mientrastanto.e Num. 37 del 06-2006

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Política-Ficción en torno al Estatut
Es realmente sorprendente que en España no se hayan articulado los debates políticos ...

Reformas y distribución de la renta
El Gobierno Zapatero sigue imparable en su vía reformista.

Cajón desastre
Crónica de mayo de 2006

La pobreza en Venezuela: cómo acertar en los números
por Mark Weisbrot, Luis Sandoval, y David Rosnick

VI Memorial Octavi Pellissa
El pasado 19 de mayo, el Comité contra la Tortura de NN.UU. pidió el cierre de la prisión de Guantánamo...

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Política-Ficción en torno al Estatut

     Es realmente sorprendente que en España no se hayan articulado los debates políticos relativos a la reforma de los estatutos de autonomía, especialmente el de Catalunya, con el debate político en torno a la constitución europea. Ni la discusión que tuvo lugar en torno al referéndum de febrero de 2005 planteó la cuestión de los efectos que la normativa europea tiene sobre los estatutos de autonomía, ni se ha suscitado ese tema en la larguísima y abrupta discusión (que aún continúa) sobre el Estatut catalán. Es como si la normativa europea por un lado y la Constitución y los estatutos de autonomía, por otro, perteneciesen a universos diferentes separados en compartimentos estancos.

     Sin embargo, la integración europea ha modificado profundamente tanto las constituciones de los Estados miembros (de forma completamente tácita en casos como el español), como los ordenamientos regionales en los Estados que tienen estructura federal o un régimen autonómico. Las transferencias de competencias a la Unión Europea, la asunción por parte de ésta de la política monetaria en la zona euro, los límites que desde las instituciones europeas se imponen al déficit o a la deuda públicas son ejemplos de procesos que afectan a las competencias de los órganos regionales o a su capacidad presupuestaria. Por otro lado, la supremacía del derecho europeo puede dar lugar a que una directiva europea (aprobada con el concurso del gobierno central), contradiga un Estatuto de Autonomía u otro ordenamiento regional. En este sentido, la participación del llamado “Comité de las Regiones” en los procesos decisorios de la UE es un mecanismo insuficiente para solucionar todos los problemas que pueden plantearse, dado su carácter meramente consultivo.

     Teniendo en cuenta estas consideraciones, podemos decir que en la Unión Europea tenemos una constitución de tres niveles que comprende no sólo los Tratados Constitutivos y las constituciones estatales, sino también las normas superiores de los ordenamientos territoriales de los Estados federales o autonómicos. Pues la integración europea plantea no sólo el problema de las relaciones entre los Tratados y las Constituciones, sino también el de las relaciones entre aquellos y las normas regionales.

     Los teóricos de la llamada “constitución multinivel” y los filósofos que defienden la democracia cosmopolita proponen unos mecanismos flexibles para solucionar los conflictos entre las diferentes entidades políticas y niveles normativos. Si los aplicásemos a las relaciones entre la Constitución española y los estatutos de autonomía podríamos obtener un panorama como el siguiente: no existiría una norma suprema ni una instancia soberana; las controversias que se plantearan entre la Constitución, los Estatutos y los Tratados europeos tendrían que resolverse mediante mecanismos horizontales y verticales de resolución consensuada de conflictos; las cláusulas de la Constitución española que reconocen la posibilidad de crear Comunidades Autónomas deberían interpretarse como reservas de poder constituyente a favor de los ciudadanos para configurar subconjuntos que constituyan unidades políticas autónomas; y el derecho de autodeterminación que derivaría de esa reserva de poder constituyente tendría que entenderse como un derecho de carácter democrático y no de carácter nacional (es decir, los subconjuntos de ciudadanos que se consideren una nación podrían ejercer ese derecho, pero sin ningún privilegio respecto de otros subconjuntos que carezcan de sentimiento nacional, pero que expresen su deseo de autogobernarse).

     Un panorama como el dibujado no tendría que resolver los conflictos de competencia mediante decisiones impuestas por la vía de la jerarquía, sino por medio del diálogo entre comunidades autónomas, de éstas con el gobierno central y también con los órganos europeos y los otros Estados de la UE en su caso. Estos mecanismos tendrían que asegurar que las decisiones fueran adoptadas por aquellos a quienes afectasen significativamente. Pero, para que eso fuera posible, España tendría que ser diferente en un sentido distinto al de la propaganda franquista que atraía a los turistas a disfrutar del sol de nuestras playas. Y Europa, desde luego, tendría que ser otra cosa.

[José Antonio Estévez]

 

Reformas y distribución de la renta

     El Gobierno Zapatero sigue imparable en su vía reformista. En un breve lapso de tiempo ha conseguido alcanzar acuerdos diversos para llevar adelante nuevas reformas en el plano de las relaciones laborales, las pensiones y la fiscalidad. Nadie les puede disputar que se trata de un verdadero gobierno reformista. Otra cosa es que las reformas sirvan para avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria. Pero ya sabemos que esto no forma parte de la agenda de la política de estos tiempos.

I

     Pese a su modestia general, sin duda es la reforma laboral la que se plantea objetivos más explícitos, especialmente el de reducir drásticamente el empleo temporal, escandalosamente elevado en nuestro país. El Gobierno ha llegado a cuantificar en 1 millón el número de nuevos contratos fijos de aquí al 2008. Aunque la cifra suena contundente, su impacto sobre el modelo laboral sería, en caso de cumplirse, modesta. En el caso, poco probable, de que lo único que cambiara fuera la conversión de un millón de empleos temporales en fijos (o sea que el empleo no creciera en absoluto ni se destruyeran empleos fijos) la medida sólo conseguiría reducir la tasa de temporalidad del 33,3% actual al 27%: una reducción importante pero incapaz de generar una alteración del modelo. Quizás si el acuerdo hubiera incluido una cláusula que obligara a aplicar la obligación de hacer fijos a los empleados temporales que ya han acumulado mucha actividad en la empresa el impacto hubiera sido menor. Pero al no introducir un mecanismo de retroactividad la medida tendrá un impacto menor.

     El acuerdo trata de atajar dos de las grandes vías de precarización del empleo: la extensión de la contratación temporal y la subcontratación en cadena. En el primer caso se ponen límites al encadenamiento de contratos (la misma empresa contrata periódicamente a un mismo trabajador, directamente o mediante una ETT), se elimina uno de los contratos- basura (el de inserción) y se encarece algo el coste relativo de los contratos temporales. En el segundo se crean algunos derechos sindicales para las subcontratas que coexisten en el mismo lugar de trabajo y se define de forma más precisa la ilegal cesión de trabajadores. Medidas todas ellas adecuadas, pero muy tímidas para revertir la situación, ya que seguirán persistiendo muchos escapes legales para colar la temporalidad. Nada nuevo en materia de regulación del empleo ilegal, en especial el que afecta a la contratación de extranjeros, hoy el verdadero generador del “efecto llamada” de la inmigración sin papeles. Sólo el compromiso de aumentar las plantillas de la Inspección de Trabajo abre alguna posibilidad al respecto.

     A cambio de estos tímidos avances la patronal saca una tajada muy sustanciosa. De una parte la ampliación de los supuestos en los que la indemnización máxima por despido es de 33 días por año trabajado (en lugar de los 45 días). El otro es la reducción en las cotizaciones al desempleo (0,5 puntos en 2008, 1 punto para las ETTs) y al Fondo de Garantía Salarial. Un buen chorro de dinero para las empresas, a las que hay que sumar las generosas subvenciones en los contratos temporales. La extensión de las percepciones de desempleo (mayores de 45 años sin cargas familiares, fijos discontinuos y socios de cooperativas, cotización a la Seguridad Social para las Rentas Activas de Inserción) y la mejoras en las garantías salariales son una pequeña, aunque no desdeñable, compensación por el ahorro de costes laborales que experimentarán las empresas. Y es que los empresarios españoles sólo son liberales de boquilla. En la práctica están siempre pendientes de la teta del estado, como lo muestra el hecho que el peso que tienen las subvenciones en las políticas de empleo sea el doble que en el resto de Europa (de cada 100 euros dedicados a políticas activas de empleo, 45 van a subvenciones en España, frente a los 22 de media en la UE-15). A pesar de que existen numerosos estudios que apuntan a la inutilidad real de las mismas, subvencionan empleos que se hubieran creado sin ellas, son “peso muerto”.

     Más allá del análisis en términos de concesiones y contrapartidas —siempre muy claras las que reciben los empresarios, y mas difusas y etéreas las que favorecen a los trabajadores—, lo que se observa es la inexistencia de una lectura estratégica de los problemas del empleo, especialmente por parte sindical. Ciertamente en los últimos años la acción sindical ha conseguido algunos avances en la reducción del empleo temporal en sectores como la industria y algunos servicios (a un precio caro en términos de moderación salarial, flexibilidad de las condiciones laborales, abaratamiento del despido, subvenciones), pero estos han quedado globalmente contrapesados por el enorme crecimiento del empleo en sectores donde la precariedad es la norma —especialmente la construcción— y por la brutal extensión de la precariedad en el sector público y sus aledaños. Sin un cambio radical en la organización laboral, la especialización productiva y las normas de distribución de la renta (incluidas las pautas de fijación de salarios) es casi imposible reconducir la situación. Cuanto menos se podía haber aprovechado la negociación a tres bandas para exigir al gobierno un cambio en las políticas de empleo público, donde la interinidad, la contratación precaria y la externalización se han convertido en la norma de gestión.

II

     Ya se sabe que la fortuna llama a la fortuna. Y a los empresarios no sólo les ha tocado la lotería de la rebaja de las cotizaciones sociales. También han sido agraciados con la reforma fiscal, especialmente la del Impuesto de Sociedades donde la rebaja es del 5%. El Gobierno ha tratado de lavarse la cara con algunas medidas compensatorias, como la eliminación de muchas desgravaciones en el Impuesto de Sociedades y la ampliación de la cotización del ahorro, pero —no fueran a desanimarse los ricos— limitada al 18%, lo que sigue convirtiendo el IRPF, en la práctica, en un mero Impuesto del Trabajo Personal. Las cosas irán seguramente a peor. Convergencia i Unió, siempre tan consecuente con sus intereses de clase, ya ha pactado con el gobierno el adelantamiento de los recortes en el Impuesto de Sociedades y el tratamiento más generoso de los planes de pensiones en el IRPF. Las presiones empresariales, levantando la bandera del I+D, están a punto de reintroducir alguna de las desgravaciones antiguas.

     No hay dos sin tres. A impuestos y contratación laboral le ha seguido Seguridad Social. Una reforma ciertamente modesta, con recortes limitados y alguna concesión. En la línea de las anteriores y en todo lo que atañe a la concertación social. Una concertación en la que la que siempre domina la estrategia patronal y el tipo de realismo (de visión de la realidad, para ser claros) de los neoliberales. Un realismo del que están excluidas las grandes demandas igualitarias e incluso las reformas que pueden provocar un cambio social de cierto calado. El “orden financiero” y la “acumulación de capital” imperan por doquier y seguimos instalados en un modelo social injusto, depredador y socialmente ineficiente (pues no garantiza la satisfacción universal de necesidades básicas).

     Por ello, no es de extrañar que en este contexto España siga apareciendo como un país con grandes desigualdades —aunque como en el cuento del sabio, siempre encontraremos a alguien peor, empezando por las ex colonias del imperio en el que nunca se ponía el sol, herederas de una larga tradición de clases gobernantes de crueles señoritos—, tanto en la distribución de la renta como en los salarios, y que no sea difícil descubrir grandes bolsas de pobres. Menos mal que el mediterráneo es un clima venturoso y al lado de los cachorros competitivos persisten muchas estructuras informales de apoyo social. Sólo cuando empecemos a preocuparnos por estas desigualdades extremas y por la irracionalidad global del modelo empezaremos a desarrollar líneas estratégicas que se orienten a cambiar de modelo o, cuando menos, a pasar al terreno de las grandes reformas.

[Albert Recio Andreu]

 

Cajón desastre

Crónica de junio de 2006

Guerra muy sucia

     Lo han contado dos soldados del nuevo ejército iraquí, el protegido por los norteamericanos. Unos mandos yankees les entregaron un coche y un teléfono móvil, con la misión de acudir a determinado mercado a vigilar ordenándoles que les telefonearan al llegar allí para decir que ya estaban en sus puestos. Llegaron y trataron de llamar, pero no tenían cobertura. Se alejaron del coche para conseguirla, llamaron y dijeron que ya estaban allí. A los pocos segundos oyeron una gran explosión en el mercado: era su coche.


La actual cúpula sindical de UGT y CCOO

     Ha acordado una reforma laboral que abarata el despido, mantiene las diversas especies de contratos temporales, crea nuevas formas de contrato precario, acepta traspasar a las empresas fondos que deberían ir a la seguridad social. Toda una cúpula.


Eutanasia

     El pentapléjico Jorge León Escudero ha logrado que otra persona le ayudara a bien morir. Ambas merecen el mayor respeto, quien quiso morir y quien le ayudó. Esa acción reabrirá, sin duda, el necesario debate sobre la eutanasia. Los políticos, hasta ahora, han sido incapaces de legislar para que las personas en situación terminal grave obtengan ayuda, con garantías, para acabar voluntaria y dignamente con su sufrimiento y con su vida.

     A veces los políticos hacen algo peor que no hacer. El debate sobre la eutanasia en España, iniciado por el tetrapléjico Ramón Sampedro e impulsado por el cineasta A. Amenábar, lo cortó en seco un consejero del PP de la Comunidad de Madrid al acusar de sedaciones indebidas a médicos del hospital de Leganés. Hizo mucho ruido, sí, pero de sedaciones indebidas, nada. Como era de esperar. Sin embargo el consejero del PP metió el miedo en el cuerpo a los facultativos de las urgencias, y ahora estamos peor que antes. Al consejero del PP no le ha pasado nada; por ahí anda, tan campante.

¿Qué se les ocurrirá esta vez?


Pateras, cayucos, saltos

     La respuesta del Norte son las vallas.

     Libre circulación de capitales, libre comercio (para el Norte), pero no libre circulación de trabajadores.

     El lío social creado por las políticas neoliberales durará mucho más que esas políticas.


Detención de republicanos

     Unos jóvenes comunistas han sido detenidos en Móstoles (el 16 de mayo) por exhibir banderas republicanas durante una visita del heredero de la corona. Lo ha denunciado el PCE. Para evitar que pasen estas cosas hay que sacar a la calle muchas más banderas republicanas. Y compartir el buen humor de los jóvenes militantes del PCE.


“Afectados”

     No son pocas las personas que buscan una ganancia extraordinaria para sus ahorros por vías anómalas: un “extratipo” bancario —que suele ser una estafa organizada por un empleado infiel—, una inversión “piramidal” —aportas tu dinero siempre que aportes también a otros aportantes—, etc. Los defraudados por el “negocio” filatélico de inversiones que ha resultado un timo pertenecían a esta categoría de personas. Ahora pretenden presentarse como “afectados”, o sea, como “víctimas”, y arman tanto jaleo como pueden para que la Hacienda pública, el dinero de todos, les compense, ya que, dicen, el Estado no ha vigilado suficientemente. Bueno: eso es como si la avariciosa víctima del timo de la estampita pretendiera ser indemnizado porque la poli no ha detenido a tiempo al timador.

     Que se xodan.


Kabul

     Afganistán ha reaparecido en los diarios. El apagón informativo ha sido traspasado por noticias que expresan el odio de la población hacia el ocupante norteamericano. Y del comportamiento de éste también allí: ametrallan a los que les tiran piedras.

     Los musulmanes hablarán durante décadas de Guantánamo, Abu Grahib, Bagdad y Kabul, como nosotros nos referimos aún a Auschwitz, a Matthaussen.

     Mientras, Bambi insiste en que los soldados españoles están en Afganistán colaborando en la construcción de un sistema democrático.


Deshojar la margarita

     Yo no la deshojo. Me quedaré en casa.


El Mundial, la Selección, el Doping

     Nada como un Mundial para poner en evidencia el carácter de mero soporte publicitario que tienen los espectáculos deportivos. Los deportistas ganan tanto porque son el sustentáculo de la propaganda comercial. Cuando se dopan no es porque quieran ganar la competición: en realidad se dopan para ganar más. Las ventas de televisores —más ventanas a la publicidad— se han disparado ya.

     La competición será en realidad aburrida. No importa jugar sino ganar. Precisamente cuando suene la charanga borbónica que hace las veces de himno nacional veremos al capitán de la Selección, Raúl, echar la cabeza para atras y dirigir los ojos al cielo. Y no es porque al manifestar sin pudor sus propias supersticiones neuróticas el icono publicitario pretenda convertirse también en icono del nacional-catolicismo: es porque sabe demasiado bien que su equipo no puede ir muy lejos sin la ayuda del Altísimo.

[JRC, mayo 2006]

 

La pobreza en Venezuela: cómo acertar en los números

     por Mark Weisbrot, Luis Sandoval, y David Rosnick

Introducción

     Durante el pasado año, la afirmación de que ha aumentado la pobreza en Venezuela con el gobierno del presidente Hugo Chávez ha aparecido en muchísimos grandes periódicos del mundo, en importantes programas de radio y televisión e incluso en revistas como Foreign Affairs y Foreign Policy. Rara vez se han cuestionado o corregido tales afirmaciones.

     Por ejemplo: en el número de mayo-junio de 2006 de Foreign Affairs, el ex-ministro de Asuntos Exteriores de México, Jorge Castañeda, afirmaba que las cifras de pobreza y los índices de desarrollo humano de Venezuela se han ido deteriorando desde 1999, cuando Hugo Chávez asumió el poder. Un artículo de Financial Times del 11 de mayo de este año llevaba el titular: “Chávez opta por una gira mundial impulsada por el petróleo mientras frena el progreso en cuestiones sociales”. Quienes lo cuestionan hablan de fracasos en cuanto a vivienda y pobreza de cara a las elecciones de diciembre. Y el mismo artículo cuestionaba que se hubiera reducido la pobreza bajo el gobierno de Chávez.

     El presente artículo estudia los datos disponibles sobre la pobreza en Venezuela que indican una reducción desde 1999, así como datos económicos relacionados. También señala brevemente cómo se han cometido algunos de los errores que han surgido en el debate acerca de este asunto. Por último, estudiamos el impacto de la sanidad para los pobres, que se ha ampliado enormemente en los últimos años.

 

Tabla 1. Tasas de pobreza en Venezuela
1997 – 2005
Año
Período
Familias por debajo
del umbral de
pobreza (%)
1997
1ª mitad
55,6
 
2ª mitad
48,1
1998
1ª mitad
49,0
 
2ª mitad
43,9
1999
1ª mitad
42,8
 
2ª mitad
42,0
2000
1ª mitad
41,6
 
2ª mitad
40,4
2001
1ª mitad
39,1
 
2ª mitad
39,0
2002
1ª mitad
41,5
 
2ª mitad
48,5
2003
1ª mitad
54,0
 
2ª mitad
55,1
2004
1ª mitad
53,1
 
2ª mitad
47,0
2005
1ª mitad
42,4
 
2ª mitad
37,9
Fuente: Instituto Nacional de Estadística de Venezuela

 

La pobreza: ingresos líquidos.

     La tabla 1 muestra el número de familias venezolanas que vivían en condiciones de pobreza entre 1997 y 2005, con intervalos semestrales. La tasa de pobreza de las familias cayó rápidamente del 55,6% de principios de 1997, dado el crecimiento económico relativamente importante de ese año (6,4%). Siguió cayendo, aunque la economía dejó de crecer, en 1998 y alcanzó el 42,8% en la primera mitad de 1999, cuando el presidente Chávez ascendió al poder. Hubo algo más de declive, hasta el 39%, en 2001. Pero en 2002 la pobreza empezó a aumentar hasta un máximo del 55,1% en la segunda mitad del 2003. En gran medida, este fenómeno se debió a la huelga del petróleo (diciembre 2002 – febrero 2003) que paralizó la economía y provocó una rápida pérdida de crecimiento. Otros factores, como la fuga de capitales y la inestabilidad política anterior a la huelga del petróleo, incluido un golpe militar infructuoso en abril de 2002, también contribuyeron a la grave crisis en la cual el PIB cayó un 28,1% entre el último cuatrimestre de 2001 y el primero de 2003.

     A partir de entonces la economía empezó a recuperarse y creció con suma rapidez (17,9% en 2004 y 9,3% en 2005). Gracias a esa recuperación, la tasa de pobreza cayó al 37,9% en la segunda mitad de 2005, el último dato disponible.

     Así, comparando los datos más recientes, con el principio del gobierno actual, el índice de pobreza de los hogares ha caído casi en cinco puntos: del 42,8% en el inicio de 1999 al 37,9% en la segunda mitad de 2005.

     ¿A qué es debido, entonces, que tantas personas hayan podido alcanzar una conclusión distinta? El error más frecuente ha sido emplear los datos de la primera mitad de 2004. En ese momento, el índice de pobreza de las familias era del 53,1%, es decir, un aumento enorme desde 1999. Pero si se usa ese criterio se cometen varios errores. El más importante es que este índice de pobreza mide el impacto de la huelga del petróleo y de la crisis de 2002 – 2003.

     Las tasas de pobreza son muy sensibles a los ciclos de expansión y contracción de la economía: por lo tanto, comparar 1999 con el primer cuatrimestre de 2004, olvidando la posterior recuperación, carece de sentido y conduce a error. Así pues, la mayoría de artículos y crónicas que hablan de un aumento de la pobreza bajo Chávez son como los que comparan temperaturas de primavera con temperaturas de invierno y concluyen a partir de ahí que no existe el calentamiento global.


Renta no líquida

     Como señalábamos anteriormente, la reducción de la pobreza desde 1999 tiene en cuenta solamente la renta líquida. Sin embargo, este dato no refleja totalmente los cambios de nivel de vida de los pobres de Venezuela, ya que ha habido también cambios importantes en las prestaciones y servicios no monetarios en los últimos años. Tomando una analogía desde un punto de vista distinto, imaginemos que en EE.UU. los programas Medicaid y Food Stamp se abolieran. Esto afectaría enormemente a la población sin recursos de los EE.UU. aunque siguiera ganando la misma cantidad de dinero.

     En Venezuela, desde 2003, se han establecido una serie de programas de sanidad para los pobres, alimentos subvencionados y ampliación del acceso a la enseñanza. Por ejemplo, se calcula que 14,5 millones de personas, el 54% de la población, tienen acceso ahora a una sanidad gratuita gracias al programa Barrio Adentro. Entre el 40 y el 47% de la población (de 10,7 a 12,5 millones de personas) adquieren alimentos subvencionados gracias al programa Mercal con descuentos del 41 al 44%. En un informe de mayo de 2006, elaborado por Datanalisis, empresa de investigación de mercado relacionada con la oposición de Venezuela, Mercal representaba el 47,3% de las ventas totales del mercado de distribución alimentaria en marzo de 2006, frente al 34,7% en octubre de 2005.

     La sanidad gratuita es una mejora importante en la vida de las personas sin muchos recursos y en cambio no aparece en los criterios usuales de pobreza. No se puede hacer un ajuste del umbral de pobreza de modo que integre perfectamente esta modificación. Podríamos, por ejemplo, cifrar el valor de los servicios sanitarios que se ofrecen gratuitamente a los pobres y sumarlo a la renta que tienen. Sin embargo, el valor de esos servicios es tan importante en relación con el umbral de pobreza que, según este criterio, la inmensa mayoría de la población sin recursos quedaría por encima del umbral.

     Otra forma de calcular el valor de los servicios sanitarios a los pobres es calcular lo que tendrían que gastarse directamente en sanidad si el servicio no lo ofreciera el gobierno. No hay datos recientes concretos para Venezuela, pero, a partir otros estudios de gastos sanitarios de la población de renta baja en otros países de renta per capita media, podemos considerar que los pobres en Venezuela llegan a destinar alrededor del 5% de la renta a la atención sanitaria.

     La tabla 2 muestra cómo afectan estas prestaciones sanitarias a la pobreza, teniendo en cuenta las sumas que se gastarían las personas que están por debajo del umbral de pobreza si no hubiera prestaciones sanitarias públicas. La tabla aporta distintas estimaciones a partir de diferentes hipótesis de gasto entre el 4 y el 6 % de la renta total. Como se puede observar, el actual índice de pobreza se reduciría del 37,9% al 36,2 o 35,3%.

 

Tabla 2. Venezuela. Efectos de los programas sanitarios en cuanto a la pobreza (todos los números en porcentajes)
 
2004
2005
 
1a mitad
2a mitad
1a mitad
2a mitad
Índice oficial
53,1
47,0
42,4
37,9
Ajustado según la sanidad
Coste bajo
50,8
44,8
40,4
36,2
Coste medio
50,3
44,3
40,0
35,8
Coste alto
49,7
43,8
39,5
35,3
Fuente: INE y cálculos de los autores.

 

     Es importante destacar que esta estimación del impacto del gasto sanitario en los pobres no mide plenamente las ventajas que pueden derivar de la sanidad gratuita. Se limita a calcular el dinero que gastarían de otro modo en atención sanitaria y ajustar el índice de pobreza en función de esa cifra. Pero lo cierto es que, a menudo, si la sanidad no la ofreciera el gobierno, los pobres prescindirían de ella y por lo tanto tendrían una salud peor, una renta más baja y una esperanza de vida inferior. Así que el valor de estos servicios sanitarios es mucho mayor que las sumas que esta población habría tenido que gastar a falta de programas gubernamentales.

     Por último, el gobierno ha aumentado constantemente el gasto social en conjunto: del 8,2% del PIB en 1998 al 11,2% en 2005, con previsión de alcanzar el 12,5% en 2006. Por ejemplo, en la enseñanza, el gasto real per capita ha aumentado en un 80% entre 1998 y 2005, con un gasto público en este capítulo superior al 4% del PIB anual a lo largo del período. A través del programa principal de alfabetización, denominado “Misión Robinson”, se calcula que han aprendido a leer y escribir 1,4 millones de personas (es decir, más del 5% de la población total). Estos programas también han beneficiado a los pobres, una vez más en formas que no quedan reflejadas ni se pueden incorporar en el índice de pobreza medio.

     En conclusión, no existe ambigüedad alguna respecto al declive de la pobreza en Venezuela a lo largo de los últimos siete años, aunque nos limitemos a tener en cuenta sólo la renta líquida de las familias. Los informes contrarios, si bien numerosos, son todos erróneos.

[Fuente: Center for Economic and Policy Research, www.cepr.net . Traducción: Mary Fons. Texto aportado por Agustí Roig]

 

 

 VI Memorial Octavi Pellissa

 

     El pasado 19 de mayo, el Comité contra la Tortura de NN.UU. pidió el cierre de la prisión de Guantánamo por considerar que en ella se llevan a cabo prácticas que violan la Convención Internacional contra la Tortura. Ese mismo día, en el auditorio de la Facultad de Periodismo de la Universitat Pompeu Fabra, se inició el VI Memorial Octavi Pellissa, dedicado en esta ocasión a la reflexión acerca de la salud de los Derechos Humanos en el mapa mundial, al análisis de la incidencia de las medidas antiterroristas adoptadas en Occidente tras el 11-S en los derechos y garantías de los ciudadanos, así como a las consecuencias de la presentación oficial de la relación entre seguridad y la libertad como un dilema entre la eficacia y las garantías.

     La primera sesión, dedicada al análisis de la Degradación de los Derechos Humanos después del 11-S, contó con la presencia de Yolanda Román (Amnistía Internacional), Jennifer Daskal (Human Rights Watch) y David Bondia (Director del Instituto de Derechos Humanos de Catalunya).

     Yolanda Román centró su exposición en el análisis de las tendencias legislativas en el seno de la UE tras el 11-S. Se centró en el Estado miembro cuya legislación antiterrorista ha resultado más represiva: el Reino Unido. Imbuidos por la idea expresada por Blair según la cual las reglas del juego habían cambiado (también las reglas de los derechos humanos), idea ya presente antes de los atentados de Londres, se impulsaron una serie de medidas legislativas de tal calibre ablativo que obligaron al Reino Unido a renunciar a la aplicación del artículo 5.1 del Convenio Europeo de Derechos Humanos y el artículo 9 del Pacto de Derechos Civiles y Políticos de la UE para poder aplicarlas. Los resultados de esta legislación han sido detenciones ilegales, secuestros, listas negras de supuestos terroristas o arrestos domiciliarios bajo amenazas de deportación en un contexto social de creciente islamofobia.

     Jennifer Daskal dedicó su intervención a reflexionar sobre las políticas antiterroristas de EE.UU. En su opinión, éstas poseen un cariz agresivo y militarista que echa mano de un estado de emotividad social iracunda del pueblo estadounidense, al tiempo que presentan el respeto a los derechos humanos como un límite a la soberanía del propio Estado. Además, hizo referencia al ya aludido informe de NN.UU. en el que, entre otros muchos aspectos, se citan prácticas de tortura concretas como el water boarding (ahogo simulado) o la intimidación con perros practicadas en Guantánamo y otras prisiones bajo control estadounidense. Este informe aclara que los supuestos de incomunicación indeterminada de los detenidos comprendidos en la convención de Ginebra son sólo aplicables a los espías a fin de cortar su comunicación, y no a todos los detenidos, y recuerda que la obligación de aplicar las convenciones internacionales relativas a derechos humanos ratificados por un Estado debe extenderse a todos los territorios bajo control efectivo de las autoridades civiles o militares.

     Finalmente, David Bondia hizo un dibujo de la situación de los derechos humanos en Cataluña y España, donde en su opinión no existe una vulneración sistemática y generalizada de los mismos, aunque sí violaciones puntuales no atendidas suficientemente por parte del gobierno español. Se ha asumido el tipo penal de la tortura, pero no su imprescriptibilidad, se han ampliado los plazos de incomunicación de los detenidos hasta los dieciocho días en determinados supuestos, los centros penitenciarios (que dependen del Ministerio del Interior y no del de Justicia como en la mayoría de países occidentales) han aumentado en un 30% sus reclusos en los últimos veinte años, la prisión provisional tiene una duración de dos años prorrogables a dos más, se ha regulado la inmigración de una forma difícilmente compatible con el Convenio Europeo de Derechos Humanos, condenando a un buen número de inmigrantes a la alegalidad o a vetustos y degradados centros de internamiento... Configura, todo ello, un paisaje enormemente mejorable de los derechos humanos en España.

     Dentro de la segunda sesión (Recorte de derechos: cómo y por qué), la exposición de Zolo (“Las razones del terrorismo”) constituyó una singular explicación acerca de cómo bajo la amenaza de un concepto laxo y jurídicamente indeterminado como el de terrorismo, la coalición angloamericana, con la ayuda o aquiescencia puntual de algunos aliados, ha iniciado una guerra cuya duración, enemigos y objetivos son indeterminados, algo que parece encajar con ese exitoso concepto de The long war. Lo que sí parece claro es que esta guerra se hace al margen del derecho internacional positivo y bajo la convicción de que todos los terrorismos son iguales, pues los señores de la guerra creen que hay que ignorar totalmente las razones del terrorismo para no dar espacio a las reivindicaciones de los terroristas y, con ello, incentivar a todo pueblo oprimido a utilizar formas de terrorismo. Contrariamente a estas tesis neocons, Zolo sostuvo que sólo intentando comprender las causas del terrorismo se podrán hallar las soluciones adecuadas para acabar con quienes pretenden incidir en la política mediante acciones violentas indiscriminadas. Ello pasa por un diálogo entre la cultura occidental y la islámica y por una revisión profunda de la “guerra contra el terrorismo”.

     José María Tortosa basó su reflexión acerca de “Derechos Humanos, violencia y pobreza en el mundo” en una sólida base estadística presentada global y sectorialmente. Estos datos, referidos a situaciones que van desde los 1.100 millones de personas que viven con menos de un dólar al día hasta el tanto por ciento del PIB que invierten los Estados en presupuesto militar, pasando por los 11.111 incidentes de terrorismo registrados en Iraq desde el inicio de la guerra en marzo del 2003, le llevaron a concluir que, desde el punto de vista de los derechos humanos, ninguna pobreza ni ninguna violencia es tolerable. Esto no constituye únicamente un desideratum que se vacía de sentido cuanto más se repite, sino un presupuesto necesario para que la globalización no devenga en una localización de los derechos humanos en el mundo desarrollado, el único que reúne las condiciones materiales necesarias para su existencia.

     La tercera y última sesión, dedicada a La defensa de los Derechos Humanos en las sociedades con democracias imperfectas, tuvo como ponentes al eurodiputado por ICV, Raúl Romeva, y a la profesora de la Universidad de la Rioja Isabel Pérez Cepeda.

     Romeva explicó que la utilización del espacio aéreo europeo por la CIA no es una suposición, sino un hecho, de igual forma que también lo son las detenciones y traslados ilegales del Sr. El Masri, del Sr. Abú Omar y de seis señores argelinos de origen bosnio capturados en Rumanía. Tales hechos constituyen una violación del artículo 6 del Tratado de la Unión, relativo al respeto a los derechos humanos, pues el Convenio Europeo de Derechos Humanos entiende que la inactividad del Estado que tiene conocimiento de que se vulneran en su territorio supone una infracción del Convenio. Situaciones como éstas, en opinión de Romeva, son las que hacen zozobrar la idea de la construcción europea.

     En la última intervención del VI Memorial Octavi Pellissa, bajo el título “Guerra enemigos y orden penal”, Pérez Cepeda partió de la base de que nos encontramos ante una reconstrucción del valor de la Seguridad en la denominada “sociedad del riesgo”. Asistimos, en su opinión, al ascenso del Estado penal en paralelo al modelo neoliberal de Estado postfordista. En este modelo, la debilidad de los poderes públicos a la hora de intervenir en el sistema económico contrasta con un Estado fuertemente intervencionista en lo que se refiere a la incidencia en los derechos ciudadanos de raíz no económica. Si a ello añadimos que cuatro quintas partes del mundo ven negados sus derechos humanos por el subdesarrollo o por la guerra, no es posible aludir a éstos más que nominalmente. La superación de esta situación, pasa, según Pérez Cepeda, por la creación de instituciones globales de gobierno en un contexto de mundialización en el que imperan las imperfectas leyes del mercado, y pasa también por la cesación de la segregación política y punitiva de los llamados “colectivos de riesgo”, la no criminalización de la pobreza y, sobre todo, la extensión del principio de justicia universal, algo para lo que la puesta en marcha en 2002 del TPI constituyó un principio de esperanza.

     Con esta intervención se dio por finalizado el VI Memorial Octavi Pellissa. La realidad de la tortura, de los campos de concentración, del militarismo, de la destrucción medioambiental, de las lógicas excluyentes, de la explotación y el abuso exigen pensar la democracia y derechos humanos como instrumentos de lucha que contienen una idealidad: lograr un mundo mejor que el que tenemos o, por lo menos, no estropearlo más.

[Sergio Tamayo]

 

 

La biblioteca de Babel

Pedro de la Llosa
La razón y la sinrazón. Introducción a una historia social del librepensamiento
Barcelona, Ediciones del Serbal (Colección “La estrella polar”), 2003, 299 págs., 23 euros.

     De momento, para los tiempos que corren, más que ¡Viva Zapata! o ¡Viva Marx!, la consigna idónea quizá tendría que ser ¡Viva Voltaire! En verdad tengo la sospecha de que una buena ración de librepensamiento puede actuar como un eficaz reconstituyente para muchos espíritus, aunque no sea pócima portentosa ni milagrera. En todo caso, para las gentes comprometidas con la difícil tarea de la emancipación humana, resulta aconsejable librarse de ideas y creencias que hoy sabemos decididamente caducas, si no llanamente falsas. Si así son las cosas, procede soltar este lastre y encarar los proyectos de futuro con mapas y brújulas actualizados. El pensamiento libre, bien informado y crítico es, sin duda, la mejor guía. Ahora bien, el librepensamiento no sólo es “mercancía difícil de encontrar en España” (como dice Pedro de la Llosa), sino también a menudo un ideal ninguneado. Nótese, a modo de ilustración, que en La Enciclopedia (Barcelona, Salvat-El País, 2003, 20 tomos) la voz “librepensamiento” merece exactamente tres líneas, mientras que a definir el “librecambismo” y a explicar los avatares de esta doctrina se le dedican 162 líneas más una viñeta.

     Desde luego, “pensar críticamente” no constituye propiamente una doctrina, sino sobre todo un talante. Un talante formado por ingredientes varios, tales como el determinismo matizado, el racionalismo, el escepticismo, el falibilismo, el naturalismo, el sistemismo. Un talante que han cultivado con mayor o menor coherencia gentes de variados pelajes, como herejes, ilustrados, anticlericales, libertinos, libertarios, racionalistas, ateos y materialistas. En resumen, desde tiempos inmemoriales, se ha ido cultivando de manera reiterada, en el campo de las ideas y creencias, un extenso territorio que podemos calificar como “librepensamiento”; esto es: “un pensamiento desatado, emancipado, que sólo se atiene a razones y razonamientos, no acepta otros límites que los que la razón impone ni otras riendas” (12).

     El libro de Pedro de la Llosa describe a lo largo de 14 capítulos el despliegue histórico de este talante y de este enfoque. En la genealogía del librepensamiento distingue tres fases de desarrollo: los descubrimientos (tesis y postulados paracientíficos) de la filosofía y la ciencia en el mundo griego (caps. 1-3); un período ambiguo en el que conviven elementos científicos y de filosofía crítica con misticismo, superstición y construcciones filosóficas esotéricas (caps. 4-6). La tercera fase, de madurez, tiene en la ilustración y en la ciencia moderna sus dos grandes pilares (caps. 7-13). Los resultados globales de este largo proceso inacabado se pueden resumir en la secularización de la sociedad y el desvanecimiento de los dogmas religiosos (cap. 14: “El triunfo de la laicidad”).

     Valorar ideas y creencias en el campo de la filosofía o de la ideología es mucho más difícil que verificar leyes químicas o principios médicos. Y, además, las tesis y las ideas que han ido emergiendo a lo largo de la historia intelectual de la humanidad tienen sus peculiares genealogías y comadronas. Muy someramente, estos son los objetivos del libro que comentamos: indagar acerca de la aparición de ideas críticas o rompedoras, examinar cómo inciden y se articulan los diversos factores causales (internos y externos, centrales y periféricos), analizar el impacto de las nuevas ideas sobre los ámbitos políticos, económicos, tecnológicos, valorativos. Importa, sobre todo, pasar revista a las ideas fuerza que han cambiado la manera de concebir el mundo o de actuar sobre él, mostrando a la vez las ilusiones y desvaríos de los personajes que avanzaron en esta dirección. Y también hay que prestar atención a muchos otros elementos en juego, como las formas de propiedad y de distribución dominantes, las tecnologías (tanto productivas como de la investigación científica) y los avatares de la lucha de clases.

     Conviene precisar, de todos modos, que este ensayo no es un libro académico, ni la obra de un historiador profesional. Mas es un trabajo original, bien informado e instructivo. Es a la vez sinopsis histórica trufada de anécdotas y citas elocuentes, guía bibliográfica, registro de interpretaciones e hipótesis de trabajo, todo ello expuesto en tono sencillo y nada doctrinario, pero con convicción militante.

     El autor (Castro Urdiales, 1928) es un ilustre bioquímico residente en París y adscrito durante muchos años al Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS). Tomó parte en la lucha antifranquista desde posiciones marxistas revolucionarias. Publicó artículos con diversos seudónimos (Jesús Santos, Maligno López o Alfonso Castaños) en revistas como Voz Obrera, Acción Comunista, Tribuna Socialista, Revista Mensual / Monthly Review. Desde su jubilación, hace pocos años, ha publicado varios ensayos relativos a las conexiones ocultas entre las ciencias, las ideologías y los entornos socioeconómicos. El libro que motiva esta nota es el estudio que mayor número de lectores potenciales puede abarcar. Pero también tienen sumo interés (para colectivos más reducidos) tanto El espectro de Demócrito. Atomismo, disidencia y libertad de pensar en los orígenes de la ciencia moderna (Barcelona., Serbal, 2000, 411 págs.), como La alquimia y la química, lo sublime y lo terrenal. Preludios y fugas de una ciencia (Barcelona, Serbal, 2005, 353 págs.).

[Alfons Barceló]

Juan Ramón Capella
Los ciudadanos siervos
Trotta, Madrid, 2006

     Ha sido publicada, en la editorial Trotta, la tercera edición (corregida) de este libro de nuestro compañero Juan Ramón Capella, inencontrable durante algunos años. Se trata de una notable contribución a la discusión sobre la naturaleza de la actividad política en el contexto de crisis cultural de las últimas décadas. El libro está estructurado en tres partes. Las dos primeras ahondan en la génesis de la crisis: por un lado, en la asunción de la inevitabilidad del llamado “tiempo del progreso”, con la consiguiente catástrofe ética y ecológica que conocemos; por otro lado, en la progresiva eliminación de toda concepción de la distribución de poder que vaya más allá de la democracia representativa, lo que se ha

demostrado fatal para la democratización política en el contexto de mundialización del capitalismo. De ahí que la tercera parte del libro comience con una relectura del Manifiesto comunista que acerca al lector de hoy a una comprensión no dogmática y contextualizada de este clásico, y termine con una reflexión sobre las diversas formas de hacer política desde la izquierda: dos aspectos de necesario abordaje si compartimos la idea de que es necesario refundar una “acción colectiva emancipatoria” a la altura de nuestro tiempo.

[Antonio Giménez Merino]

 

 

PÁGINAS-AMIGAS
Nómadas
Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas

www.ucm.es/info/nomadas

 

Revista mientras tanto

Contenido del número 97
Notas editoriales: “Dilemas de la izquierda ante el debate estatutario”; “Desconcierto y división de la izquierda en el debate estatutario”; “Modesta contribución al debate sobre el Estatut”; “Autoritarismo de escaparate en Barcelona”; “La revuelta de la banlieu: ¿dónde está la izquierda?”.
Semimonográfico: «Materiales para la memoria»: Sergio Gálvez, "Las víctimas y la batalla por el derecho a la memoria: la comisión interministerial para el estudio de la situación de las víctimas de la guerra civil y el franquismo"; Jordi Borja, “Memoria histórica y progreso democrático”; Xavier Doménech, "Espejo roto"; Jordi Font, “Entre el souvenir memorial y la construcción de una historia crítica de la memoria”; Ermengol Gassiot, “Arqueología forense de la guerra civil: justicia y memoria de la represión fascista”;
Artículos
de Josep Torrell, “Mi memoria del cine” y "Los muertos que vendrán"; Octavi Pellissa, “¡Alemania, Alemania!”; y Giaime Pala, “Entre paternalismo e igualitarismo”.
El extremista discreto.
Cita.

 

Contenido del nº 98
Notas editoriales: “El clima de crispación y enfrentamiento civil provocado por el PP dentro de la ofensiva reaccionaria internacional”, “Comentarios a la ley de igualdad”.
Dossier "el final de la era del petróleo barato":
Textos de Ernest García, “Del pico del petróleo a las visiones de una sociedad post-fosilista”; Joaquim Sempere, “Los riesgos y el potencial político de la transición a la era post-petróleo”; Jordi Roca Jusmet, “Protocolo de Kioto y emisiones de gases invernadero en España”; Josep Puig i Boix, “De los combustibles fósiles y nucleares a los sistemas energéticos limpios y eficientes del siglo XXI”; Mariano Marzo, “El hombre del hidrocarburo y el ocaso de la era del petróleo”; Eduardo Giordano, “Economía política del petróleo y militarismo”; Greg Palast, "La OPEP y la conquista económica de Irak".
El extremista discreto.
Cita.

 

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