NOMADAS.2 | REVISTA CRITICA DE CIENCIAS SOCIALES Y JURIDICAS | ISSN 1578-6730

Argumentos de contingencia
[Mª Teresa López de la Vieja de la Torre]

1.En alta mar
1.1. Contingencia
1.2. Recursos heurísticos
1.3.Antes de los argumentos
2. Usos de la argumentación
2.1. Argumentar
2.2. Nueva Retórica
3. Reparar en alta mar
3.1. Contingencia y método

 
"Imaginemos a unos marineros que, en alta mar, transforman la tosca línea de su barco de una forma circular a otra parecida a la de un pez. Para modificar el esqueleto y el casco de la embarcación, además de la madera de la antigua estructura, emplean otra que han encontrado arrastrada por la corriente. Pero les es imposible poner en cala seca el bajel para comenzar el trabajo en debida forma. Así, durante el trabajo tienen que permanecer sobre la vieja estructura, sujetos a los embates de los vientos huracanados y de las encrespadas olas. Al ejecutar los trabajos de transformación deben tener cuidado de que no se produzcan vías de agua peligrosas. Paso a paso, la vieja embarcación se va convirtiendo en otra nueva".

(O. Neurath, Foundations of the Social Sciences, p. 47)

 
El "giro retórico" forma parte de una nueva perspectiva sobre la producción y la recepción del conocimiento, que ha ido introduciéndose en Filosofía y en Ciencias Sociales. Aún a riesgo de simplificar, puede decirse que este cambio arranca con el giro lingüístico, afianzándose con el giro interpretativo, con el giro pragmático, con el giro expresivista, etc. Por su parte, el giro retórico se enfrenta a un modelo estricto de conocimiento, reivindicando el papel de las metáforas, de la analogía y de otros recursos discursivos, bien conocidos en la tradición clásica. La Retórica fijó las reglas para conseguir un discurso persuasivo, tomando en serio las situaciones y los motivos de los agentes; ahora las formas vuelven a ser consideradas como elementos relevantes en la construcción del discurso. Por ejemplo, la Nueva Retórica actualiza los procedimientos de deliberación, que son adecuados para establecer acuerdos en la esfera pública. En conjunto, el "giro retórico" llama la atención sobre la complejidad de los argumentos reales, en situaciones y con agentes reales. Esta es su parte positiva. En cambio, la tradición recuperada puede resultar onerosa, ya que la Retórica formaba parte de una forma de vida, de prácticas premodernas y de un sistema de relaciones, que hoy resultan casi imposibles de aceptar. Es decir, la búsqueda de un modelo menos estricto o más flexible de conocimiento no justifica la añoranza de un tiempo pasado.

El análisis del uso de los argumentos permite, en cambio, apreciar el lado positivo del giro retórico, obviando también una discusión larga y complicada sobre la actualidad – o el anacronismo – de la Retórica. E incluso de la Nueva Retórica. Llamar la atención sobre los usos, sobre los agentes concretos, sobre las situaciones, sobre tiempos y lugares del conocimiento todo ello contribuye a ampliar los procedimientos que se ocupan de la acción. En este sentido, se entiende cada vez mejor el símil utilizado por O.Neurath, "durante el trabajo tienen que permanecer sobre la vieja estructura, sujetos a los embates de los vientos huracanados". El giro retórico combina efectivamente lo antiguo con lo nuevo. Abierto hacia lo contingente, hacia factores bastante variables, facilita también el ajuste de las disciplinas con la nueva sensibilidad hacia la diferencia cultural y política. Pues, en último término, la revisión del "canon", así como la búsqueda de modelos alternativos o complementarios para describir lo real, está relacionada con la nueva presencia en la esfera pública de "otras voces". Esto es, tiene que ver con las demandas de agentes que ya no se reconocen en tradiciones construidas sobre mecanismos de exclusión. Visto el tema desde este ángulo, y no desde la Retórica como una forma de vida a recuperar, los argumentos de contingencia ayudan a entender por qué los prejuicios - logocentrismo, etnocentrismo, androcentrismo - han dañado a todas las formas de conocimiento. Eran, son algo contingente, producto también de la voluntad de los agentes.

"Paso a paso, la vieja embarcación se va convirtiendo en otra nueva", aunque o precisamente porque las condiciones son inciertas, como observaba O.Neurath. En los siguientes apartados se hablará de aquella embarcación, y de otros símiles del mismo estilo – un iceberg, una plataforma –, que han servido para analizar las relaciones entre el conocimiento y las prácticas sociales o políticas. Sin embargo, poner imágenes en primer plano no significa eliminar las pretensiones fuertes de corrección, sino acercar procesos y procedimientos, contexto de descubrimiento y contexto de justificación. (1) El "giro retórico" pone bastante énfasis en los recursos heurísticos, lo cual no significa que haya que eliminar los argumentos ni las pretensiones de corrección. Puede decirse que la situación de "estar en alta mar" es compatible con la de "reparar en alta mar", por seguir con la terminología de O.Neurath. (2) El razonamiento es un resultado y, también, un proceso. Un proceso atravesado por relaciones de influencia y de poder. Los agentes negocian los términos de su propia identidad; sin embargo, de todo eso queda poco tras las restricciones epistémicas y el protagonismo de un "punto de vista de nadie", que son de rigor en los modelos más estrictos. Esta opción favorece, sin duda, la imparcialidad en los resultados – tan importante en el modelo liberal -, sin embargo puede borrar la línea divisoria entre argumentos y argumentaciones. (3) La pragmática de la argumentación muestra el proceso mediante el cual se llega al procedimiento argumentativo y, en general, hace visibles las conexiones existentes entre justificación interna y justificación externa.

Como veremos, la "contingencia reflejada" - de R.Alexy - deja abierta la vía de intercambio entre elementos relativos al tiempo y, de otro lado, las pretensiones de corrección. Entre la contingencia y las pretensiones de corrección navegaban también los agentes ideados por O.Neurath: "Imaginemos a unos marineros que, en alta mar, transforman la tosca línea de su barco de una forma circular a otra parecida a la de un pez. Para modificar el esqueleto y el casco de la embarcación, además de la madera de la antigua estructura, emplean otra que han encontrado arrastrada por la corriente".
 

1.En alta mar

La metáfora y, en general, las imágenes, analogías, ejemplos y otros recursos del mismo tipo han ampliado realmente la perspectiva en las Ciencias Sociales, así como la comprensión de los textos filosóficos. Sin embargo, el "giro retórico" puede haber creado también la impresión de que los límites de la Lógica y de la argumentación habían llegado a ser tan insalvables que era preciso buscar vías alternativas a los procedimientos estándar. Se trata de algo distinto, sin embargo. Se trata de amplitud y de complementariedad. La contingencia muestra indirectamente la falsedad de la disyuntiva entre Lógica y Retórica. Los marineros se encuentran en alta mar, carecen de plataformas estables y tampoco llegarán a puerto alguno. No obstante, pueden seguir navegando e incluso pueden calafatear su barco. Y esto es importante para entender los problemas de la acción.

(a)La contingencia invita a rechazar algunas formas bastante estrictas de cognitivismo. No obstante, es una buena razón para mantenerse dentro de los límites de la argumentación, justamente porque hay metáforas tan duraderas como ésta, el naufragio, la nave en alta mar, etc. La imagen de un barco que no llegará a puerto ha tenido distintas versiones. La primera de ellas, debida a O. Neurath, ejemplifica la situación de las ciencias, dedicadas por lo general a construir una nueva estructura con materiales deteriorados y con restos de muy distinta procedencia. La imagen, unos marineros expuestos a todo tipo de accidentes pero resueltos a seguir adelante, prepara al lector para la conclusión que interesaba a O.Neurath: "ese es precisamente nuestro destino" . Conocer, actuar en alta mar.

(b) Más de veinte años después, P.Lorenzen recupera esta misma metáfora, el barco en alta mar. El lenguaje, nuestro lenguaje, es como un barco que jamás alcanza puerto. Tiene que ser reparado sobre la marcha, nadie puede abandonarlo, porque no hay otro lugar al que ir. Al principio esa embarcación fue sólo una balsa, que nuestros antepasados construyeron en alta mar hasta convertirla en una embarcación bastante confortable. No existe posibilidad de un comienzo, de la misma forma que no existe el método de conocimiento que permitirá empezar desde el principio. Pero podemos hacer como si no tuviéramos embarcación, como si tuviéramos que empezar desde el principio, paso a paso como náufragos. También el lenguaje ha sido construido de esta forma, paso a paso y en alta mar, por así decirlo.

(c)Casi veinte años después - casi cuarenta después de O.Neurath -, M. Scriven regresa a las metáforas del barco, los marineros, etc.. Pero advierte que en alta mar, podemos encontrarnos embarcaciones muy distintas. Podemos encontrar un iceberg o una plataforma petrolífera. ¿Cuál será mejor? El iceberg, opina M.Scriven. Pues el iceberg no está unido al fondo del mar, flota. Por eso mismo, no se verá afectado por lo que sucede en el fondo del mar. En cambio, la plataforma petrolífera es bastante estable. Por tanto, la plataforma siempre depende de lo que esté ocurriendo en las profundidades. Y esto puede llegar a ser un problema. Por lo tanto, el iceberg ejemplifica lo incierto, pero también representa la flexibilidad. M.Scriven prefiere también los argumentos incompletos, porque son más flexibles. En cambio, los argumentos completos - la plataforma petrolífera- son estables, aunque menos flexibles.

M. Scriven no oculta su preferencia por el iceberg, por razones parecidas a las que ha esgrimido el "giro retórico". Sugiere incluso que nos desprendamos del modelo epistémico más riguroso, dejando atrás las limitaciones del universalismo, volviendo a la relevancia del contexto, acercando la doxa a la episteme , etc. La "impronosticabilidad" de O.Neurath no pretendía llegar tan lejos. Tal vez ni siquiera sea necesario hacerlo, pues los usos de la argumentación permiten introducir la información, particularizada, contextual, que necesitan la Filosofía y las Ciencias Sociales. Pero sin renunciar al método ni, en fin, a procedimientos con pretensiones de corrección. ¿Para qué la "contigencia" entonces? Para situar al conocimiento en tiempos y espacios reales. Para que las demandas de los agentes sociales se traduzcan en una argumentación más completa e inclusiva. Veremos ahora el significado y el lugar que puede ocupar lo contingente.
 

1.1.Contingencia

¿Qué sucede cuando las verdades aparecen definitivamente situadas en el tiempo, contextualizadas, contingentes? El interés por lo contingente está unido a cambios importantes en la noción de verdad. R. Rorty , por ejemplo, sostiene que donde no hay proposiciones tampoco habrá verdad. Es más, los lenguajes son creaciones humanas, léxicos siempre cambiantes. La "contingencia" indica que algo puede ser de otra manera, está sometido al tiempo, es posible pero no es necesario. El "giro retórico" ha llamado la atención sobre todo ello, para poner en evidencia las limitaciones del objetivismo. La idea de que el conocimiento pertenece siempre a un marco espacial y temporal está en el origen también de radicales cambios metodológicos. Esta búsqueda de procedimientos más flexibles ha llevado precisamente a reconocer la ubicuidad de la metáfora. Y a eliminar rígidas fronteras entre tipos de lenguaje. Ante todo, la contingencia ha llevado a rescatar el marco social de los argumentos: la razón está socialmente construida.

1) H. Simons extrae algunas consecuencias de ello. Por ejemplo, anima a buscar métodos más creativos y variables, no algoritmicos, para las Ciencias Sociales. Ahora bien, tampoco está claro que los límites de las operaciones deductivas y de la Lógica estándar sean argumentos suficientes como para aceptar sin reservas procedimientos "difusos" (fuzzy) o la vuelta sin restricciones de la Retórica. Por una parte, los casos prácticos que tienen una solución complicada muestran constantemente las insuficiencias de los procedimientos rígidos. Por otra, los métodos alternativos y la misma Retórica son inciertos, arriesgados. Por tanto, habrá que pensar qué hacer con riesgos los casos difíciles, qué metodología requieren.

2) E. Bulygin se refiere precisamente a lo que sucede habitualmente en los tribunales. La inferencia ayuda poco en la solución de los casos individuales. Pues las normas universales no siempre son aplicables, ni en todos los casos se dan las condiciones para la subsunción bajo una regla. Entonces ¿se necesitarán otras reglas, más flexibles, o bien habrá que hacer explícitas todas las premisas? E. Bulygin prefiere esta última solución, hacer explícitas las premisas sin cambiar las reglas. La Lógica "informal" cuenta a su favor con la posibilidad de interpretar los usos de las proposiciones, en los contextos de diálogo.

3) A su favor está también la heterogeneidad de usos de los términos "razonar" y "argumentar". A este respecto, D.Walton recuerda que existe una versión internalista del razonamiento, los procedimientos, y otra, externalista, razonar como una forma de interacción. Hablando en general, una noción laxa de racionalidad y de argumentación tiene en su contra los riesgos derivados de todo aquello que está poco regulado o mal estructurado. Por lo tanto, seguirá existiendo alguna diferencia entre la imagen del comienzo, un barco en alta mar y sin perspectivas de llegar a puerto, y la segunda imagen, un iceberg a la deriva. ¿Cómo se pueden reparar las vías de agua en un iceberg?

4) O. Neurath utilizó el término "impronosticabilidad" como un término positivo, llamando la atención sobre el pluralismo y la riqueza de vocabulario, propios de las Ciencias Sociales. Su versión de las sociedades modernas, como sociedades pluralistas, implica que los pronósticos no tienen por qué reducir la red de hipótesis, sino todo lo contrario. A mayor grado de pluralismo, mayor grado de flexibilidad en la argumentación; pues las sociedades se caracterizan precisamente por su disposición al cambio. Pluralismo, flexibilidad y alterabilidad reducen, claro, la capacidad de hacer pronósticos; pues habrá más de una solución adecuada para cada uno de los casos. Los teóricos han de contar, entonces, con lo que él denominaba "baches y lagunas". E incluso con la "extraterrotorialidad"; en concreto, los sociólogos no están fuera, sino dentro de las relaciones, privadas y sociales. En este contexto aparecía su imagen de los marineros, faenando en alta mar, dentro de la antigua estructura e intentando reparar las vías de agua.
 

1.2. Recursos heurísticos

Los recursos heurísticos han ido ocupando un papel cada más relevante en la investigación de las Ciencias Sociales, superando algunas veces a los recursos probatorios. Es obvio que M. Scriven proponía una imagen exagerada, el iceberg, aunque acertaba en cuanto a la necesidad de buscar procedimientos flexibles. En su opinión, el modelo clásico de razonamiento ha mostrado repetidamente sus limitaciones prácticas, como ha venido sucediendo en el campo de la cirugía, en los tribunales, e incluso en la cocina. Puede decirse entonces que el razonamiento inductivo ofrece una visión incompleta, por lo que anima a ir más allá de un sistema de reglas. Según este autor, M.Scriven, la Lógica probatoria (probative) o de la investigación resultará más persuasiva que demostrativa, en cambio sí recoge los elementos del razonamiento común, sirviendo para guiar la acción y la creencia racional, facilitando algunas soluciones prácticas y, a otro nivel, otra dinámica para la investigación. Podemos seguir separando contexto de descubrimiento y contexto de justificación, pero la Lógica formal ha demostrado una utilidad limitada, concluye M. Scriven.

1. Por el contrario, una Lógica de tipo informal presenta ciertas ventajas, ya que se adapta a la práctica del razonamiento y a campos especiales, ofreciendo argumentos significativos. En alta mar, casi todo empieza a funcionar de otra manera. M.Scriven admite que el paradigma del iceberg se queda en la superficie, no tiene fondo y, por eso, será siempre el producto de un contexto. El iceberg avanza cuando lo haga su entorno, sólo será viable cuando el contexto lo sea; ha perdido contacto con la tierra, es un objeto evanescente. En ese mismo sentido puede haber razonamiento in axiomas, pero ¿una larga cadena de razonamientos? M.Scriven defiende este modelo de argumentos incompletos frente a la seguridad de los argumentos completos, la plataforma. Los argumentos de largo aliento y con una estructura subyacente se asemejan – dice M.Scriven - a las plataformas petrolíferas. Dañan el medio ambiente y causan frecuentes desastres, puesto que han de soportar una pesada estructura. Un artefacto es estable, casi permanente, pero su estructura le impide flotar, adaptarse a la variedad de "aquí", "ahora". Por tanto, será útil viable en algunos contextos, inútil en otros.

2. El iceberg y la plataforma son sólo una manera de exponer las ventajas de la argumentación informal, las desventajas de los argumentos más estructurados. Según esto, terminan por ser ventajosas las deficiencias: la incompletud, la imprecisión e incluso la inseguridad. El iceberg flota, de la misma forma que la argumentación ha de recoger términos imprecisos: "casi", "los más", "muchos", razones "prima facie", etc. Las virtudes de la imprecisión y de una generalización débil permiten pasar a través de los cambios; sus modestas pretensiones mantienen a flote durante cualquier tempestad. En cambio, las tempestades destruyen a las plataformas. El modelo menos rígido para la exploración científica tiene, por tanto, otro status y otras dimensiones. Todo lo cual le hace más apto para investigar en medios complejos y para resistir las mutaciones y vaivenes de lo real. La "nueva ola" en la Teoría de la argumentación insiste sobre el tema, las desventajas de la Lógica formal.

3.R.H. Johnson ha llegado a proponer la "naturalización" de la Lógica. En el sentido de devolver la argumentación al lenguaje natural, el lenguaje ordinario. Pues razonar mejor no significa únicamente seguir la cadena argumentativa, sino establecer verdades que son relevantes o necesarias para las personas. Los propósitos prácticos anteceden al procedimiento, de manera que prevalecerá siempre el producto sobre el proceso de inferencia. R.H.Johnson propone una versión funcional y externalista de los argumentos, recuperando el aspecto de sociabilidad e interacción para el tratamiento de la argumentación.

4. S.Jacobs añade a todo ello una dimensión institucional . Esto quiere decir que la argumentación implica un proceso de conocimiento, en el cual alguien llegará a determinadas conclusiones. Pero, además, la argumentación es un proceso social, mediante el cual se negocian desacuerdos, se fijan las reglas de un mutuo ajuste. De manera semejante, J. Cox mantiene la diferencia entre los argumentos, propiamente dichos, y los "argumentos en uso". Esto es, las prácticas argumentativas, como prácticas sociales, sirven para autentificar la verdad en determinadas condiciones. Por eso la segunda dimensión, la práctica comunicativa, tiene prioridad sobre el procedimiento epistémico propiamente dicho. Pues, al hablar de prácticas, estamos hablando también de tradiciones y de condiciones fácticas para el ejercicio del poder o de la influencia. Digamos que la fuerza del mejor argumento está más allá del nivel epistémico: las formas de influencia y de poder seleccionan quién, dónde y bajo qué condiciones se puede argumentar. ¿Cómo soslayar el dato de que los interlocutores están socialmente situados o que tienen percepciones diferentes de la situación?
 

1.3.Antes de los argumentos

El lenguaje forma parte de los medios de sometimiento y de la violencia que se desliza en la existencia cotidiana. Véase, por ejemplo, cómo se define habitualmente la identidad de las mujeres . La Crítica feminista reclama un marco menos estricto y no universalista, a fin de llamar la atención y apreciar el valor de las diferencias. La versión pragmática de la argumentación se presta a este tipo de demandas. Pues facilita el análisis de lo contextual, de lo fáctico, en lugar de mirar sólo hacia el nivel de lo contrafáctico. Aunque parezca algo obvio, tal vez haga falta recordar – a muchos agentes les hace falta - que todavía existen importantes barreras antes, durante y después de la argumentación. Tales barreras funcionan desde el momento en que existan esquemas de interpretación . Están los estereotipos, por ejemplo. Están siempre trabajando en favor de ciertos grupos y en perjuicio de otros.

Hasta aquí, la idea de que la argumentación es lenguaje e interacción contribuye a ampliar las perspectivas. Las relaciones sociales y políticas demuestran que las condiciones externas facilitan o impiden la actividad argumentativa. Demuestran también que los agentes han de ganarse su lugar como interlocutores, que serán escuchados o ninguneados, dependiendo de sus habilidades y, también, de sus respectivas posiciones. Ahora bien, ¿qué metodología responderá de forma más eficaz a ese conocimiento enraizado en el contexto? En la imagen del principio, los marineros tienen cada vez más vías de agua. Encontrarse en alta mar no debería ser un impedimento para reparar las averías, sin embargo. Todo dependerá del tipo de barco, balsa, plataforma o iceberg en que naveguen.
 

2.Usos de la argumentación

El "giro retórico" defiende precisamente el valor heurístico de las metáforas. F. Alvarez denomina "urdimbre de la explicación" a los usos productivos de la narración en la ciencia. En cuanto a los problemas de la racionalidad , Alchourron y Bulygin reconocen que se ha producido una verdadera fractura entre los sistemas normativos y los casos. Por su parte, M. Atienza concluye que "ser racional" significa ser capaz de enfrentarse a problemas, no un cálculo correcto o solución de problemas deductivos. Por tanto, hay usos distintos de la argumentación, entre la Lógica, la Epistemología y la Sociología. Es más, "argumento" es por sí sólo un término un tanto difuso o, cuanto menos, un termino ubicuo.
 

2.1. Argumentar

Este término se refiere a conductas muy distintas. Junto al modelo lógico de la argumentación, otras versiones insisten en que valores, creencias y posiciones sociales funcionan realmente como premisas de la argumentación. ¿De qué estamos hablando en realidad? ¿Nos referimos a los "argumentos" o a algo distinto, las "argumentaciones"? .

1. Argüir, de "arguere", significa clarificar, dar razones en apoyo de algo. Un argumento es una secuencia de premisas que llevan hasta la conclusión . Por eso ha llegado a ser sinónimo de "argumento racional". Como cadena de razones o serie de enunciados conectados entre sí, el "argumento" es un estructura abstracta, sin relación o dependencia con respecto al contexto. W. Klein enumera sus características: enunciados conectados entre sí, respuesta válida par un problema o questio, procedimiento abstracto. La secuencia, la validez y el objetivo práctico son parte del argumento. La idea de seguir un orden o un plan predomina, sin embargo, sobre el objetivo último o la práctica argumentativa. Debido a esto, el procedimiento es aplicable a distintos campos, aunque no se confunde con ninguno en concreto. La Lógica asegura la coherencia y el correcto desarrollo de un argumento.

2. Argumentación se refiere, en cambio, a un acontecimiento concreto y a discursos fácticos. Como acontecimiento, está sujeto a las contingencias espaciales y temporales. Como discursos fácticos, las argumentaciones tienen lugar en un contexto de acción definido; son el medio, un medio lingüístico elegido por los agentes para resolver sus conflictos. La Lógica argumentativa es desplazada aquí por un tipo de justificación pragmática, en la cual intervienen valores sociales como premisas. ¿Y la coherencia? Sigue siendo necesaria, pero admite grados : una solución racional no siempre se ajusta perfectamente al criterio formal.

En la Teoría de la argumentación coexisten, pues, el enfoque internalista y el enfoque externalista. Esto implica que las formas ideales o contrafácticas entran en los argumentos, entendidos como estructuras formales, incumben en escasa medida a las argumentaciones. Puesto que las argumentaciones son actos de habla complejos, con sujetos reales y en condiciones reales. La argumentación admite varios usos, cognitivo y práctico. Las argumentaciones como prácticas sirven para persuadir e influir en las creencias de otras personas . El "giro retórico" ha recordado todo esto, influyendo para que los procedimientos estén más cerca de los procesos reales.
 

2.2. Nueva Retórica

¿Quién argumenta con autonomía, quién controla el tiempo en las argumentaciones? ¿Quién y cómo define la realidad y establece el modelo de racionalidad? Cuestiones de poder. La Nueva Retórica ha ocupado un espacio del que había desertado el modelo cognitivo, en su versión más estricta. Resulta un tanto paradójico el hecho de que el modelo liberal, con sus restricciones epistémicas, haya dado argumentos para el "giro retórico". Ha estado suministrándole pruebas indirectas, pero claras, de que el universalismo puede ser una vía insuficiente, aunque no sea errónea. El "punto de vista desde ninguna parte" o de nadie - según Th. Nagel - asegura la imparcialidad. El "velo de la ignorancia" restringe la información para llegar a un resultado aceptable en un contexto pluralista - según J. Rawls -; pero elimina información relevante. Por un lado, los procedimientos estaban sirviendo al criterio anti-perfeccionista; pero, también producían resultados contradictorios.

1. En esta línea, C. Sunstein cuestiona la imparcialidad del modelo, epistémico y liberal. ¿Qué sucede cuando no se tiene en cuenta la distribuciones realmente existentes? La pretendida imparcialidad genera parcialidad. Al desconocer el punto de partida, las distribuciones tal y como existen, cualquier intervención vendrá a reforzar un trato discriminatorio. En su opinión, el Estado liberal y constitucional puede transformar su imparcialidad en una forma de partidismo, al haber considerado que las preferencias individuales no son un asunto político.

2. C.Sunstein se ocupa también del método, admitiendo que los sistemas de reglas suelen ser verdaderamente muy apreciados; sin embargo la aplicación no puede ser anterior a la aparición de los casos. Por tanto, es partidario del ajuste, caso por caso. Pues "ajustar las reglas" a los casos no es lo mismo que mantener una actitud negativa hacia las reglas. Por eso la Casuística y la Retórica - más bien la Nueva Casuística y la Nueva Retórica - no son los únicos recursos disponibles a fin de mejorar, o "reparar" nuestros conocimientos.

En alta mar: entre el barco de O.Neurath y el iceberg de M.Scriven, estaba la balsa de P. Lorenzen. A medio camino, entre la posibilidad de estar en un barco averiado en alta mar y flotar sin fundamentos, cabe otra posibilidad, reparar y construir de forma provisional, paso a paso y bajo el control de un procedimiento. Entre excluir la contingencia o incluir sólo argumentaciones en el tiempo y en el espacio, queda aún espacio para un modelo con control interno y con relevancia. Un modelo, capaz de mantener la contingencia y la particularidad; si bien pero esto ha de ocurrir dentro de la argumentación. ¿Por qué no las premisas o los lugares de la argumentación? El análisis de la contingencia "reflejada" (reflected ) de R. Alexy ayuda a entender que no es necesario elegir entre Lógica y Retórica, entre el contextualismo y el universalismo.
 

3.Reparar en alta mar

La pragmática de la argumentación trata de aproximar los criterios de justificación interna y de justificación externa. La argumentación práctica de R. Alexy reúne ciertas condiciones para eludir el relativismo y para moderar el universalismo. Su concepto de contingencia introduce elementos, cuya función consiste en hacer compatibles los elementos relativos al tiempo y de, de otro lado, las pretensiones de corrección, fuera del tiempo. La contingencia "reflejada" incluye una idea regulativa de corrección. ¿Puede ser contingente y, a la vez, incluir elementos con validez más allá del tiempo? Los sistemas jurídicos ofrecen el ejemplo más adecuado para explicar cómo llegan a confluir el universalismo y el relativismo dentro de un modelo complejo.

1º) A la pregunta de si hay algo así como universalia in legibus , R.Alexy responde que no existen respuestas simples, afirmativas o negativas. El noción de "contigencia reflejada" sirve para mostrar qué hay de cierto en las posiciones encontradas, el contextualismo y el universalismo. R.Alexy examina las dos posibles versiones sobre el tema. La versión clásica entendía el sistema jurídico como algo situado fuera del tiempo, los universalia iuris. Por el contrario, el modelo no clásico acentúa los cambios e impactos que el tiempo produce en toda legislación. No hay, nada definitivo sino, como mucho, algunos parecidos de familia, por decirlo en los términos de Wittgenstein. ¿Cómo caracterizar entonces al sistema jurídico? R.Alexy examina ambas versiones para concluir que habrá que admitir elementos universales, pero sólo de carácter formal, no sustantivo, los "universales legales formales". Bajo diferentes connotaciones, las leyes prohiben u obligan, de forma intemporal. Por eso los sistemas, aún siendo dinámicos y cambiantes, mantienen elementos formales estables .

2º)¿Cómo funcionan? R.Alexy introduce entonces un segundo elemento, que sirve de puente entre los cambios que afectan a los universales sustantivos y los universales formales, no afectados por esos mismos cambios: la "pretensión de corrección". Pues los sistemas jurídicos pretenden ser correctos. También lo pretenden los razonamientos y las formas de vida. La corrección funciona entonces como puente, entre el lado formal y el lado sustantivo.

3º) R. Alexy emplea además dos versiones de la contingencia. (a) La contingencia no reflejada es aquella que vincula las normas legales a los procesos de simple decisión. El punto de vista del observador no requiere de una justificación que esté más allá del marco contingente. (b) La contingencia reflejada , por el contrario, conecta esta información con la pretensión anterior - que sea correcta -, de manera que la justificación contará de antemano con la eventualidad de que existan otros participantes, en otro espacio y otro tiempo. Algo puede ser válido, también para ellos. En definitiva, la noción de "contingencia" implica bastante más que "facticidad". Las prácticas sociales y jurídicas cambian con el tiempo. No obstante, la pretensión de validez permite mantener ciertas formas de obligación, como si fuesen válidas a pesar de los cambios que se fueran produciendo. Esto sucede, por ejemplo, con los Derechos humanos.

Son un buen ejemplo, pues los derechos básicos no están al margen de la argumentación práctica, tampoco están fuera del tiempo. Pero tienen prioridad, son derechos prima facie, contribuyendo a definir – algunas veces ayudan a construir - una sociedad bien ordenada. En definitiva, la contingencia pone límites a los discursos ideales, que no son realizables y tampoco satisfacen condiciones fácticas. De hecho, el discurso fáctico está sujeto a ciertas constricciones, a un tiempo limitado, con participantes limitados, con operaciones limitadas para llegar a acuerdos. La idea de "contingencia reflejada" conecta ambos discursos, indicando que algunas limitaciones pueden ser superadas o, por lo menos, pueden ser evaluadas con criterios de corrección relativamente estables.
 

3.1. Contingencia y método

Los usos de la argumentación permiten mantener abierto un debate que, desde el "giro retórico", ha puesto en primer plano las insuficiencias del modelo deductivo y la idea restringida de conocimiento. La llamativa presencia de los casos difíciles – en distintos campos - demuestra que la argumentación práctica es más que subsunción de un caso bajo una regla. La Nueva Casuística se ha beneficiado de ese creciente interés por los casos reales, así como de las dificultades para ofrecer soluciones razonables en algunos casos. La recuperación de la Casuística y de los procedimientos del tipo covering law ha puesto de nuevo en primer plano las alternativas que M.Scriven había ejemplificado con el iceberg y la plataforma petrolífera. Sin embargo, hay más posibilidades, entre la flexibilidad sin reglas y los métodos rígidos. La idea de reglas ajustadas a los casos, de C.Sunstein, muestra cómo llegar a cierto equilibrio entre demandas aparentemente opuestas. La idea de contingencia, de R.Alexy, presenta otra forma de ajuste, entre lo cambiante y las pretensiones de corrección. O.Neurath ya había definido la situación desde el principio, en alta mar, pero no a la deriva. Entre O.Neurath y M. Scriven, P. Lorenzen introdujo también un método de composturas, en el cual tienen cabida tanto pretensión de corrección como las contingencias, que afectan siempre a quienes conocen y actúan.

P. Lorenzen no renunciaba a la racionalidad, efectivamente, ni al proyecto de una ciencia unificada. Contó casi la misma historia, lo hizo casi en los mismos términos y con la misma imagen de la contingencia y de la incertidumbre, en alta mar. Pero de manera ligeramente distinta, a fin de acercar los procedimientos racionales y los procesos prácticos: "Para abordar el problema del método de nuestro pensamiento hemos de colocarnos en la situación de no tener barco, esto es, lenguaje, y hemos de tratar de reejecutar todas las acciones merced a las cuales - nadando en medio del mar de la vida - pudiéramos construirnos una balsa o incluso un barco" .


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