Elx y
Flix: sociedad
y capitalismo
destructivo
ELX, gran centro histórico de la industria del
calzado. Paraíso tradicional de la economía sumergida, donde las
empresas cambian de razón social con facilidad para eludir impuestos y
cargas sociales (el último caso Martínez Valero, dejó 154 trabajadores
en paro sin indemnizarles alegando quiebra), donde florece el trabajo a
domicilio y ha sido habitual el empleo infantil. Ha sido precisamente en
esta ciudad donde se ha producido una manifestación más bien violenta,
culminada con el incendio de un almacén, contra los recién llegados
comerciantes chinos a los que se acusa de reventar el mercado con su
incumplimiento de todo tipo de estándares y normas laborales.
No deja de ser paradójico que sea en este
paraíso de la informalidad y la desregulación donde se haya producido
una reacción tan violenta contra unos competidores que han aplicado la
misma lógica hasta sus últimas consecuencias. Sin duda la crisis del
empleo constituye un telón de fondo crucial para entender esta
respuesta. Pero sin el poso de un racismo y una xenofobia latentes esta
respuesta no se hubiera dado. Razones para atacar empresas fraudulentas
las ha habido desde hace mucho tiempo (al menos desde principios de 1980
cuando la industria zapatera ilicitana adoptó la desregulación como una
respuesta tanto a la competencia comercial como a la implantación
sindical). Pero nadie lo había hecho, seguramente porque se trataba de
enfrentarse a conciudadanos. Ahora el enemigo es el de fuera, el que no
tiene escrúpulos, el "peligro amarillo" (hay que ver cómo la cultura
racista se adapta a la situación local, en otras partes los peligrosos
son los magrebíes...). Parece también evidente que la acción ha estado
dirigida por algún empresario local, lo que añade otro aspecto relevante
a la cuestión. La capacidad que tienen estos sectores de influyentes
locales de desviar las tensiones hacia abajo y de eludir un conflicto
que ponga en evidencia sus reales privilegios. La tensión generada por
la apertura de fronteras se traduce más en estallidos xenófobos que en
verdadera lucha de clases.
FLIX Se descubre lo que ya se sabía. Que la planta de
Ercros (antes Erkimia, antes S.A. Cros) amasaba en el fondo del Ebro
miles de toneladas de productos tóxicos y metales pesados (¡Y los
valencianos y murcianos soñando con recibir el agua del río!), a lo que
ahora se añade el conocimiento del carácter radioactivo de alguno de
estos residuos. (Algún día quizás también sabremos si la nuclear de
Ascó, a pocos kilómetros aguas debajo de la planta química coopera o no
con esta contaminación.) No podía ser un secreto porque se conocía la
naturaleza de la actividad de la empresa y la larga tradición
contaminadora de sus fábricas en diversos puntos del país. Ercros ha
sido, desde hace años una verdadera empresa basura tanto en el plano
ambiental como en el de la economía convencional, donde protagonizó uno
de los mayores escándalos económicos del país de la mano de Javier de la
Rosa y sus sucesores, incluido su ex presidente Josep Piqué. Como han
denunciado sin eco mediático Ecologistas en Acción, la planta de Flix no
tiene posibilidades de evitar su efecto contaminador por cuanto su
método tecnológico es obsoleto y ha sido sustituido en el resto del
mundo.
La empresa, en boca de su presidente
Antoni Zabalza (catedrático de economía ligado académicamente al clan de
los "minessottos", gente partidaria de la investigación "pura", cuanto
menos realista mejor), ha corrido a manifestar que toda su actividad es
legal y que no tiene ninguna responsabilidad, beneficiándose de una
legalidad que seguramente (dada la historia de conexiones políticas de
la empresa) ella misma ha procurado adaptar mediante una adecuada
actuación de lobby. La Administración le ha dado la razón legal pero,
además, ha corrido a indicar que los puestos de trabajo no corren
peligro, en lugar de promover o estudiar el cierre de la planta para que
no siga aumentando su actividad contaminante, que ahora deposita sus
residuos en un vertedero. Porque seguramente lo que temen los miembros
del tripartito es el impacto que el cierre tendría para el empleo en una
de las comarcas más pobres de Catalunya, cuya economía depende, casi
exclusivamente, de Ercros y la nuclear. Y es que no hay nada que haga
tan tímidos a los políticos como el anuncio de un cierre de empresa en
respuesta a la imposición de una nueva norma ambiental o
laboral.
Flix y
Elx denotan dos efectos
preocupantes de nuestra sociedad. Las tensiones sociales y las
respuestas racistas a las que está conduciendo la apertura de fronteras
económicas bajo una regulación neoliberal y los procesos migratorios que
la misma genera. Los costes ambientales de una actividad económica en la
que lo único que prima es la "creación de valor" para el accionista.
Tienen más puntos en común que esta simple conexión genérica como costes
económicos del desarrollo capitalista:
En primer lugar son una muestra más del
modelo de desarrollo capitalista español que tanta gente ha denunciado
como una senda peligrosa. Un modelo en el que la falta de regulaciones
estrictas, la apuesta por la reducción de costes mediante todo tipo de
subterfugios (evasión fiscal, precariedad laboral, contaminación, etc.)
ha sido la norma. Una norma que el franquismo consolidó y que en
veinticinco años nadie ha combatido con energía. El resultado es que el
sistema industrial español se encuentra hoy en gran parte compitiendo
con los que aplican el modelo a lo "bruto" o está a la cola en cuanto a
desarrollo tecnológico. Por esto la situación de crisis sin perspectivas
que se vive en Elx y la Ribera d'Ebre se repite en otras muchas zonas
(las especializadas en la naval, el textil...) sin que nadie sepa
ofrecer una alternativa a un modelo económico que sólo funciona para
aquellos territorios que consiguen imponer su norma en un determinado
período.
Y en segundo lugar porque los dos casos
muestran la hegemonía cultural de las clases dominantes. Su capacidad
para desviar el conflicto hacia abajo o impedir que se introduzcan
normas social o ecológicamente necesarias. No deja de ser notorio que
mientras las actuaciones públicas son puestas contra las cuerdas con la
excusa del peligro del empleo (por ejemplo, en la aplicación de Kyoto)
las cosas son completamente distintas cuando los cierres tienen su
origen en la razón rentabilista de los grupos privados. Sin duda esta
hegemonía del capital se construye por vías diversas. Pero su papel en
la creación de empleo juega un papel fundamental. Por esto ninguna
política de izquierdas tendrá demasiado éxito si no sustituye el
discurso actual sobre el empleo por otro que dé a la ciudadanía el
control sobre las decisiones económicas básicas.
[A.R.A.,
septiembre de 2004]
Poderes excepcionales
antidemocráticos
Parece difícil entender que de pronto la
democracia norteamericana presente rasgos profundos de involución
política hacia formas de violencia y mentira que se imponen por la
fuerza en el panorama internacional. Pero los antecedentes inmediatos de
esa forma de actuar se gestaron ya en el momento de finalizar la segunda
guerra mundial.
La Liga anticomunista mundial fue una
internacional del crimen fundada en Taiwan por Chiang Kai-chek, el
reverendo Moon y criminales de guerra nazis y japoneses. Operó
impunemente en el sudeste de Asia y en Latinoamérica; participaron en
sus trabajos de entonces siete jefes de Estado y durante la guerra fría
esa liga se convirtió en un instrumento conjunto del complejo militar e
industrial de Estados Unidos y de la CIA. Llevó a cabo asesinatos
políticos y se encargó de organizar las contra-guerrillas en todas las
zonas conflictivas, incluido Afganistán, donde estaba representada por
Osama Bin Laden. A través suyo pervivieron formas de hacer y de pensar
propias del fascismo.
De manera silenciosa y encubierta, creó
redes y centros de influencia que están en la raíz de fenómenos y
actitudes actuales que nos sorprenden, pues tendemos a considerar que
constituyen un renacimiento excepcional de la mentira y la violencia
descaradas en el campo de la política. Es necesario entender cómo la
mentira y la violencia entrelazadas, en su capacidad de generar terror,
vienen desarrollándose desde el mismo momento en que la segunda guerra
mundial terminaba con uno de los intentos más explícitos de expandir
internacionalmente la fuerza militar como medio principal para imponer
un dominio hegemónico.
En ese pasado inmediato existieron
también, por supuesto, múltiples ángulos oscuros en la izquierda
comunista que generaron líneas de actuación antidemocrática. Pero en
absoluto es aceptable exculpar unos crímenes por otros, como si fueran
males intercambiables que se justifican o neutralizan entre sí. Esta es
una habitual trampa en el razonamiento que intenta inhibir o paralizar
el juicio moral y político sobre métodos y prácticas que se han
extendido por el mundo durante muchos años y que hoy encontramos
generalizados en el capitalismo.
Ignorar el pasado comporta indefinición
del futuro e incertidumbre sobre el presente. De ahí que sea importante
recordar los antecedentes de una internacional del crimen que pervive en
nuestro presente. En definitiva, hemos de entender que se trata de un
proceso de "ascenso resistible" de fuerzas e ideas profundamente
reaccionarias al servicio de la distribución y gestión del terror como
método idóneo para destruir la democracia o reducir su funcionamiento
según las restricciones impuestas por los particulares intereses y
privilegios de una minoría dominante. La democracia quedaría así como
mera fachada, (mera apariencia) que encierra un espacio donde no se
garantizan plenos derechos de libertad e igualdad. Conviene, pues,
contribuir al conocimiento de algunas de las raíces de procesos y
fenómenos actuales de "desposesión" política, de desposesión
democrática, de desposesión de la capacidad de saber.
En los precedentes de la actual situación
de restricción de libertades e involución democrática destacan las
operaciones de injerencia sindical en Europa por parte de la CIA, por
intermediación de la organización AFL-CIO, que desembocaron en la
división de los sindicatos europeos y que posteriormente se extendieron
a África y Asia. Esta cuestión estaba clara para algunos desde el
principio. En 1947, Friedrich Hayek ya dijo que "Si pretendemos
conservar la mínima esperanza de retornar a una economía de libertad, la
restricción del poder sindical es una de las cuestiones más importantes"
(citado por Le Monde Diplomatique, junio de 2004, pág. 9). Y ésa
fue una operación dirigida por Irving Brown, principal responsable de la
red stay-behind en Europa, red, por cierto, claramente implicada
en los años de plomo de los atentados fascistas en Italia. La
continuidad de organizaciones y protagonistas con posterioridad a 1987,
cuando la Liga anticomunista mundial se da por disuelta, quedó asegurada
mediante formas de intervención organizativamente más encubiertas, a la
vez que la ideología, en cambio, se hacía cada vez más descarada y
adoptaba tintes de desfachatez.
Tres ejemplos nos pueden servir de guía
para orientarnos en la actual maraña del espectáculo político que
paulatinamente va erosionando el propio concepto de democracia: algunas
cosas evocadas con ocasión de la muerte del ex presidente de Estados
Unidos, Ronald Reagan; algunas implicaciones organizativas de actuales
protagonistas similares a las características de quienes constituyeron y
desarrollaron la Liga anticomunista mundial, y finalmente las funciones
ideológicas y políticas que desempeñan hoy organizaciones como la
Heritage Foundation y el Centro para la política de seguridad (Center
for Security Policy: CSP), "tanque de pensamiento" que determina la
política exterior norteamericana de la actual administración
Bush.
La biografía de Reagan es verdaderamente
paradigmática. Durante los ocho años que este antiguo colaborador de
MacCarthy estuvo en el poder se agudizaron los rasgos agresivos de la
política exterior de Estados Unidos inicialmente orientada a la
destrucción del "imperio del mal", según su peculiar eslogan que hoy se
ha convertido en la "guerra contra el eje del mal". El mismo día de su
elección, Ronald Reagan se fotografió con un ejemplar de News
World, publicación del reverendo Moon, y a lo largo de su mandato
declaró repetidamente que su periódico preferido era el Washington
Times, publicación de la secta Moon. En 1984 creó la National
Endowement for Democracy (NED), importante instrumento para las
actividades de injerencia política y sindical de la CIA cuando la Liga
Anticomunista resultaba ya demasiado conocida y estaba desacreditada
para ciertas operaciones secretas. Entre todas sus maquinaciones y
operaciones en la sombra, destaca la conocida operación Irangate que
cierra el período de existencia de esa liga. Ahí conviene destacar que
John Negroponte (el cual es ahora el nuevo embajador de Estados Unidos
en Bagdad después de haberlo sido en la ONU) fue quien dirigió la guerra
de "baja intensidad" en Honduras y que fueron precisamente esas
actividades las que se hicieron extensivas a Nicaragua. La comisión de
investigación que el Congreso norteamericano creó para aclarar el tema
no consiguió conocer el asunto en todo su alcance. Esa comisión fue
presidida por John Kerry, y lo único que quedó claro es que los nombres
de los responsables se relacionaban con el Consejo de seguridad
nacional, presidido por John Poindexter. En realidad, las "armas de
destrucción masiva" que no han aparecido en Irak proceden de ahí: Reagan
envió a uno de los dueños de la industria farmacéutica, Donald Rumsfeld,
a vender armas químicas a Sadam Hussein violando así las Convenciones
internacionales. En resumen: George W. Bush continúa, con experiencia
acumulada y con perfeccionados medios de ocultación, una historia que
viene de lejos.
En realidad descubrir, en parte, cuáles
son hoy las organizaciones operativas en la "gran empresa" mundial de
instaurar un nuevo imperio resulta relativamente fácil si se elabora un
censo de la maraña de instituciones y fundaciones a las que pertenecen
los protagonistas del extenso equipo aglutinado en torno a la
administración Bush. Un par de ejemplos que quizá no sean precisamente
los más destacados. Daniel Pipes es miembro de US Institute of Peace,
director de Middle East Forum y fundador de Campus Watch, dedicada esta
última a difundir la visión neoconservadora sobre Oriente Medio entre
las universidades de Estados Unidos. Richard Perle, al que llaman "el
príncipe de las tinieblas", es investigador de la American Entreprise
Institute (AEI), analista del Institute for Advanced Strategic and
Political Studies (IASPS), administrador del Center for Security Policy
(CSP, centro del que más adelante daremos algunos detalles por ser
central en la continuidad del stay-behind) de la Foundation for
the Defense of Democraties. También está asociado al Jewish Institute
for National Security Affairs (JINSA) del Hudson Institute y al
Washington Institute for Near East Policy (WINEP). Es jefe de redacción
del Jerusalem Post y presidente del Consejo consultivo de la política de
defensa (Pentágono).
Quizá merezca un breve comentario una
organización extendida en todo el mundo, la Heritage Foundation, que a
veces se confunde con un think tank; propiamente no es un "tanque
de pensamiento", no es un laboratorio de ideas, pues no elabora ideas
nuevas ni propuestas alternativas para los problemas. Esta fundación se
dedica hoy a difundir ideas conservadoras preconcebidas. Confecciona
extensos "argumentarios", listas de argumentos, para uso de
parlamentarios y periodistas sobre temas de actualidad. En menos de
veinticuatro horas, sus especialistas distribuyen por fax breves frases
y argumentos favorables a las posturas neoconservadoras en cuestiones
económicas y de política internacional controvertidas. Su actuación no
se limita a Estados Unidos; adaptan sus listas de argumentos a las
necesidades y a la mentalidad de otros países (principalmente, Gran
Bretaña y Francia). Bush, Colin Powell y Dick Cheney han pronunciado
algunos de sus más importantes discursos en las veladas que organiza
esta fundación. Para dar una idea de su potente red de "capital social"
o relaciones de influencia social, recordemos que sus expertos
participaron en 1100 emisiones de televisión, 1418 emisiones de radio y
publicaron 907 artículos, durante el año 2003. Su presupuesto asciende a
unos treinta y cinco millones de dólares anuales y cuenta con doscientos
mil donantes. Diariamente publica síntesis de argumentos que envía a los
parlamentarios norteamericanos y luego se reelaboran en forma de
publicaciones para el gran público. Es una gigantesca empresa de
propaganda política especializada en la industria de la
retórica.
Finalmente, es obligada la referencia al
Center for Security Policy (CSP) cuyo actual presidente es Frank J.
Gaffney hijo y que es verdaderamente un think tank destinado a
fijar la política exterior norteamericana. La estrecha vinculación de
este centro con el núcleo duro del gobierno Bush queda patente en las
siguientes palabras de Donald Rumsfeld, pronunciadas el 5 de septiembre
de 2002 en sus locales: "Si alguien alberga la menor duda sobre el poder
de vuestras ideas, basta con ver la cantidad de asociados del Centro que
hoy forman parte de la administración, y particularmente del
Departamento de Defensa, para disiparla". Efectivamente, el poder de las
ideas elaboradas por el CSP está claro en sus informes: constituyen la
doctrina que aplica el actual gobierno norteamericano. Entre tantos
otros asuntos, sus informes han sustanciado previamente decisiones tales
como el aumento de más del 40% del presupuesto militar, el embrión de
armamento espacial, la imposición de la Patriot Act, la creación del
Consejo nacional de seguridad interior, el abandono unilateral del
tratado ABM, la interrupción del proceso de paz de Oslo para Oriente
Medio, la invasión de Irak. Aunque si pretendemos identificar el
principal instrumento organizativo que continúa la labor de la liga
anticomunista mundial en la actualidad, hay que referirse a la Fundación
nacional para la democracia (National Endowement for Democraty, NED) que
controla y subvenciona una extensa red mundial de organizaciones
directamente implicadas en la injerencia política.
Siempre el poder establecido resulta
enorme frente a las fuerzas que se le oponen. Y sin embargo, hasta hoy
las presiones desde abajo han conseguido verdaderamente cambiar las
asimetrías en derechos y libertad. Por otra parte, cada vez resulta más
evidente que éste es un mundo imposible de soportar. Conocer en sus
detalles por qué es así es un primer paso para no equivocarse en los
temores y las esperanzas que delimitan un camino transitado por quienes
se niegan a aceptar la mentira y la violencia del pasado y del
presente.
[María Rosa
Borrás]
Objetores israelíes
En enero de 2002 se publicó en un diario
israelí una carta firmada por 52 soldados y oficiales. En ella se dicen
cosas como las siguientes:
Nosotros, oficiales y soldados
reservistas miembros de unidades combatientes de las Fuerzas de
Defensa de Israel [...] Nosotros, que hemos sentido cómo las órdenes
que recibimos en los territorios [Gaza y Cisjordania] destruyen todos
los valores que nos fueron inculcados en este país [...] Nosotros, que
sabemos que los territorios no son Israel, y que finalmente habrá que
evacuar todas las colonias [...] Nosotros no vamos a combatir más
fuera de las fronteras de 1967 para dominar, expulsar, matar de hambre
y humillar a un pueblo entero.
Con esa declaración, una serie de
militares israelíes manifiestan su intención de no participar en
acciones de guerra que tengan lugar en los territorios ocupados de Gaza
y Cisjordania. Las razones tienen que ver con el objetivo y con los
medios de esas acciones. Consideran ilegítima la actuación del ejército
israelí porque esos territorios "no son Israel" (son territorios
palestinos) y deben ser abandonados. Por otro lado, muchas de las
acciones que se están perpetrando constituyen crímenes de guerra. Todos
hemos visto por televisión el derribo de casas palestinas con
excavadoras, los asesinatos selectivos, los niños muertos en los
bombardeos de las ciudades... Quizá sean menos conocidas las prácticas
de tiro al blanco contra personas inocentes, el asesinato intencionado
de niños o el derribo de casas con sus inquilinos dentro. La negativa de
los militares a participar en este tipo de acciones se dio en el
contexto de la represión de la segunda Intifada. Tras el anuncio
de una movilización de emergencia de veinte mil reservistas en abril de
2002, la declaración fue firmada por más de medio millar de
ellos.
Pero el grupo de objetores "selectivos" no
sólo comprende a los reservistas. También los estudiantes han redactado
una "Carta a las mayores" en la que se niegan a cumplir el servicio
militar en los territorios palestinos y la han remitido a Ariel Sharon.
Esta carta ha sido firmada por más de trescientos jóvenes. Otro grupo de
objetores son los llamados "pacifistas" o refuseniks, que se
niegan a realizar cualquier servicio militar. Jonathan En-Artzi, sobrino
del ex primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu, es uno de ellos.
El País semanal publicó una entrevista con él el 6 de junio de
2004 cuando acababa de salir de la cárcel.
En Israel, la objeción de conciencia al
servicio militar no está reconocida, salvo parcialmente para las mujeres
y sólo por motivos religiosos. La política general con los objetores es
la del rechazo de sus peticiones y el encarcelamiento reiterado. Aunque
la negativa a prestar el servicio militar está penada con 5 años de
cárcel, lo que se hace es condenar al objetor por negarse a cumplir una
orden o no presentarse a tiempo en el destino. Las sentencias suelen ser
de entre 7 y 35 días de cárcel, pero cuando el objetor cumple la condena
es vuelto a llamar a filas y si se niega a incorporarse es juzgado y
castigado nuevamente. El sobrino de Netanyahu fue enviado siete veces a
prisión pasando en la cárcel un total de 196 días.
Es necesario mostrar nuestro apoyo y
solidaridad con los objetores israelíes. Son personas honestas y
valientes que están siendo objeto de una dura represión penal y social.
Además, apoyar a estos objetores es también una forma eficaz de ayudar
al pueblo palestino. Pues la difusión de sus puntos de vista en el seno
de la sociedad israelí puede ser una de las mejores contribuciones para
poner fin al conflicto entre ambos pueblos. De hecho, hasta que una
buena parte de la población judía no esté convencida de que
efectivamente los territorios "no son Israel" y que hay que
desocuparlos, los palestinos seguirán siendo reprimidos, masacrados y
cercados por un muro en sus propias tierras, y crecerá entre ellos día a
día ese odio y esa desesperanza, que son los que alimentan el terrorismo
suicida.
[José Antonio
Estévez]
Materialismo vulgar
Una de las formas más brutales por la que
se expresa el individualismo exacerbado propio del capitalismo es lo que
se ha llamado tradicionalmente materialismo vulgar, o para decirlo en
términos más claros y en línea con las argumentaciones fascistas, la ley
del más fuerte.
La actitud y las palabras de Bush, en su
propia naturaleza inconexa, son un buen ejemplo de ello: la exaltación
constante de la potencia militar como justificación última... de la
potencia militar.
Pero ese materialismo vulgar impregna
muchas áreas de la sociedad. Cuando un cierto perdedor se refería con
desprecio a las lenguas perdedoras expresaba con ello su odio a esa
vieja Europa de la que formamos parte y que ha desarrollado frente a las
simplificaciones de los actuales materialistas vulgares, conceptos como
el multilateralismo en política y concepciones culturales capaces de
interrelacionarnos con otras culturas.
A ese mismo materialismo responden las
declaraciones de un Gregorio Salvador, vicedirector de la Real Academia
Española, en contra de las lenguas pequeñas. Hay algo muy profundo en la
sociedad para que después del histórico gazapo de Suárez sobre la
química nuclear y el catalán, se vuelva a insistir en diferenciar entre
lenguas de primera (el castellano, por supuesto, entre las cinco o seis
que podrían merecer esta mención) y las demás. Por mi parte, ya puestos,
prohibiría la enseñanza del italiano en la propia Italia al ser lengua
tan poco útil a nivel internacional.
Por cierto ese nefando perdedor igual se
ve obligado a aprender inglés en serio y a abandonar su impostado acento
mejicano en sus "clases" en la Universidad de Georgetown y a reservar su
castellano para hablarlo en la intimidad.
[Jaume
Segarra]
La
biblioteca de Babel
Elena Grau y Pedro Ibarra
(coords.) Anuario de Movimientos Sociales 2003. La red en la
calle ¿Cambios en la cultura de movilización? Betiko Fundazioa-Icaria,
Barcelona, 2004, 246 págs. |
El 2003
fue un año de movilizaciones masivas. Este anuario reúne tres
tipos de aportaciones. En primer lugar artículos generales sobre
la política y la movilización, el papel de los sindicatos, el
feminismo, el pacifismo y el movimiento "antiglobalización". Le
siguen artículos que se centran en distintos movimientos sociales:
feminista, obrero, vecinal, ecologista, solidaridadinternacional,
pacifista y |
antimilitarista,
vecinal y ecologista. Finaliza
el libro con el relato de experiencias concretas: Nunca Máis,
Itoiz, el barrio Fuentes de Zaragoza, el movimiento por la paz en
Bagdad, la Plataforma para la defensa del patrimonio natural del
Priorat y las radios sociales en barrios y ciudades como
instrumento democratizador. [Antonio
Madrid] |
Rafael Díaz-Salazar
(ed.) Trabajadores precarios. El proletariado del siglo
XXI Ediciones Hoac, Madrid, 2004(2), 267 págs. |
La precarización del trabajo asalariado y, en
consecuencia, la precarización de los trabajadores es galopante.
Este libro reúne doce artículos de autores diferentes que ofrecen
materiales y perspectivas para comprender esta forma de
explotación que es la precariedad. El acierto del coordinador al
seleccionar los textos es mayúsculo. Son artículos claros,
interesantes y documentados.
Dados estos aciertos, este libro
puede |
resultar muy útil para introducir a los más jóvenes en
la reflexión sobre la realidad multiforme de la precariedad:
historias de vida de trabajadores precarios, películas al
respecto, la nueva organización de la producción en una fábrica de
Renault, los siniestros laborales, la creación de plataformas
contra la precariedad, la dificultad actual de establecer lazos
solidarios entre los trabajadores, la desesperanza Lectura muy
recomendable. [Antonio Madrid] |
Esther Vivas
(ed.) Mumbai
(Foro Social Mundial 2004). Balance y perspectivas de un
movimiento de movimientos Barcelona, Icaria, 2004 |
El Foro
Social Mundial se ha ido consolidando como un espacio de encuentro
y de articulación de movimientos a lo largo de sus cuatro
ediciones. No cabe duda alguna de que hoy se ha convertido en uno
de los referentes más conocidos de la resistencia a la
mundialización neoliberal. La última edición, celebrada en Mumbai,
después de un intenso año de luchas y movilizaciones, ha
comportado la emergencia de nuevos desafíos y la necesidad de
plantear y seguir discutiendo de cara al futuro algunos problemas
pendientes (¿qué tipo de organización es más |
conveniente?, ¿qué ha de ser? ¿un espacio? ¿un
movimiento? ¿y qué relación debe mantener con los partidos
políticos?). Así queda puesto de manifiesto en el libro que aquí
se presenta. Estructurado en dos partes, balance y perspectivas de
futuro, el libro reúne escritos de varios de los participantes
conocidos y no conocidos de esta última edición. Leer
sus aportaciones y reflexiones es una buena forma de contribuir a
reforzar las necesarias redes de resistencia contra las
oligarquías plutocráticas que nos gobiernan y de prepararse para
el Foro Social Mundial del próximo año. [Xavier
Pedrol] |
AA.VV. Filòsofs davant la guerra.
Reflexions entorn a la guerra de l'Iraq PROHOM Ediciones, Barcelona,
2004 |
La determinación del grado en que el rechazo
popular a la mentira contribuyó al cambio político acontecido en
marzo todavía constituye un tema ampliamente debatido. Dicha
problemática, más allá de los resultados de la comisión de
investigación parlamentaria, continuará generando controversias y
polémica mientras sigamos planteándonos cuestiones como estas:
¿qué supone la ola de indignación colectiva que, desoyendo el
platónico dictado de La República, castigó a la mentira de
Estado en la calle y en las urnas?, ¿acaso se trata de una nueva
forma de politización de la ciudadanía?
Aunque Filòsofs davant la
guerra se publicó durante el mismo mes en que se sucedieron el
terrible atentado perpetrado en Madrid el día 11 de marzo y la
vergonzosa reacción del gobierno anterior, el propósito compartido
por los autores del libro (principalmente profesores de filosofía
de la Universitat de Barcelona y de la Universitat Ramon Llull) se
sitúa en ese territorio común de reflexión ante el engaño, la
manipulación mediática y la desinformación orientada a crear
determinados estados de opinión entre las gentes. El nexo común
entre los textos de Candel, Torralba y Román entre otros, consiste
en el intento de abordar el fenómeno de la guerra desde una
perspectiva filosófica, en una aproximación efectuada al hilo de
la refutación de los pretextos vertidos |
como coartada de la
última cruzada imperial en Oriente (la existencia de armas de
destrucción de masas y la conexión entre Hussein y Al Qaeda), cuya
flaqueza argumentativa es sometida al análisis riguroso. A su vez,
se problematiza el principio, tan inadmisible como arbitrario, de
la denominada "guerra preventiva", y se denuncia la hipocresía de
los discursos que pretenden legitimar la barbarie mediante
eufemismos execrables ("daños colaterales", "malos tratos" en
lugar de tortura, etc.).
Entre los distintos planteamientos
que hallamos a lo largo de las páginas del libro, cabría destacar
la conceptualización de la guerra como experiencia mediática, la
descomposición de las proposiciones del lenguaje belicista desde
la filosofía política de corte analítico, y la lectura de los
principios trascendentales del opúsculo de Kant -Sobre la paz
perpetua- en contraste con la masacre de Iraq. Como suele ser
característico de cualquier volumen colectivo, el interés de los
textos que lo integran es notablemente desigual. Sin embargo,
considerando el nivel medio de unos trabajos tan heterogéneos
entre sí, y valorando la necesidad de aportar elementos para el
debate sobre la paz, opino que se trata de una lectura
recomendable en este momento. [Raül Digón]
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