa actitud de apertura e identificación con el objeto contemplado que caracteriza a la primera.

 Efectivamente, la meditación tiene una larga tradición. En la India hay imágenes de más de 4.000 años de antigüedad en las que se representa a personas sentadas en actitudes meditativas y ya en nuestra era son numerosos los documentos que describen "mapas del espacio interior", caminos y situaciones por los que debe pasar el meditador.

 Como hemos dicho, a partir de los años 60, probablemente como contestación a los rigores del conductismo, que consideraba al ser humano como un autómata manipulable mediante las leyes del aprendizaje, la juventud se lanzó en busca de la libertad y creatividad. La consecuencia fue el interés, desaforado a veces, por los "estados alterados de conciencia". Precisamente el libro con este nombre de Charles T. Tart (Tart:1969), hoy en día un clásico, recogía lo que era, según sus propias palabras, 2/3 de la investigación científica sobre meditación publicada en aquel entonces.

 Las investigaciones se han sucedido, a pesar de lo elusivo de la experiencia meditativa, componiendo un corpus que ha permitido que la meditación sea considerada en la actualidad como un sistema terapéutico eficaz para el tratamiento de la ansiedad y otros síntomas puntuales, apropiado para el autodescubrimiento y, en consecuencia coabyudante en el tratamiento de las neurosis y otras disfunciones de la personalidad. Se considera, además, un elemento autoliberador, es decir, que provee al individuo de un proyecto existencial y una orientación ética particular.

  D.Goleman ha elaborado (1977) una panoplia bastante completa de las diversas formas de meditación. Encontramos entre ellas el Bhakti que es la modalidad hindú de la forma más popular de adoración en las religiones del mundo contemporáneo. El Bhakti es la devoción a un ser divino. Su esencia es hacer del objeto de devoción el pensamiento central, mantenerlo continuamente en el primer plano de su mente.

 La tradición judía diferencia entre el aspecto exotérico y el esotérico de la religión. El primero consta de todos los rituales, escrituras y servicios públicos mientras que al segundo se le denomina Cábala y representa su aspecto esotérico o secreto.

 Los Padres del Desierto del mundo cristiano eran eremitas que habitaron el desierto de Egipto en el siglo IV de nuestra era. Sus prácticas de meditación y sus normas de vida, aunque inspiradas en Jesús y sus enseñanzas, guardan una extraordinaria similitud con las de algunas corrientes hinduistas y budistas. El Hesicasmo, como se ha conocido esta forma de meditación, desarrolla la fuerza de concentración y libera de los pensamientos, consiguiendo el meditador una mente silenciosa.

 El Sufismo es la vertiente esotérica del Islam. La meditación principal entre los sufís es zikr, que significa "rememoración", generalmente de un nombre de Alá. Al principio es una repetición oral y más tarde silenciosa. La danza sufí está siempre acompañada de un zikr que refuerza el efecto de la danza.

 La Meditación Trascendental (MT) es la técnica más conocida en Occidente y Maharishi Mahesh Yogi, su fundador. Basicamente es una puesta al día de la enseñanza de la escuela Advait del pensamiento vedántico de Sankaracharya que se remonta al siglo VIII.

 El Visuddhimagga o "camino de la purificación" es el resumen  que el monje Buddhaghossa hizo de la parte de los textos de psicología budista relativos a la meditación.

 Basados en estos textos encontramos diversas escuelas de meditación que corresponden a diversas formas de budismo como el Tibetano o el Zen, cada uno con características peculiares en sus técnicas.

 El manual para meditadores más cercano al Visuddhimagga en el hinduismo es el Yoga Sutra de Patanjali. La mayor parte de los sistemas indios, incluida la MT reconocen los Yoga Sutras como fuente de inspiración de su propio método.

 Además de los aquí mencionados existen otras numerosas formas de meditación: Tantra hindú, Kundalini Yoga, El Cuarto camino de Gurdjieff, La conciencia sin elección de Krishnamurti, el Tai-Chi, etc. Es difícil ordenar un campo que pertenece históricamente a muy variadas culturas y tradiciones. Además la meditación ha estado generalmente ligada al aspecto esotérico de la religión, lo que puede ser una de las razones que la han mantenido fuera de la práctica general y la investigación científica, y eso dificulta aún más la empresa de clasificar y ordenar las diferentes técnicas meditativas. A pesar de ello, sorprende la homogeneidad de los sistemas, especialmente en lo que se refiere a los niveles iniciáticos. Todos representan los pasos de un camino de transformación de la conciencia en el que se utilizan dos herramientas o una combinación de ambas: la concentración y la atención.

 En la concentración, la técnica consiste en enfocar todas las capacidades perceptivas en una sola cosa. Algunas corrientes proponen una actitud activa para mantener la focalización y resistir ante cualquier estravío de la mente mientras que otras sugieren un sistema pasivo que consiste en re-enfocar el objeto cada vez que se pierda en el flujo de conciencia.

 Los sistemas que utilizan la atención profunda describen la senda de la percepción. La mente del meditador contempla su propio funcionamiento, llegando a percibir detalles cada vez más sutiles del flujo de conciencia. Se trata de una percepción cada vez más precisa de los procesos mentales y una atención compulsiva en el momento presente.

  Un intento ya clásico de sistematización de las técnicas de meditación se lo debemos a C.Naranjo (1970). Naranjo propone un esquema triangular cuyos vértices de las bases estarían ocupados; en un lado por la meditación sobre objetos y en el otro sobre contenidos que emergen espontáneamente de la mente. En el primero el meditador se concentra en lo otro y se identifica con él y en el segundo se muestra receptivo con él mismo sin necesitar el espejo del símbolo. Al primero lo denomina "El Camino de las Formas" dado que el ejercicio consiste en interiorizar una forma y proyectar la experiencia en ella hasta que su subjetividad es absorbida por dicha forma. Al segundo le llama "El Camino de la Expresión" puesto que el trabajo consiste en sintonizar con una forma interna o con una profundidad sin formas de la que emergerá la forma personal. El primero es disciplinado y el segundo espontáneo. Aquel hierático este orgiástico. El primero requiere de la obediencia a un modelo y el segundo la liberación de todo lo conocido. Es lo apolíneo frente a lo dionisíaco.

 En el vértice superior está "El Camino Negativo" o "via media". Ni expandirse ni contraerse sino vaciarse de sí mismo.  En este caso el esfuerzo se orienta a desapegarse de la actividad psicológica. Se busca desactivar la mente, colapsar la continua actividad reflexiva pero manteniéndose consciente, para poder acceder a un ámbito de experiencia desconocido, a la experiencia del vacío.

 Este esquema triangular ha sido revisado recientemente por J.Rowan (1993) quien propone un modelo basado en un eje de abscisas y ordenadas. Utilizando una metáfora de Ken Wilber, coloca en los ejes dos aspectos de la polaridad eros-thanatos; en el eje horizontal aparece Eros-conservador a la izquierda y Thanatos-liberador a la derecha mientras que en el vertical Eros-ascendente arriba y Thanatos-descendente abajo. Según el nuevo esquema, "El Camino de la Forma" ocuparía el cuadrante superior izquierdo, "El Camino Expresivo" el inferior izquierdo, "El Camino Negativo" el inferior derecho e introduce "El Camino Facilitativo" en el superior derecho.

 Ejemplos del primero son todas las técnicas que usan objetos de meditación como un mantra (palabra o frase), yantra (dibujo), mudra (movimiento o posición de las manos), bija (afirmaciones), etc. El ejemplo más clara es el Bhakti.

 El segundo implica meditaciones dinámicas con respiración acelarada, movimientos convulsivos, cánticos estruendosos, puede incluir trances de posesión por diferentes entidades, etc. Estas son características de los métodos de Rajneesh, algunas formas del chamanismo, del tantrismo y del sufismo entre otros.

 En el tercero encontramos el Yoga de Patanjali, el Zen y otras formas de deprivación, de negación de cada vez más y más cosas.

 El cuarto o "Camino Facilitativo", según Rowan, simplemente abre la conciencia a lo que hay. Pertenecen a este grupo las formas de meditación que permiten que fluya la conciencia, que propugnan la actitud de permanecer como testigos de lo que acontezca, asumiéndolo sea lo que sea. Un ejemplo de este camino es el Vipassana. Esta vía se ubica en el cuadrante derecho porque no intenta conservar nada, no se fija a ningún objeto o idea sino que propugna el no apego. Se situa en el cuadrante superior porque está bajo el "impulso" de la creatividad y el amor frente a la violencia y la destrucción que son el "impulso" de los cuadrantes inferiores.

 La ventaja de este esquema radica para el autor en que nos permite ver diferencias reales entre las diferentes formas de meditación. Así en los cuadrantes izquierdos aparecen los abordajes conservadores, casi siempre relacionados con un tipo de estructura religiosa ortodoxa y disciplinada. Esto que es claro en el "camino de las formas", es más difícil de percibir en el "camino expresivo" que aparece como radical y romántico aunque una mirada más detenida nos descubre grupos altamente dependientes de un "guru" o una estructura rígida y excluyente. En el caso del "camino negativo" la impotencia social es su resultado. Dado que lo bueno y lo malo se confunden y que todas las distinciones se desvanecen no hay impulso para hacer nada en el mundo.

 Sin embargo, en el caso del "camino facilitativo", los autores se muestran de acuerdo en que es factor de cambio y desarrollo positivo de la persona, pudiéndose considerar como elemento terapéutico o coabyudante del proceso terapéutico.

 La investigación científica sobre la meditación es todavía joven y está en fase de expansión. Ya son varios miles los artículos y algunas decenas los libros que se han consagrado a poner en relación técnicas experimentales y prácticas de adiestramiento de la conciencia aunque hay que reconocer que lo que, de momento, se puede obtener por métodos científicos es poco revelador de los sutiles cambios que tienen lugar en la conciencia, emociones y valores de quienes emprenden un trabajo meditativo.

 No cabe la menor duda de que la meditación produce efectos fisiológicos, tanto en el sistema cardio-vascular, en la composición química de la sangre como en la actividad metabólica, aunque no está suficientemente claro que estos efectos fisiológicos sean exclusivos de la meditación. Si en un principio la investigación se dirigió a contrastar las proezas yóguicas más llamativas, una vez demostrada la veracidad de este tipo de fenómenos la investigación se ha sistematizado y diversificado.

 Se ha utilizado el encefalograma para medir la actividad cerebral de los meditadores. A pesar de lo superficial de los datos que nos pueden proporcionar este tipo de medición, se ha constatado el descenso de la actividad EEG y el aumento simultáneo de amplitud y frecuencia de las ondas alfa, llegando en los practicantes más avanzados a registrarse ondas theta, características de la relajación profunda. Además, durante la meditación se produce un aumento en la sincronización interhemisférica característica tanto de los estados de creatividad y maduración psicológica como de las crisis epilépticas y esquizofrénicas.

 Los estudios realizados hasta el momento reflejan un fortalecimiento general de la salud física y psicológica de los meditadores. La práctica de la meditación parece especialmente indicada para tratar la ansiedad, las fobias, el estrés postraumático, la tensión muscular, el insomnio y la depresión suave. Mediante la meditación regular se puede disminuir el consumo de drogas legales e ilegales o ayudar a los presos a reducir la ansiedad y la agresividad. También se pueden conseguir beneficios psicosomáticos como la reducción de la presión sanguínea o el colesterol, mejorar el asma, las migrañas o los dolores crónicos.

 Aunque parece probado que la meditación es terapéuticamente beneficiosa, todavía no se han hecho estudios profundos y a largo plazo. Los meditadores con los que se ha trabajado han sido principiantes y aunque manifiestan que la práctica tiene mayor sentido y es más satisfactoria y fácil de proseguir que otras técnicas, además de fomentar un mayor interés en la autoexploración, no está suficientemente probado que sea más eficaz que otras estrategias de autocontrol como la relajación, el biofeedback o la autohipnosis.

 Desde el punto de vista psicológico, la idea de que la meditación no es más que una técnica de relajación es una simplificación excesiva aunque se puede afirmar que la práctica de la meditación conduce inexorablemente a un aumento de la calma y a una sensibilización introspectiva y perceptual lo que fomenta la toma de conciencia de nuestros procesos y nuestros hábitos psicológicos.

 En los estudios experimentales sobre los efectos de la meditación en la personalidad se han efectuado interesantes descubrimientos en relación al desarrollo de la creatividad, la empatía, el sueño lúcido, la autorrealización, el autocontrol positivo y la vida de relación.

 La práctica de la meditación puede traer también algunas complicaciones. Los principiantes, las personas que emprenden una práctica intensa sin supervisión o las ya aquejadas de alguna psicopatología, son los casos más frecuentes. Está especialmente contraindicada en personalidades borderline o psicóticas que, paradójicamente, son proclives a la meditación. Debe ser utilizada con cautela en patologías de confusión de roles o conformistas, que producen mentalidades sectarias. Asímismo, la aparición de depresiones existenciales puede desaconsejar la práctica temporalmente.

 Las dificultades pueden surgir en cualquier fase de la práctica y pueden abarcar: inestabilidad emocional, ansiedad, agitación, depresión, euforia, afloramiento de conflictos psíquicos, síntomas somáticos como espasmos musculares o gastrointestinales, procesos mentales obsesivos, etc. Los practicantes avanzados pueden encontrar problemas existenciales o espirituales.

 El perfil de las personas que mejor reaccionan a la meditación sería el de alguien que muestra interés por sus experiencias internas, abierto a experiencias inusuales, con control de sí mismo, poco identificado emocionalmente, con elevada capacidad de concentración y preponderancia de actividad cerebral alfa.

 Sin embargo, en opinión de algunos autores la meditación no constituye una forma de profundizar en algunas estructuras reprimidas inconscientes aunque puede facilitar la emergencia y desarrollo de otras estructuras de la conciencia. Como ha señalado Wilber (1994), confundir estas dos funciones conduce a fomentar la consideración de la meditación como una regresión al servicio del ego cuando, en realidad, ha sido diseñada y opera como una progresión al servicio de la trascendencia del ego.


BIBLIOGRAFIA

GOLEMAN, D.: (1977) Los caminos de la Meditación, Kairós, Barcelona.
KWEE,M.: (1990) Psychotherapy, Meditation and Health, East-West, Londres.
NARANJO,C.: (1989) Psicología de la Meditación, Estaciones, Buenos Aires.
SHAPIRO,D.& WALSH,R.: (1984) Meditation:Classic and Contemporary Perspectives, Aldine, N.Y.
TART, Ch.T.: (1969) Altered States of Consciousness, Harper-Collins, N.Y.
WEST,M.A.: (1987) The Psychology of Meditation, Oxford Science Pub., Oxford.
WILBER,K.,ENGLER,J.& BROWN,D.:(1986) Transformations of Consciousness, Shambhala, Boston.


THEORIA  | Proyecto Crítico de Ciencias Sociales - Universidad Complutense de Madrid