NOMADAS.2 | REVISTA CRITICA DE CIENCIAS SOCIALES Y JURIDICAS | ISSN 1578-6730

Dos ejemplos de post-modernidad tecnológica:
Eduardo Punset y Francis Fukuyama
[Fernando R. García Hernández]

RESUMEN.- En este trabajo se pretenden exponer dos ejemplos del Pensamiento PostModerno Tecnologicista: [1] la Ideología Tecno-optimista de la Sociedad del Conocimiento de Eduardo Punset, y [2] la Utopía Liberal del Fin de la Historia Humana de Francis Fukuyama. El objetivo de este artículo es criticar ambas versiones de la Ideología Neo-Liberal que supone que el futuro de la Humanidad está ligado a la extrema tecnologización.
PALABRAS CLAVE: Tecnología, Ideología, PostModernidad, PostModernismo, Modernidad, Ilustración, Construccionismo, Constructivismo, Construccionismo Social.

ABSTRACT.- In this report two exemples of Technologic PostModernism are explained: [1] the Tecno-optimist Ideology of Knowledge Society (Eduardo Punset), and [2] the Liberal Utopia of the End of the Human History (Francis Fukuyama). The object of this paper is to censure these versions of Neo-Liberal Ideology, which suppose Humanity Future must be an absolute technologization.
KEYWORDS: Technology, Ideology, PostModernism, PostModernity, Modernism, Enlightenment, Construccionism, Constructivism, Social Construccionism.


Introducción
El pensamiento post-moderno tecno-optimista de Eduardo Punset
Punset y su utopía del conocimiento como valor que trae la tecnologización
Antecendentes a los nuevos valoresque promueve la tecnologización según Punset
La inadecuación de los prescriptores tradicionales
El gran valor del conocimiento  curiosidad, y lo relativo
¿Valores sin ideología en Punset?. La democracia en la era tecnológica
Empresa, creencias, guerra ... en la era de la democracia post-moderna
Condensación del pensamiento de Punset
La formulación de F. Fukuyama del pensamiento único: la ideología neo-liberal radical y tecnológica
¿Cómo surge "El Fin de la Historia"?
Concepción de la historia en Fukuyama respecto a Marx: progreso y tecnología
Los elementos del neo-liberalismo tecnológico de Fukuyama
Liberalismo como ideología de la legitimación sustantiva en Fukuyama
Breves notas sobre ideología y legitimación: La constitutción liberal como instrumento de liberación
La legitimación sustantiva
¿Por qué es el liberalismo ideología sustantiva?
Alternativas actuales al liberalismo como ideología sustantiva
Liberalismo como ideología de la mundialización
El papel de la tecnología en el pensamiento de F. Fukuyama
Tecnología y mundialización
Tecnología y evolución humana
Final: Economicismo, Liberalismo y misogínia en Fukuyama
Resumen: El final de la historia como utopías tecnológica del pensamiento occidental
La victoria de la razón como la utopías occidental
Críticas a las utopías tecnológicas
Bibliografía

 

INTRODUCCIÓN

En nuestra opinión, existen tres tipos de Pensamiento Ideológico actual (en cuanto potencia o facultad de imaginar, considerar o discurrir cómo es y será el Hombre y Mundo actual y venidero (R.A.E., 1950)), modos de comprensión social que pugnan por ser definidos como postmodernos, o propios de la época finales del siglo XX y principios del XXI:

- Uno, que tuvo su punto de inflexión en los años 70-80, crítico y estricto de la Modernidad, y aún subsiste imbricado en el desarrollo técnico. Lo podemos llamar PRIMEROS POSTMODERNOS o estrictos post-modernos.

- Otro, estrechamente vinculado con el desarrollo tecnológico, hijo del maridaje del anterior con la Tecnología, y propio de la década de los años 90. Lo llamaremos POSTMODERNIDAD TECNOLÓGICA.

- Un tercero, muy crítico con los dos anteriores, también característico de los años 90 (aunque pensadores como Martín-Serrano,1986 puedan encuadrarse en esta categoría). Su crítica es sobre todo de la Postmodernidad Tecnológica -en cuanto expresión actual de la de los años 70-80--. Se podrían denominar los pensadores inscritos en ésta como CRITICOS MODERNOS DE LA POSTMODERNIDAD, en vez del nombre más farragoso de postmodernos modernos, pero estos autores difícilmente aceptarían autodefinirse como post-modernos, sino más bien como un nuevo tipo de pensadores modernos o neo-ilustrados. Por ello, quizás podríamos considerarlos como representantes y propugnadores de una NEO-MODERNIDAD. (sin los errores de ingenuidad y prepotencia de las anteriores).

La Primera Post-Modernidad o "PostModernidad Ortodoxa, se caracterizó por una crítica radical a los mitos totalizadores de la Racionalidad Moderna. Así, propugnaban rechazar la Razón y fomentar el Subjetivismo, Espontaneidad y Emocionalidad... Denominado por sus adversarios despectívamente Pensamiento Débil, censura a la Modernidad por no haber llevado a la práctica sus ideales de Liberación por la Razón, al no permitir la subjetividad del individuo, la total Libertad de los mismos, puesto que la Modernidad habría utilizado lo mitos modernos para institucionalizarlos como alienantes. Ligado a la Izquierda europea, sobre todo francesa, representantes de la misma podrían ser Lacauze,Foucault, Derrida, etc...

La Segunda o "PostModernidad Tecnológica" afirma la Razón subjetiva como omnipresente razón instrumental tecnológica. Sostiene una Modernidad Hiper-Tecnologizada, tachada despectívamente por sus mejores críticos como Post-Modernidad Tecnológica o Tecnópolis (Postman,1995), por cuanto la tecnologización fagocita la Razón Emocional y convierte todo en susceptible de cuantificación. EstaTecnópolis es el hijo ¿no deseado? del concubinato de la PostModernidad estricta u ortodoxa con el desarrollo tecnológico. Los post-modernos tecnológicos critican a los que no se han dado cuenta de que la sociedad y el hombre se encaminan a ser tecnológicos: J.Rifkin describe este tipo de discurso en el ámbito laboral en su "El fin del trabajo" (1997). Para los post-modernos tecnológicos, y utilizando las categorías de Max Weber ("El Político y el Científico", 1999, Ed.Orig.1919), la Política (Subjetivo) debe ajustarse al prisma estricto de la Ciencia y la Técnica (Objetivo). Apoyado implícitamente por el Neo-Liberalismo y "Tercera Vía", y explícitamente por el Neo-conservadurismo político y económico, pensadores "tecno-optimistas" podrían ser Eduardo Punset en España y Francis Fukuyama en U.S.A., Masuda y su Computopía (Aubach,1985), Sherry Turkle (1997), y todos los teóricos de lo que Ignacio Ramonet denomina "Pensamiento Único" (=Pensamiento Debil +Tecnología - Ideología).

La Tercera o "PostModernidad Crítica", coetánea de la anterior, pone en cuestión tanto la primera como la segunda. Como neo-modernos que son, propugnan definir los límites y hacer que la Razón recupere el prestigio perdido para qu verdaderamente se cumpla el objetivo ilustrado de Liberación. Critican la variante postmoderna tecnológica, por cuanto la consecución del Subjetivismo, Espontaneidad y Emocionalidad ha sido al precio de su fagocitación por la Razón: la consecuencia de que la Emoción se haya racionalizado, y la Razón se haya contaminado de emocionalidad es la conversión de todo lo vital en Espectáculo. Aunque propio ideológicamente de un pensamiento de izquierda, se engloban en él corrientes críticas cristianas, éticas, nuevos movimientos sociales, etc... . Entre los intelectuales que pudieran insertarse en esta tendencia estarían Rojas (1998), Bruckner (1998), Sartori (1998), Ralston Saul, o el grupo de intelectuales encuadrados en "Le Monde Diplomatique" como Ignacio Ramonet.

La intención de este artículo es desarrollar el pensamiento de dos de los autores que nosotros encuadramos como postmodernos tecnológicos o tecno-optimistas: Eduardo Punset y Francis Fukuyama.

Antes de exponer el pensamiento de estos dos autores, convendría desarrollar las características del tipo de "pensamiento" (mejor sería decir Ideología) tecnologicista. Las siguientes características definen y nos permiten introducir tanto el pensamiento de Punset como el de Fukuyama:

* Creencia en un Progreso sin Tiempo, un Progreso sin Personas que siempre es Presente. Un Progreso sin Utopías ni Futuro.
* Loa al Progreso Técnico como Meta en sí misma: el Progreso no se dirige a la mejora del individuo y el grupo, sino al perfeccionamiento del instrumento y sus procesos (y de ahí, indefectíblemente, se debiera derivar el Progreso Humano).
* Propugnación de un Universalismo de las Máquinas: Lo universal son los derechos de los instrumentos, no de las personas.
* Re-afirmación del Relativismo de la Realidad, pero Totalitarización de la misma por el Instrumento.
* Fe en la Propiedad sin Límites: El sentido lo adquiere uno mismo sin ayuda de guías externas, gracias al instrumento "neutro" que permite conformar la identidad; o sea, la Identidad-Sentido está sometida a las características del instrumento utilizado para buscar sentido. El Estado obtiene su legitimidad de su sujección a la lógica de los instrumentos, lógica simple del tipo oferta-demanda: un "Market-Centered-State", expresión de un Neo-Liberalismo Tecnológico.
 

EL PENSAMIENTO POST-MODERNO TECNO-OPTIMISTA DE EDUARDO PUNSET.
PUNSET Y SU UTOPIA DEL CONOCIMIENTO COMO VALOR QUE TRAE LA TECNOLOGIZACIÓN.

En una entrevista publicada en el verano de 1998, Punset expone su pensamiento sobre la Sociedad Actual y los Valores que la caracterizan. Las reflexiones de Eduardo Punset, economista, abogado, científico y político español (antiguo ministro con la UCD) se ajustan -en nuestra opinión-al mismo patrón de explicación/previsión de la Realidad que tiene el japonés-norteamericano Francis Fukuyama en su libro "El Fin de la Historia" (1989) y --sobre todo-- en el artículo "Pensando sobre el Fin de la Historia 10 años después" (1999 a) .

Las formulaciones de Eduardo Punset son paradigma de las Utopías de la Tecnología del Conocimiento, y de los valores que éstas prescriben. Sus opiniones son optimistas hacia la Tecnología como promovedora de un nuevo tipo de sociedad y de hombre: el Hombre Auto-Creado por medio del Conocimiento, podríamos denominarlo. La visión de Punset del hombre y el mundo anticipa -mejor justifica-- el Fin de las Ideologías de Fukuyama, y se sitúa en una perspectiva que se podría más que tachar de Pensamiento Único (Ramonet,1997), denominar como Ideología de la Tecnología, de la Máquina o Hiper-Racional/Moderna.

Lo característico de Punset (al igual que encontramos en Fukuyama, 1999a) es su apuesta decidida por lo positivo que para el Desarrollo Humano tiene toda tecnologización, situándose ambos autores en posturas contrarias a las de otros dos pensadores bien conocidos: Neil Postman y su "Tecnópolis" (1994) y Giovanni Sartori y su obra "Homo Videns: La Sociedad Teledirigida" (1998)
Un inciso aclaratorio: las citas textuales de Punset (como las posteriores de Fukuyama) no las referimos a la página debido a que la brevedad del artículo haría demasiado repetitivo dichas referencias.
 

ANTECEDENTES A LOS NUEVOS VALORES QUE PROMUEVE LA TECNOLOGIZACIÓN SEGÚN PUNSET.

Eduardo Punset anuncia una revolución insospechada en la Historia Humana y el mundo de los valores, revolución provocada fundamentalmente por el efecto combinado de:

- La posibilidad que las Nuevas Tecnologías permiten de un Acceso Inmediato al Conocimiento.
- La inadecuación o desaparición de lo que él llama "los prescriptores del cambio", los puntos de referencia que indicaban al hombre que hacer, pensar y creer.

Atengamos al porqué de esa inadecuación de los prescriptores de cambio (esto es, de normas y modos de valoración de lo Real).
 

LA INADECUACIÓN DE LOS PRESCRIPTORES TRADICIONALES

E. Punset empieza constatando la predominancia e importancia que tiene el Futuro en nuestras vidas. Dos pueden ser las razones de tal hecho:

1- EL FUTURO ES INIMAGINABLE Y POR TANTO IMPREVISIBLE E INCONTROLABLE: En nuestra época existe la paradoja de que vivimos continuamente en el Futuro (o al menos eso es lo que la Publicidad sermonea), mas éste es demasiado incierto y no se puede imaginar: es científicamente imposible imaginarlo porque contínuamente nos están sorprendiendo los nuevos descubrimientos científicos y los avances de la Tecnología, con lo cual anticiparse a ese Futuro imprevisible se convierte en una de las principales habilidades que debe tener todo sujeto que se precie de ser considerado socialmente como valioso: el ansia o búsqueda de Futuro sería uno de los Nuevos Valores que el sujeto debe buscar. Más aún, sería el FUNDAMENTO de todos los Valores de esta Era Tecnológica. O sea, el ser capaz de prever el Futuro sería la cualidad esencial que hace que alguna persona o cosa sea apreciada (según la segunda definición de Valor de la Enciclopedia Larousse, 1991, pp.11.295 y ss.), anticipación al Futuro cuyo máxima expresión parece encontrarse en el mundillo de la Bolsa y los "valores" bursátiles tecnológicos.

En realidad, esta afirmación de Punset se inserta en el clásico aserto darwiniano de que sólo sobrevive el que se adapta a las circunstancias del Medio. Olvida Punset que -además- Darwin indicó que la supervivencia de una especie se debía al hecho de que la misma hubiese encontrado un nicho ecológico donde guarecerse, un hábitat cuyas condiciones se ajustasen a las características del que en él se guarece. Por tanto, es apreciable anticiparse al Futuro, mas ¿por qué no va a serlo también buscar / construir un Futuro que se adapte a lo que uno ya es?. Mientras la primera explicación (la de Punset) supone un conformismo pasivo a las condiciones que lo tecnológico y sus avances imponen, la segunda (que nos parece más ajustada al verdadero pensamiento de Darwin) implica un proceso creador [constructor] del sujeto de su propio hábitat, o como poco un doble ajuste: del sujeto al medio, y del medio al sujeto (o, en los términos en que estamos hablando, una anticipación a un Futuro que previamente se ha decidido como será).

2- LOS PRESCRIPTORES TRADICIONALES YA NO SIRVEN: Una segunda razón expone Punset por la que existe esa incertidumbre ante el Futuro: Los prescriptores tradicionales de cambio (las ideologías, las religiones, los paradigmas científicos) no pueden adecuarse al cambio tecnológico tan rápidamente como éste se va produciendo, con lo que el sujeto está obligado a adaptarse constántemente sin poder recibir ninguna guía coherente de cual debe ser su conducta. De esta innovación tecnológica provendría la flexibilidad: un ajuste obligado al cambio permanente.

Punset supone igualmente que los prescriptores tracionales están abocados a la desaparición, mas lo considera consecuencia lógica de una inadecuación constante al cambio tecnológico. Nosotros podríamos aventurar más: no sólo los prescriptores tradicionales de cambio se muestran como inadecuados, sino que la rapidez con que se producen los nuevos cambios tecnológicos imposibilita a los antiguos prescriptores dar una rápida respuesta, puesto que si por algo se caracterizan esos antiguos prescriptores es porque el corpus de normas y coerciones que han creado se fundamenta en la experiencia de las generaciones. Así, cuando la transformación tecnológica se produce en el intervalo de una única generación (o incluso menor: el PC o MAC empieza a popularizarse a partir de 1985), aún no puede haber una experiencia de la que surjan normas morales sobre lo que es "bueno" y "malo", y menos aún reglas de valoración de lo que puede ser apreciado y no y porqué. Con lo cual, al contrario de lo que piensa Punset, la inadecuación prescriptores-tecnología no es un hecho inusual o insólito sino simplemente una consecuencia lógica de que todavía no exista el "poso" de valoración de las generaciones que haya determinado qué valor verdaderamente tiene y cómo debe ser valorado lo nuevo.

La desaparición o inadecuación de los prescriptores del cambio implicaría para Punset la optimista posibilidad de que -por fin- se imponga una Etica Autónoma sobre las Eticas Heterónomas impuestas por los Poderes y figuras clásicas de Dominación (Iglesia, Partidos, Estado, etc...). Sin embargo, Punset considera que los medios tecnológicos son simplemente medios de transmisión de contenidos (¿valores?) y no creadores de representaciones con formas de Realidad. Parecería que Punset en la eterna dialéctica sobre quién crea lo Real (el creador de representaciones o el medio utilizado para representar) aceptase el planteamiento weberiano de que es el sujeto (con sus creencias previas) el que crea la representación, desdeñando el planteamiento marxista de que son las características del instrumento las que conforman las cualidades de lo creado (y del sujeto o grupo social que se cree único creador). Por tanto, aun cuando los antiguos poderes dominadores hubieran desaparecido, ¿no será siempre el instrumento el que cree el marco que encuadre lo percibido?.

Estamos hablando sin citarlo del Principio de la Incertidumbre de Heisenberg: ¿Es posible inventar aparatos de medida tan diminutos, sensibles e indirectos que no introduzcan ningún cambio en la propiedad medida? (Asimov,1977,p.113). Si la respuesta es No, como teorizó Heisenberg en la Física, se desvanece la posibilidad de una Ética Autónoma, y --por tanto-- de Libertad plena, y de valores no determinados circustancialmente por el grado de desarrollo de las herramientas de interpretación. De esta manera, si la Loa a la Tecnología supone una Alabanza de los Valores Postmodernos (aquellos no impuestos externamente al individuo), éstos últimos implican una fragilización de la Libertad y la capacidad de determinación del sujeto.

Continuando exponiendo el pensamiento tecnologicista de Punset, cinco serían los valores de esta nueva etapa de la Humanidad:

[1] PARTICIPACIÓN: La flexibilidad propiciaría --según Punset-- una mayor necesidad de contar con los otros: por eso, los valores que sustituirán a los promovidos por los todavía vigentes prescriptores ideológicos (la competitividad e individualismo) serán los del diálogo, el consenso y la participación: el hombre solo nada podrá hacer, necesitará cada vez más del concurso de los demás. MAS, ¿por qué no puede ocurrir que la flexibilidad provoque un repunte del individualismo y no de la participación?. Si el Futuro es imprevisible, los Otros son también imprevisibles puesto que los otros también forman parte de ese Futuro que contínuamente está apareciendo / sorprendiéndonos.

[2] ESPIRITUALIDAD: Otro valor del Tercer Milenio tendrá que ser aquel que nos permita volver a una cierta espiritualidad: la Tecnología -según Punset-- nos abre nuevas fronteras donde lo científico se combina con lo metafísico, lo cual propiciaría que el hombre se haga nuevas preguntas acerca de su Ser y Existencia. PERO, ¿ lo espiritual no perderá su esencia de inmaterialidad y sobre todo irracionalidad al caer bajo el influjo de lo tecnológico?. Si la Tecnología ordena lo real a la medida de sus capacidades de interpretación, combinar ésta con la Espiritualidad implicaría -o podría implicar- reducir la segunda sólo a magnitudes comprensibles por la primera.

[3] INTELIGENCIA EMOCIONAL: En una Realidad donde es posible utilizar la Razón para todo aquello que antes considerábamos irracional, un valor será -según Punset-- el de la gestión inteligente de las emociones; aquí Punset se refiere explícitamente al fenómeno iniciado por Daniel Goleman con su excesívamente famoso libro "Inteligencia Emocional". MAS, ¿ por qué querer reducir la Emoción a Inteligencia?. Curiosamente, cuando en Psicología el modelo dominante era el conductual, todo era Habilidad Social; ahora que lo que domina es lo cognitivo, si no se tiñe de intelectual o razonable a un elemento humano éste no existe. Si el valor es manejar las emociones, éstas dejan de tener entidad propia y se convierten en un apendice más (un apendice mercantilizable, intercambiable y manipulable) de la vida social del individuo.

[4] UNA NUEVA CONSIDERACIÓN DEL TIEMPO: En la Nueva Sociedad, el Tiempo y lo que éste implica para el hombre será cada vez más tenido en cuenta, será considerablemente más apreciado: según Punset, junto con la pasión por anticiparnos al Futuro (por lo incierto y cambiante que es), hay cada vez más una necesidad de volver a nuestros orígenes, a ese tiempo pasado (incluso prehistórico) cuyo saber permita al individuo afianzar sus orígenes y así tener una base [seguridad] con la que poder afrontar la incertidumbre y entender lo que nos está ocurriendo. PERO, ¿por qué considerar al Tiempo sólo como asentamiento que provea de seguridad frente a un Presente convertido en Eterno Futuro?, ¿por qué considerar la Tradición siempre como positiva?. La Publicidad, convertida en espejo de las inseguridades y deseos del sujeto, presenta lo tradicional como Paraiso, una Nueva Arcadia pastoril donde volver después de la batalla laboral ("lunes, martes, miercoles, jueves, viernes, Castilla y León, Castilla y León", es el lema de un anuncio turístico de la Junta castellano-leonesa). No es casualidad que esa alta valoración del Tiempo Perdido (a la manera proustiana) aparezca siempre en momentos de elevada incertidumbre, épocas de cambios estructurales como el Renacimiento o los destierros del "Pueblo de la Primera Alianza". Por tanto, ¿cuál es la razón de apreciar el Pasado?, ¿por las cualidades que verdaderamente tenía, o porque una cosa es segura: NO ERA como este Presente incierto que nos toca vivir?.

[5] LO ECOLÓGICO: Se refiere por último Punset a una "vocación por cuidar el entorno", emparentada con la conciencia de formar parte de un ecosistema mundial [Gaia]. La Flexibilización habría provocado una concienciación por/de nuestro medio. MAS, ¿ no será que la Tecnologización que ha provocado esa Flexibilización nos haya hecho ser conscientes de que existe -más alla de nuestros intereses de dominación-- un Entorno MedioAmbiental? Si el sujeto racional hiper-moderno se caracteriza por apreciar sólo aquello de lo que puede obtener un beneficio económico, beneficio que le reporte un aumento en su autoestima de depredador, cuando el Ecosistema da señales de que ya ni siquiera puede ser esquilmado porque está totalmente destrozado, ¿no nos podríamos preguntar que esa conciencia de preservación del Medio no es más que la constatación de que no podemos seguir utilizando la dominación/destrucción de éste como medio para autoafirmarnos?. Por tanto, el Ecologismo -mejor la publicitación que del mismo hace la Tecnología-- no supondría más que una llamada de atención para no destruir "demasiado" aquello que reafirma nuestra identidad: el Poder sobre el Medio. Cínicamente nos podríamos preguntar si lo que los prescriptores tecnológicos quieren no es más que una reconstrucción de lo destruido para volver de nuevo a utilizarlo como fuente de autoestimación.
 

EL GRAN VALOR DEL CONOCIMIENTO / CURIOSIDAD, Y LO RELATIVO.

Los anteriores cinco nuevos valores se pueden encuadrar en uno solo que se denominaría Curiosidad, una curiosidad crítica por cuanto el Nuevo Mundo que se abre ante nuestros ojos es tan inmenso que la actitud que propicia es la de ser activo ante él. Punset parece olvidar que ante la realidad que impresiona cabe también la posibilidad del repliegue o su negación, mediante el nacionalismo y otras formas de localismo.

La Curiosidad es sinónimo de Búsqueda del Conocimiento: la nueva Sociedad será (está siendo, según Punset) la del Conocimiento.

Para nuestro autor, dos de estos nuevos conocimientos van a provocar un cambio incluso de la conformación de la especie humana. Del cruce entre dos nuevas fuentes de conocimiento (el del patrimonio genético y el del neuronal), el hombre podrá automodificar su genética a nivel germinal, creándose así una nueva especie de hombre: "De las siete u ocho estirpes de homínidos sólo había quedado la descendiente del Cromagnon y es lo que va a cambiar en el siglo XXI", indica en la citada entrevista. Hay que reconocer que Punset aquí se anticipa y acierta: a principios del 2000 se ha logrado "leer" la estructura de bases que conforman el ADN humano; ahora hay que esperar que los "lectores" sepan que hacer con ello.

Ese componente crítico del conocimiento y los valores humanos se observa en otro apartado de las reflexiones de Punset. Ante la pregunta de si la Humanidad redescubrirá sabidurías olvidadas, Eduardo Punset responde afirmando que "lo que va a descubrir es la capacidad para cuestionar incesántemente la cultura heredada". Pone para ello un ejemplo de la Física: el conocimiento está obligando a replantear la vieja cuestión de la edad del Universo, al descubrirse la incongruencia --desde nuestra actual racionalidad-- de que el origen de ciertas galaxias sea anterior al del universo que las envuelve. Este hecho provoca un cuestionamiento de nuestras convicciones racionalistas y una necesidad de seguir descubriendo, curioseando y criticando. Punset afirma que este nunca saber a ciencia cierta como influyen nuestros instrumentos en aquello que medimos (Heiselberg), qué es lo que en realidad estamos investigando, ... nos conduce a un relativismo mucho más acusado de lo que podría suponer el mismo Einstein, un relativismo donde desaparecen las fronteras entre las cosas, donde el Espacio y el Tiempo se difuminan, y en el cual no "se va a poder diferenciar entre lo material y lo inmaterial y va a ser muy difícil hablar de cuerpo y de alma o de mente y cerebro".

Respondiendo a lo anterior, esa aparente incongruencia entre la edad del universo y de algunas estrellas fue solucionada por el Telescopio Hubble a principios del 2000. Pero lo que aquí nos importa no es este específico descubrimiento científico; en nuestra opinión, del no saber algo en un momento determinado no se puede derivar el Relativismo: de un hecho particular no se debe suponer una actitud vital general; a no ser que Punset considere que la Ciencia no es un Proceso de Construcción de Significados, y que como proceso que es no puede ser total. ¿Por qué lo procesual tiene que considerarse relativo?, ¿por qué no suponer que todo proceso es total en cuanto -aún cuando el fin y el principio nos sean incognoscibles- algún momento de inicio y alguno de final debe haber, aunque sean el comienzo del Universo y la desaparición de la Especie Humana?.

Por otra parte, un inciso crítico se podría hacer a todas las formulaciones hiper-modernistas o tecnologizantes: si el conocimiento es relativo, y las diferencias desaparecen, ¿cómo se va a poder definir?. La posibilidad de definir cualquier cosa proviene de la capacidad previa de encontrar diferencias significativas entre diversos entes a definir; naturalmente esas diferencias implican el poder relacionarlos, puesto que todo aquello que es diferenciable --por el mero hecho de poder distinguirse-- puede ser conceptualizado con una relación lógica de negación. Mas la diferencia no es sólo relación: implica el tener muy claro que tan o más importante que la relación (el proceso) es lo que verdaderamente constituye la esencia de lo definible, aunque esa esencia no sea más que el ser distinto a lo otro. Si esto no se tiene en cuenta, se cae en la mezcla, y la mezcolanza está muy bien cuando anteriormente se ha definido lo que se va a mezclar, pero mezclar no es ni sirve para NADA cuando simplemente se considera positivo el mezclar por el mero hecho de ser mezcla, mezcla de lo que no se sabe se está mezclando. ¿Somos esencialistas? No, simplemente no nos gusta mezclar sin saber previamente qué es -cómo está delimitado, definido-- lo que estamos mezclando.
 

¿VALORES SIN IDEOLOGÍA EN PUNSET?. LA DEMOCRACIA EN LA ERA TECNOLÓGICA.

Es categórico Punset cuando afirma que --ante este nuevo contexto flexible y mezcolante-- "lo que veremos es la desaparición de todas las ideologías, no quedará ninguna en pie". ¿Qué será lo que sustituya a éstas? "Una nueva cultura, una vocación constante de preparar el impacto que va a tener el futuro y sus nuevas tecnologías, una concepción mucho más geológica del tiempo que nos va a permitir un cuidado por la Felicidad, por controlar las emociones, cultivar el propio cuerpo, un interés por lo intangible más que por lo material". O sea, Punset aboga por una dependencia ética de lo tecnológico virtual y una entronización del Hedonismo. Si la Ideología es un conjunto de hipótesis sobre la naturaleza del hombre, del mundo y la sociedad (Pastor, 1986, p.17), ¿está acaso Punset sugiriendo que el sujeto va a perder su capacidad de preguntarse el porqué es cómo es el hombre - mundo - sociedad, y cómo debieran éstos ser?, ¿Punset supone que la Ideología se reduce a mera búsqueda de la Felicidad individual o social, que el sujeto valora lo que es y debe ser lo real según el grado de Felicidad que un modelo u otro de estructuración de la Realidad le reporte?. No es que lo ideológico no tenga componentes afectivos. No. Nuestra crítica se dirige al hecho de reducir lo ideológico sólo a lo afectivo, haciendo desaparecer el elemento racional (y por tanto anti gratificación inmediata) que tiene toda hipótesis: una hipótesis lo es por cuanto debe ser comprobada para poder ser o no aceptada.

Si lo ideológico cambia hasta desaparecer, la organización política de la sociedad también se verá trastocada según Punset. Frente a los agoreros de Pensamiento Crítico y del "1984" de Orwell, considera nuestro autor que se está creando una nueva democracia: la fundada en la Red, en la interconexión entre decisores, donde Internet es el paradigma por excelencia. Para Punset, la Democracia en la Era Tecnológica se profundizará al caracterizarse por una armonía social babélica, una descentralización creadora, y una tolerancia permisiva "juvenil". Comentémoslos más concretamente:

- ARMONIA BABELICA: La sociedad será mucho más armónica, porque contará / cuenta por primera vez con un lenguaje común: el esperanto de la sociedad tecnológica es el código binario y la digitalización. Es el Mito de Babel: es necesaria la uniformidad porque ésta acaba con el conflicto en las interpretaciones. PERO, ¿no es acaso el conflicto el que crea la necesidad de trascenderlo, y el que -por tanto- crea individuos capaces de moverse en distintos ámbitos?. ¿No es una incongruencia la loa a la Integración, Globalización, Uniformización con al mismo tiempo promover individuos más "flexibles"? . ¿No es el Conflicto el que crea al individuo, al diferenciarlo del marco social -los otros individuos--, y el que crea la sociedad, al diferenciarla del marco natural -las otras formas de organización de la Vida?.

- DESCENTRALIZACIÓN CREADORA: La sociedad tecno-democrática descentralizada permitirá / permite que que cada sujeto pueda ser autor; la tecnología internautica le ayuda a plasmar sus dotes de creador, comunicarse sin control y saciar su sed de conocimiento y relaciones. Hablamos del Mito renacentista y romántico del Creador, del Genio que obtiene su identidad ante los demás del proceso continuo de Creación. MAS, si la Creación se convierte en una Industria, una cualidad que ha de tener todo sujeto para ser valorado y apreciado, ¿no estaremos desvirtuando el proceso creativo, intentando -incluso- forzarlo a la manera de esos anuncios que publicitan y prometen el aprender a escribir novelas o pintar al óleo en una semana?

- TOLERANCIA PERMISIVA: La sociedad será / es mucho más permisiva "al estar dirigida por jóvenes". El Mito del Inocente, del que por no saber nada de nada es responsable. MAS, ¿por qué lo joven -y por tanto sin experiencia-- implica más capacidad de tolerancia?. La Tolerancia, en nuestra opinión, se obtiene de la experiencia de saber que los planteamientos ideológicos y de conducta --de los que uno ha sido y es consciente en su vida-- no son perfectos sino siempre perfeccionables: sólo al ser conscientes de la propia imperfección se puede llegar a comprender y entender las de los demás.

Punset advierte que --por primera vez en la Historia de la Humanidad-- será posible una oportunidad de progreso para todos aquellos entes (individuales, grupales, territoriales) que la jerarquización orwelliana había marginado. La comunicación inmediata que promueven las nuevas tecnologías permitirá acabar con la dictadura de las infraestructuras terrestres (¿también de los que las poseen?): será el acceso a las redes mundiales de telecomunicación la baza para el desarrollo del sujeto y de las comunidades: "el coste marginal de transportar conocimiento se está acercando a nada" según este autor. Punset no admite la posible existencia de un nuevo colonialismo -- el de la dependencia tecnológica-cultural --: "me siguen sin convencer (los que creen) que los grandes centros de conocimiento universal serán los privilegiados. En una ruptura de fronteras como la que viene, de contactos generalizados inmediatos, de acceso a la cultura instantánea, las sorpresas van a ser muchas". Sin embargo, poco o nada dice del coste necesario para crear conocimientos, de lo que hay que gastar para las infraestructuras creadoras y transmisoras (patrimonio -mal que le pese-- de unos pocos Monopolios Naturales) , y menos aún explica porqué motivo estos conocimientos son valiosos por el mero hecho de no costar casi nada su transporte: el Mito postmoderno del Valor de la combinación Rapidez + Información oculta la Realidad del Control de la Información.

A nuestro entender dos críticas se pueden ya ir haciendo a la concepción descentralizadora que Punset tiene de esta Sociedad de la Información-Conocimiento:

1- ¿DONDE ESTÁ LO FISICO?. Eduardo Punset se centra demasiado en la descentralización de las comunicaciones virtuales, y olvida los componentes físicos: "la innovación siempre está en la concentración urbana [...] por las economías externas: para hacer innovaciones tecnológicas hay que tener alrededor muchos servicios especializados y sólo donde se ubican buena universidades, buenas comunicaciones... y mucha gente" es posible ésta (Racionero,1998). Así, quizás por la premura que impone el formato entrevista, desarrolla Eduardo Punset excesívamente las conexiones (relaciones de comunicación) y no se detiene en los nodos de las mismas (la ciudad), ni en su capacidad interna de producir conocimiento o valores, ni en su status consolidado de sujeto con una influencia probada sobre su entorno. Para profundizar en estos aspectos no tratados por Punset, véase el Programa de Ciudades Saludables de la OMS y la incidencia de la relación recíproca Ciudad Sana (( Ciudadano Sano (García-Hernández,1994, 1998).

2- ¿NADA SE IMPONE?. Olvida Punset el trasfondo ideológico y de imposición cultural que tiene todo Conocimiento. En una entrevista realizada en 1998, Para Marcelino Oreja, comisario europeo para la Comunicación, Información y Cultura Audiovisual por aquel entonces, afirma que nuestra sociedad se está convirtiendo en la de la Información o Conocimiento. Esto supone que lo cultural (el saber) es un puntal esencial (y por ello apreciado y valorado) sobre el que se basa el progreso y desarrollo social. Oreja (1998) se detiene en el aspecto más cualitativo de lo que es la información; así, entiende que tanto Información como Conocimiento son un hecho cultural, lo cual implica la existencia de unos determinados ideales y principios, que se pueden definir de dos modos complementarios: como universalidad de valores, y como respeto a la diversidad y los hechos diferenciales. Así, la Sociedad de la Información tiene una ventaja y dos inconvenientes: [1] permite un rápido y fácil acceso a la información ("el alumno futuro no estará en clase" indica Oreja), PERO [2] no acaba por si misma con la desigualdad.
 

EMPRESA, CREENCIAS, GUERRA... EN LA ERA DE LA DEMOCRACIA POST-MODERNA

Continuando con el discurso de Eduardo Punset (1998), tres cuestiones concretas para finalizar.

La organización empresarial seguiría los patrones descentralizados apuntados anteriormente para la Democracia Post-Moderna. Sus dimensiones serán mínimas (un reducido grupo de gente entregado en cuerpo y alma a su servicio) pero sus aspiraciones serán planetarias. La mayoría de las personas tendrán una vinculación efímera con la organización, únicamente para realizar proyectos concretos: "a la gente le falta mucho todavía para desprenderse de la miseria del trabajo fijo, de la obediencia ciega a un jefe incompetente, día a día machacándole sus emociones y su inteligencia porque aún no quieren aceptar la enorme libertad de poder elegir cada mañana lo que van a poder hacer". Desde otro punto de vista, nos parece que lo único que Punset está describiendo es el actual marco de relaciones laborales que muchos autónomos y/o subempleados tienen en nuestro país y demás países "tecnologizados" (y , sino, que hablen los becarios y trabajadores de ETT´s).

Si no existen referentes sociales, prescriptores de cambio, ideologías, filosofías y fe irracionales, ¿se convertirá la Tecnología y las posibilidades que ésta ofrece en la nueva religión? Admite Punset que es muy posible el "culto al chip", y una sustitución de los placeres heredados (leer un libro, por ejemplo) por nuevas formas de interacción con nuestra espiritualidad y sensibilidad interior. Los nuevos líderes --aquellos cuyas indicaciones habrá que seguir-- serán los científicos, sobre todo aquellos que sean capaces de poner los descubrimientos tecnológicos al servicio de la comunidad. Punset subordina aquí la Política a la Ciencia-Tecnología, lo Subjetivo a lo Objetivo, no queriendo entender lo que Max Weber en "El Político y el Científico" (1919) había ya expuesto: son radicalmente distintas las forma política y científica de entender y manipular la Realidad ; como mucho pueden ser complementarias, pero nunca subordinada una a la otra sino queremos perder la una y empobrecer la otra.

¿Desaparecerá la guerra en un mundo tan armónico e igualitario? Cuando a Punset le hacen esta entrevista, aún no había empezado el Conflicto de Kosovo, al que muchos han denominado ya como la primera guerra del siglo XXI. Por eso, suena a deseo que quiere realizarse la contestación que el entrevistado da: "Las guerras, por una lógica económica, están excluidas del futuro. Lo que no es previsible que haya de nuevo son guerras en el sentido convencional ni ejércitos tampoco" (que se lo pregunten a los irakies, serbios y kosovares... ).
 

CONDENSACIÓN DEL PENSAMIENTO DE PUNSET

Resumamos la postura de Punset. Su posición utópica computacional-comunicacional y basada en el conocimiento se resume en el Avance Tecnológico brutal e imparable que conduce a una Flexibilidad vital y al nuevo valor del Conocimiento: El Futuro es ahora demasiado incierto y no se puede imaginar, es científicamente imposible imaginarlo porque contínuamente nos están sorprendiendo los nuevos descubrimientos científicos. Esto provoca una actitud de flexibilidad y una mutación de nuestros valores. Cinco serían los valores de esta nueva etapa de la Historia de la Humanidad: [1] la participación, [2] la espiritualidad científica, [3] el fomento de la emocionalidad inteligente, [4] la importancia del tiempo, y [5] el cuidado de lo ecológico. Todos ellos se concretan en un Gran Factor: La Curiosidad, sinónimo de Búsqueda del Conocimiento: la nueva Sociedad es la del Conocimiento.

Estamos asistiendo al nacimiento y consolidación de un mundo profúndamente descentralizado y conectado, tecnologizado, desideologizado... donde el Conocimiento (su búsqueda, acceso y utilización) será el valor referencial de todas las acciones humanas, ya sean individuales, ya sean colectivas. El Valor Conocimiento y la importancia del sujeto como creador y constructor de esos conocimientos, permiten considerar el Pensamiento de Punset deudor de las tesis del Construccionismo (eso sí, un extraño construccionismo, entendido desde los medios tecnológicos de construcción de la real, y no desde el sujeto que crea en un medio social).

Por último, tengamos en cuenta como la Flexibilidad, Armonía en la Uniformidad, Descentralización y Nueva Moralidad serían las características del Nuevo Hombre y Mundo propugnado por Punset:

- FLEXIBILIDAD: La Flexibilidad se encontrará en todas las esferas de la vida : la mayoría de las personas tendrán una vinculación efímera con todas las organizaciones e instituciones, estando en ella únicamente para realizar proyectos concretos y mientras consiga satisfacer sus objetivos.

- ARMONIA Y UNIFORMIDAD: Una sociedad mucho más armónica, porque cuenta por primera vez con una base lingüística común ( el código binario) y una sintaxis común (la digitalización).

- DESCENTRALIZACIÓN: Una sociedad descentralizada, ya que cada sujeto podrá ser autor-constructor de sí, donde la tecnología internautica le permitirá plasmar sus dotes de creador, comunicarse sin control y saciar su sed de conocimiento y relaciones.

- NUEVOS REFERENTES MORALES: La desaparición de todas las ideologías, la dependencia ética de lo tecnológico virtual y el Hedonismo, Permisividad y Relativismo, propugnarían como moral la búsqueda del conocimiento y el avance de la Técnica.
Hora es ya de pasar a centrarnos en Fukuyama, paso previo para llegar a una síntesis o resumen de este tipo de pensamiento tecnologicista "post-moderno".
 

LA FORMULACIÓN DE F. FUKUYAMA DEL PENSAMIENTO ÚNICO: LA IDEOLOGÍA NEO-LIBERAL RADICAL Y TECNOLÓGICA.

¿CÓMO SURGE "EL FIN DE LA HISTORIA"?.

Recordemos 1989. Plena resaca de la matanza de Tiannamen y de los sueños democratizadores de la juventud universitaria china. Emigración por la puerta falsa de Checoslovaquia y Hungria de miles de alemanes orientales hacia las entonces llamadas Comunidades Europeas. Pocos meses faltaban de la caída del muro de Berlin y colapso de la R.D.A, y ya la mayoría de los regímenes comunistas de Europa Oriental o [1] empezaban a dejar el poder a las antaño perseguidas fuerzas democráticas (caso de Polonia), o [2] se convertían al nacionalismo excluyente para subsistir en el poder (caso de Milosevic y su proclama del Campo de los Mirlos en Kosovo, o del croata Tujman y su revitalización del nacionalismo croata ustachi), o [3] pretendían tímidas reformas y autocríticas (la Perestroika de Gorbachov) para intentar alcanzar ese "Socialismo de Rostro Humano" que fue aplastado por los tanques del Pacto de Varsovia en 1968, o -- por último-- [4] eran cada vez más conscientes de que sus días como fuerza dominante estaban a punto de cumplirse y que una "Revolución de Terciopelo" como la checoslovaca provocaría su derrumbe sin que nadie llorara la pérdida.

En este año, en el verano de 1989, un por aquel entonces oscuro funcionario de la administración estadounidense, publicó un artículo de título fácil ("The End of History?", ¿El final de la Historia?") e impresionante influencia posterior. La influencia fue tan grande que la inicial modestia del autor al colocar entre interrogaciones el título, fue pronto cambiada a una rotunda afirmación. El propio autor reconoce que esta amplia repercusión fue debida tanto a acertar con el título (fulminante y perfecta síntesis de sus planteamientos) como por aparecer en el momento oportuno, un momento de convulsión de la estabilidad dicotómica entre ideologías antagónicas que se había mantenido en Occidente desde hacía un siglo. Ya sabemos que cuando los referentes son puestos en entredicho es cuando más necesidades de explicación hay.

Los detractores de Fukuyama han intentado desde entonces tachar este opúsculo de Manifiesto del Liberalismo de final de siglo, la expresión de la "venganza" del Liberalismo contra el Marxismo. ¿Sería interesante comparar el artículo de Fukuyama con el "Manifiesto Comunista" de Marx y Engels (1848, 1997)? Quede hecha la pregunta.

Vamos a comentar inicialmente el artículo de Francis Fukuyama a partir de la reflexión que el propio autor ha hecho en "Pensando sobre el Fin de la Historia 10 años después" (1999 a), cuando el autor era ya profesor de Política Pública en la Universidad norteamericana George Mason.
 

CONCEPCIÓN DE LA HISTORIA EN FUKUYAMA RESPECTO A MARX: PROGRESO Y TECNOLOGIA

Sin ánimo de encuadrar rígidamente a Fukuyama, podríamos considerar que -desde un punto de vista ideológico-- se le podría clasificar al igual que Eduardo Punset dentro de los Utopistas Tecnológicos y, yendo incluso más allá, como un post(hiper)moderno tecnológico.

La tesis de Fukuyama no es nueva, y -paradójicamente para su autor-- sus opiniones sobre la Historia y su Fin (lo que es lo mismo que decir su sentido) es --como la de Marx-- radical y hegeliana.

Empieza Fukuyama aseverando que "la Democracia Liberal y la Economía de Mercado son las únicas alternativas viables para la sociedad actual". Esto es, "la Historia es direccional, progresiva y culmina en el moderno Estado Liberal". Fukuyama es hegeliano al partir --igual que Marx-- de una concepción de la Historia como "evolución progresiva de las instituciones políticas y económicas humanas", pero, "al contrario que los marxistas, yo afirmaba que este proceso de evolución histórica no culminaba en el socialismo, sino en la democracia y en la economía de mercado". El motor de la Historia para Fukuyama serían dos: "la evolución de las ciencias naturales y la tecnología, que establece bases para la modernización económica, [...], y la lucha por el reconocimiento que [...] exige un sistema político que reconozca los derechos humanos universales" (Fukuyama,1999 a).

Estas dos metas ilustradas (el Progreso conducido tanto por [1] la fe en la Tecnología como por [2] la creencia en una esencia del hombre que le obliga a perfeccionarse, al reconocimiento) son tan comunes a la mayoría de las Utopías de Occidente, que cualquier pensador moderno -incluso Marx-- estaría de acuerdo con ambas reflexiones de Fukuyama.

La creencia marxista en la influencia de la Tecnología se encuentra en el sistema ideológico de Marx cuando éste afirma que [1] la producción material y [2] las condiciones de la misma (su apropiación y su consecución gracias al estado de la tecnología) determinan la producción intelectual y el devenir de la Historia: "la producción económica y la estructura social que de ella se deriva necesariamente en cada época histórica, constituyen la base sobre la cual descansa la historia política e intelectual de esa época" (del prefacio de Engels a la edición alemana de 1883 del "Manifiesto Comunista", 1997). Fukuyama lo único que hace es apropiarse de esta creencia determinista de la Modernidad.

En cuanto a la lucha por el reconocimiento, suponemos que Fukuyama se refiere a que la Historia es fruto de los esfuerzos colectivos e individuales por alcanzar la plenitud de las capacidades y deseos humanos; con lo que también en este aspecto habría una cierta similitud con las propuestas marxistas. Para Marx y Engels, el trabajo permite el despliegue de las potencialidades humanas, siendo la apropiación del mismo por la burguesía lo que ha provocado la alienación del hombre. Así, en la terminología marxista, es el Problema de la Propiedad de los Medios de Producción el que determina las relaciones de clase en una comunidad y en un espacio-tiempo concreto: propiedad de los medios de producción y propiedad del trabajo. La burguesía -desde el peculiar punto de vista marxista-- sustentaría su poder en la propiedad de esos factores productivos, esto es, en su dominio sobre la Tecnología, con lo que la Historia estaría tanto influida por el estado de la tecnología en esa época histórica como por quién es el propietario: La Historia humana, reflejo del avance tecnológico. Al mismo tiempo, la Historia en la concepción marxista está dirigida hacía la Felicidad del Hombre (por eso, según Marx, cuando una clase convertida en elite alcanza sus objetivos debe ser sustituida por otra), felicidad que sólo se puede conseguir cuando el hombre es dueño de sí-mismo como medio de producción: es dueño de su trabajo y de las plusvalías que de él se obtienen: "en la sociedad burguesa, el trabajo viviente no es más que un medio de incrementar el trabajo acumulado, [mientras] en la sociedad comunista, el trabajo acumulado no es más que un medio de ampliar, enriquecer y hacer más fácil la vida de los hombres. [...] En la sociedad burguesa el capital es independiente y tiene personalidad, mientras que el individuo que trabaja carece de independencia y de personalidad" (Marx y Engels, 1848, 1997, p.42). Con lo que Marx afirma que la Historia la dirige el hombre con el propósito de alcanzar el reconocimiento de sus derechos inalienables como persona: en los "Manuscritos económico-filosóficos", Erich Fromm (1962) encuentra esta concepción marxista del hombre ilustrada y "rousseauina".

De este modo, la rotunda aclamación que hace Fukuyama de la Determinación Tecnológica bebe de las fuentes de los grandes mitos modernos - racionales: el del Progreso sin Fin y el del Poder determinante de la herramienta a la hora de influir en la Historia Humana. Otra cosa es la intención (acción a realizar) que pretende Fukuyama de estos postulados.
 

LOS ELEMENTOS DEL NEO-LIBERALISMO TECNOLÓGICO DE FUKUYAMA

Si el paradigma fukuyamiano es como el marxista (y la mayoría de los planteamientos modernos) mecanicista, veamos cual es la tesis diferencial de Fukuyama. El autor se autositúa en las antípodas del Marxismo al abogar por un Neoliberalismo Tecnológico cuyos principales elementos serían:

- (Neo-Liberalismo como Ideología de la Legitimación Sustantiva.
- (Neo-Liberalismo como Ideología de la Mundialización Tecnológica.

Para Francis Fukuyama, existiría una lógica de evolución en la Historia Humana que conduciría a los países más avanzados hacia la Democracia y los mercados liberales, o lo que es lo mismo, la Historia se conduce hacia un proceso indefinido de mundialización-liberalización (=globalización). Fukuyama (1999 a) indica dos razones por las que el Liberalismo es la Ideología del Final de la Historia:

Es la única cuyo poder está verdaderamente legitimado. No hay una alternativa de modelo de desarrollo viable a la que pregona el Liberalismo, puesto que es el único sistema ideológico cuya autoridad puede subsistir. El Liberalismo es la ideología de la Legitimación Sustantiva.

Es la única que se adapta a los requisitos de progreso tecnológico de la mundialización. El Liberalismo es la Ideología de la Mundialización.

Veamos primero porqué está legitimado el Liberalismo, cual es su legitimación según Fukuyama.
 

LIBERALISMO COMO IDEOLOGÍA DE LA LEGITIMACIÓN SUSTANTIVA EN FUKUYAMA:

BREVES NOTAS SOBRE IDEOLOGÍA Y LEGITIMACION: LA CONSTITUCIÓN LIBERAL COMO INSTRUMENTO DE LIBERACIÓN.

Recordemos la definición de Max Weber: la Ideología como un tipo ideal o cuerpo de conceptos teóricos que permite y facilita el análisis y la comparación de la conductas en distintos contextos sociales. Así, la Ideología permite a los sujetos explicar el mundo y las relaciones de poder que en él se producen, con lo cual hablar de lo ideológico es preguntarnos por el significado que los individuos y colectividades dan a sus acciones y conductas en sociedad. Para Weber, el sujeto necesita crear ideologías que le permitan encuadrar en conceptos generales esas relaciones de poder que observa en la Realidad. Desde este punto de vista, cualquier ideología es una justificación del Poder: la Ideología descansaría en la justificación que los sujetos dan a las formas de dominio entre los hombres, de modo que toda ideología sería un intento de explicar cuál es la fuente de autoridad, porqué lo es y cuáles son sus características. (Garvía, 1998, p.59 y 109 y ss.). Aunque no venga al caso, no hace falta avisar que esta concepción de Ideología como variable independiente sobre la variable dependiente "condiciones del medio social" (por ejemplo el estado de la Tecnología) no es una tesis totalmente aceptada, sobre todo por el pensamiento de tradición marxista; de todos modos ni el mismo Weber ni Marx se sentirían a gusto en una clasificación que les situase como contrarios: la influencia de lo tecnológico sobre lo ideológico es, al menos, tan fuerte como la de lo ideológico sobre lo tecnológico. Sin embargo, SI queremos utilizar aquí el marco de análisis de Weber puesto que -en nuestra opinión-- permite explicar mejor como toda ideología se puede definir en función de la legitimidad sobre la que se asienta, o sea, en función de cómo ésta explica el porqué unos mandan y los otros obedecen.

Como sabemos, tres tipos ideales de legitimación o dominación política existen para Max Weber:

- Legitimación Carismática, o aquella donde la autoridad está "justificada por las características del líder y aceptada por los súbditos en función de su fe en él" (Peiró, 1990, p.77 y ss.). En este caso, "existe la disposición a obedecer a un líder en virtud de sus cualidades personales aparéntemente de origen extraterrenal" (Garvía,1998, p.59). Este tipo de legitimidad es propia de los líderes-profetas o salvadores tipo Führer,Duce, Gran Timonel, Conducator, Generalisimos varios, etc...
- La Legitimación Tradicional "legitima el poder del jefe en el pasado y en el status heredado"(Peiró, 1990, p.77 y ss.). Se obedece "en virtud del respeto a la tradición, cuyas normas sirven para identificar a los que pueden mandar, así como para limitar el alcance y contenido de sus mandatos" (Garvía,1998, p.59).
- Legitimación Legal que sería la que "se asienta en la Ley , en el asiento racional y normativizado de la experiencia y práctica humana.

Naturalmente estos tres tipos de legitimación del Poder no se suelen dar de forma aislada, sino que tienden a mezclarse, de modo que --por ejemplo-- la Dominación Carismática pretende al poco de constituirse ser tanto fruto de la Tradición como respaldada por una legitimidad construida ex profeso (caso de los regímenes dictatoriales occidentales desde el siglo XIX). A su vez, la Legitimación Racional busca afianzarse en el presente promoviendo el carisma del líder electo, y --al mismo tiempo-- conectar con el pasado de la comunidad referenciándose a la Tradición (caso del actual régimen parlamentario monárquico español).

Esta tendencia a la justificación tradicional o carismática del elegido fue una de las principales causas por las que en una de las primeras Constituciones Liberales del mundo (y la única aún vigente: la de los EE.UU de 1776) se estableciesen férreos mecanismos de control del Ejecutivo (el individuo elegido) por el Legislativo y Judicial (expresión de la Racionalidad en cuanto movidos ambos a la satisfacción del interés común). En el Derecho Constitucional, la Constitución de U.S.A. es paradigma de los ordenamientos jurídicos anglosajones liberales, que promueven la protección de la propiedad del burgués, o sea, de los derechos individuales de la persona frente a la supuesta tiranía de los Poderes Públicos; en contraposición a ellas, las constituciones denominadas "continentales" admiten la importancia de los derechos sociales y la promoción de los mismos por el Estado (tipo Constitución Española de 1978).

Si observamos como está construida esta obra magistral del Liberalismo político --la Constitución Norteamericana de 1776--, nos percatamos en primer lugar de su brevedad: apenas 7 artículos (sin incluir las enmiendas) y 14 hojas en la presentación que Pi i Margall (1876, 1987, pp.280-293) hace de la misma, una brevedad y simplicidad que --para muchos-- es causa de su longevidad, y que un pensador tan sagaz como Pi i Margall ya aplaudía hace más de un siglo. Lo más interesante es comprobar como esta constitución es profundamente racionalista: se detiene en especial en el cuerpo legislativo, su forma de elección y sus competencias (Artículo I); a este cuerpo legislativo --expresión del poder e interés popular-- se le arrogan competencias extremas de control del poder ejecutivo: así, en el Artículo II, referido al Ejecutivo, la mayor parte del mismo indica no tanto los poderes del Ejecutivo sino la forma en que éste está controlado por el Legislativo (Artículo II, Sección 1ª, párrafos 5, 6 y 7; secciones 3ª y 4ª.). De igual modo, el tercer artículo referido al Poder Judicial, acepta la posibilidad de que decisiones del mismo puedan ser modificadas pero sólo por el Legislativo, nunca por el Ejecutivo (Artículo III, Secciones 2ª y 3ª). Así, la Constitución U.S.A de 1776 pretende salvaguardar la legitimidad racional del Poder Político y proteger la "naturaleza libre" del ser humano de los dictados del Estado. Correspondería este liberalismo a una creencia en la esencia del hombre como ser dotado de libertad (una libertad natural) y un prejuicio ante todas las formas culturales y sociales de restringir tal libertad, un derecho innato a no verse constreñido el sujeto y sus creencias (¿ideología?) por los imperativos técnicos, sociales, ambientales,etc... del Medio.

Esta concepción fuertemente liberal impregna también el pensamiento de Fukuyama: como lo importante es el sujeto individual y todo lo demás debe estar sometido a él, la Ley sólo es legítima en cuanto sirve para tal fin; observemos que esta consideración supone apostar por dos de los supuestos en que se basa el Pensamiento Moderno: el Progreso conducido tanto por [1] la fe en la Tecnología (el Medio Racional, el Instrumento ya sea maquinaria o texto legal) como por [2] la creencia en una esencia del hombre que le obliga a perfeccionarse, al reconocimiento. Ahora bien, ¿considera Fukuyama estos dos presupuestos en pie de igualdad o subordina el segundo al primero?. Más adelante volveremos sobre esta cuestión.
 

LA LEGITIMACIÓN SUSTANTIVA

Además de las tres legitimaciones de Weber, Garvía (1998) afirma otro cuarto tipo de Legitimidad: la Sustantiva. La Legitimación Sustantiva sería aquella previa a las otras tres (la carismática, la tradicional, la racional), y que sería condición necesaria para que se pudiera producir cualquier legitimación: "para la estabilidad y continuidad de la dominación política, [...] resulta necesario que los líderes políticos sean capaces de resolver los problemas básicos de la sociedad (la defensa de las fronteras, la satisfacción de las necesidades básicas, la seguridad en las calles, etc... )" (Garvía,1998,p.60). Sin ella, cualquier otro tipo de legitimidad no funcionaría. Este tipo de legitimación estaría en la base de la ideología social-demócrata, su propuesta del "Estado del Bienestar" y la mayoría de las ideologías reformistas centristas: el Poder no puede ya descansar ni en el carisma del líder, ni en la tradición, ni siquiera en la concertación racional y democrática de los sujetos, sino que se legitima en cuanto está al servicio del grupo, del individuo y sus necesidades. Con lo cual, y esta es una conclusión esencial acerca del Sistema de Valores dominante en al "Ámbito Occidental de Pensamiento", los instrumentos e instituciones se legitiman por estar al servicio de los administrados, ciudadanos o contribuyentes. De este modo, lo valioso o apreciado será aquello que procure la Felicidad (el Utilitarismo de Stuart Mill) del mayor número de sujetos de la Comunidad.

¿POR QUÉ ES EL LIBERALISMO IDEOLOGÍA SUSTANTIVA?
ALTERNATIVAS ACTUALES AL LIBERALISMO COMO IDEOLOGÍA SUSTANTIVA

Es el Sustantivismo como fuente de legitimidad el que --para Fukuyama-- ha permitido al Sistema Ideológico Liberal-Democrático subsistir frente a sus competidores, por cuanto las relaciones de poder ya no se justifican por la Tradición, el Carisma o la Ley, sino en cuanto el poder del dominante debe estar al servicio de los deseos y demandas del dominado; de este modo la Autoridad se fundamenta en ser Oferta de la Demanda: la oferta está en función de la demanda, como dijo el economista liberal del XVIII Say. Así se explicaría que la ideología comunista-estatalista, aunque tuviera una legitimación racional (la explicación dialéctica y materialista de la Historia) no haya conseguido sobrevivir, puesto que no pudo obtener la verdadera legitimación: la de llegar a satisfacer las necesidades de "bienestar" (no sólo económico) de sus subditos. Claro que nosotros podríamos decir que fue el empuje del movimiento socialista y la constatación de las contradicciones del sistema capitalista industrial del XIX, el que condujo a la Legitimación Racional-Liberal a reconvertirse a una Sustantiva. La Legitimación Racional-Marxista no lo consiguió y por ello fracasó.

Esta es una idea básica en el discurso de Fukuyama: el Liberalismo ha triunfado sobre el Marxismo-Estatalismo porque ha sabido ir más allá de la Legitimación Racional y asociarla a la Sustantiva. Lo que es lo mismo que decir que el Liberalismo ha conseguido conectar con -y así satisfacer--- el Valor Esencial de los sujetos cual es el de la Felicidad. Mas, ¿qué es la Felicidad? Sin ánimo de introducirnos en los vericuetos de las diversas Teorías sobre la Felicidad (desde las más radicalmente behavioristas, a las basadas en el Equilibrio, o la concepción pragmática de Stuart Mill de la Felicidad como aquello apreciado más y mejor por el mayor nº posible de sujetos), si sería conveniente considerar el Valor Felicidad desde otros puntos de vista: creemos que una de esas nuevas perspectivas sería la de tomar la Felicidad como aquella consecuencia y -a la vez-causa de la Salud o Madurez. A este respecto volvemos a citar nuestro artículo "La propuesta biopsicosocial del ciudadano sano" (García-Hernández,1998): el ciudadano sano es feliz; la ciudad sana crea ciudadanos sanos y la primera sólo puede ser creada por estos últimos.

Volviendo al hilo de la argumentación sobre el Liberalismo como Ideología de la Legitimación Sustantiva, una vez desaparecida (o puesta en entredicho) la ideología marxista-comunista-estatalista, ¿cuáles son las alternativas ideológicas -y por tanto valorativas-- que han surgido a la Ideología Liberal Dominante?. Fukuyama (1999 a) indica tres:

- Autoritarismo Blando asiático: Propio de las naciones emergentes del Arco del Pacífico (desde Corea del Sur a Indonesia, pasando por Taiwan). Para Fukuyama, ha sido la más importante oposición al Liberalismo, al intentar basar su legitimidad en el avance económico, o sea en aquella legitimación sustantiva basada en la satisfacción de las necesidades más económicas. Sin embargo, según Fukuyama en estos casos las verdaderas fuentes de legitimación han sido la tradicional y la carismática, y la racional aún está en ciernes: por eso ha sido tan frágil a los vaivenes económicos y a los especuladores (Verano de 1998), con lo que no se ha podido afianzar una verdadera legitimidad sustantiva entre la población. Este modelo de desarrollo asiático considera Fukuyama que subsistirá en cuanto converja hacia el liberal-occidental. Desde nuestro punto de vista, al no haber una completa legitimidad sustantiva, la legitimidad racional corre serio peligro de no poderse afianzar, con lo que ello trae consigo de que los Valores Tecnológicos no encuentren un contrapeso fuerte en Valores Racionales Democráticos. Un caso particular del modelo asiático sería el chino: el autoritarismo duro basado en la salvaguardia de la tradición (la comunista y la confuncionista) convive con un autoritarismo ¿cada vez más blando? basado en una legitimidad sustantiva; el primero en el medio rural del interior de la nación, el segundo en las urbes costeras: es lo que Deng Xiao-Ping denominaba "una nación, dos sistemas". Fukuyama no comenta la particularidad china; en nuestra opinión, justamente por ser un tipo particular no se podría considerar como antagonista del Liberalismo, sino como un modo concreto de desarrollo en una sociedad compleja, anclada entre una cultura milenaria y con expectativas de ser primera potencia durante el siglo XXI. Mientras subsista con fuerza el Sistema de Valores Tradicional confuncioniano habrá un contrapeso a los Valores Tecnológicos, puesto que no parece cuando escribimos estas líneas que puedan subsistir -quitando el caso especial de Hong-Kong-- valores racionales democráticos. De modo que el caso chino nos indica que es posible perfectamente que conviva el Liberalismo como Ideología Sustantiva con otras fuentes legitimadoras del Poder (tradición), debiendo pagar ese "liberalismo" el peaje de ser sólo económico. Así, ¿porqué no considerar que el caso chino indica que el Fin de la Historia tan alegremente anunciado puede ser la derrota del verdadero Liberalismo gracias a su perversión en sólo un sistema ecónomico?.

- Neobolchevismo nacionalista de la antigua U.R.S.S y alguno de sus satélites: Esta nueva "ideología" sería --más que un corpus integrado teórico-- el resultado de intentar salvar el poder por la elite dominante (la "nomenklatura") tras la debacle comunista del quinquenio 1989-1993. En nuestra opinión, basa su legitimidad en una extraña mezcla de tradición, carisma y racionalismo-marxista. Decimos extraña por cuanto 70 años de Totalitarismo han provocado la paradoja de que un sistema ideológico y valorativo como el marxista (basado en la dialéctica del progreso y la revolución constante) se haya institucionalizado tanto física como mentalmente. Esa institucionalización, junto con la constatación de los desastres (económicos, ecológicos) que ha provocado la estatalización a ultranza, habría llevado a este sistema a buscar una nueva fuente de legitimidad para sobrevivir tras el colapso: el carisma del líder como soporte de la idiosincracia cultural e histórica del grupo, o sea, la unión de mesianismo y nacionalismo; pero, eso si, sin haber renunciado oficialmente al discurso racionalista (Putin es paradigmático: duro conductor de los ejércitos que salvan Rusia de los terroristas chechenos, pero fino gestor económico). Alumnos aventajados de este transformismo han sido, más que los líderes de la antigua Unión Soviética, los de la fenecida República Federal Yugoslava. Es destacable la reflexión de Malakhov et al (1993) en su artículo "Psicología Económica ante la implantación de un nuevo sistema socio-económico", sobre la necesidad de la Psicología de ayudar a promover un cambio ideológico en el antiguo ciudadano soviético que le permita acomodarse al sistema económico capitalista y al democrático liberal, y así "desinstitucionalizarse" de la ideología marxista. Una desinstitucionalización que debiera favorecer el afianzamiento de un cuadro de valores basados en una legitimación del poder sustantiva, racional y democrática.

- Teocracia islámica: Su legitimidad y sistema de valores se fundamentarían en la tradición y en un nacionalismo que es en última instancia anti-racionalismo y --por derivación-- contrario a los postulados de la Cultura Occidental. La Tradición, en este caso, tiene un fuerte componente religioso. Fukuyama no da importancia a esta ideología, quizás porque consideré que más que ideología (en el sentido de creencias acerca del modo en que debería organizarse políticamente una sociedad), es subordinación de lo político al imaginario religioso. Aquí si creemos que Fukuyama infravalora las posibilidades de coexistencia entre una legitimación y sistemas de valores tradicionales-islámicos y una legitimación racional: el reciente caso de Irán , con el creciente deseo de gran parte de su población de crear una legítima democracia sin abandonar las directrices religiosas, nos indica que -sea cual sea el resultado de este intento-- la evolución ideológica y valorativa en los países islámicos no debiera minusvalorarse o simplificarse hacia el Fundamentalismo.

Ya que la concepción de Fukuyama está influída por Samuelson y su Teoría de las Civilizaciones como placas tectónicas que chocan en puntos de fricción, parece olvidar nuestro autor ciertos bloques culturales-políticos, singularmente dos: el latino-americano y el africano. Suponemos que esto es así porque da por sentado dos hechos: primero, que el primer bloque sigue la estela reaganiana del Liberalismo Económico y Político desde mediados de los ochenta; y --segundo-que Africa no tiene un modelo ideológico único sino que el norte africano se adscribiría a la Teocracia islámica combinada con dosis variables de nacionalismo según los países, mientras el Africa sub-sahariana sería una "caja negra" en cuanto a la cuestión ideológica: más que planteamientos ideológicos racionales tendríamos que hablar de tribales, basados en el carisma o la tradición. Creemos nosotros que una muestra del eurocentrismo ideológico de los pensadores occidentales -y Fukuyama lo es-- es que consideren que ni Africa ni LatinoAmerica pueden dar lugar a un marco ideológico propio: en la revista "El Viejo Topo" (1999, nº 128, pp.34-45.) se describen dos de las experiencias democratizadoras más singulares de esta época milenarista: el Movimiento Sin Tierra (un movimiento asambleario y cooperativista agrario brasileño que agrupa a casi 200.000 personas asentadas en 50.000 km2), y el Presupuesto Participativo (la utilización del entramado de la sociedad civil para determinar el presupuesto municipal de Porto Alegre, una ciudad también brasileña de más de 1.300.000 personas); en ambos casos, la legitimación es sustantiva, pero no basada en una jerarquización de las relaciones (o sea en la autoridad) sino en la cooperación.

En resumen, para Fukuyama la "batalla" entre los diversos bloques culturales-políticos (el neo-bolchevista, el islámico, el asiático, el liberal-occidental, ... ) se ha decantado por la victoria del Liberalismo, por cuanto es el único que ha evolucionado hacia la legitimación sustantiva sin perder su base racional: la Ley al servicio de las necesidades de los ciudadanos. Lo que Fukuyama no tiene en cuenta -a nuestro entender-- es que:

No es el Liberalismo la única legitimación sustantiva del Poder y de los Sistemas de Valores, sino que una legitimación sustantiva (eso sí, la que en nuestros tiempos ha alcanzado la "victoria") es el Liberalismo. O lo que es lo mismo que decir que la Historia no tiene ese Fin que tan pretenciosamente quiso ponerle Fukuyama en 1989.

Si el Liberalismo ha triunfado y también su Sistema de Valores (basados en el valor Libertad), eso no quiere decir que el valor Libertad sólo pueda encarnarse en el Liberalismo, sobre todo si consideramos que ya no se puede considerar valor patrimonio de una sólo ideología, al igual que tampoco lo es el valor Igualdad de las ideologías socialistas.

Por último, si la única legitimación es la sustantiva basada en procurar la Felicidad del mayor número de sujetos intentando resolver sus problemas cotidianos, ¿podemos hablar de Fin de la Historia cuando el Desarrollo Tecnológico soluciona los viejos problemas pero abre nuevos e inquietantes dilemas, desde qué hacer con el genoma humano a cómo utilizar las Nuevas Tecnologías de la Información para que no agranden la ya de por sí gran brecha entre los "ricos en información" y los pobres en la misma?.
Por último una reflexión. Si en China prima el Liberalismo económico sobre el político, si Rusia es liberal en lo económico y cada vez más nacionalista y reaccionaria en lo político, si en el Mundo Arabe conviven la autarquía y la liberalización en lo económico con la democracia "islámica" y la teocracia en la Política, si América Latina puede que esté creando un modelo propio político, y si la Libertad de Mercancías coexiste sin vergüenza con la Marginalización de los inmigrantes en Europa, ¿¡ De que tipo de Fin de la Historia y Triunfo del Liberalismo estamos hablando !?.
 

LIBERALISMO COMO IDEOLOGÍA DE LA MUNDIALIZACIÓN:
EL PAPEL DE LA TECNOLOGÍA EN EL PENSAMIENTO DE F.FUKUYAMA.
TECNOLOGÍA Y MUNDIALIZACION

La primera razón por la que el Liberalismo ha subsistido como ideología mundial era el ser la Ideología de la Legitimación Sustantiva; pero Fukuyama apunta una segunda razón: el Liberalismo es la única ideología que es capaz tanto de promover como de aceptar la mundialización que el desarrollo tecnológico promueve.

Para Fukuyama (1999 a), "la mundialización actual está respaldada por la revolución en la tecnología de la información [...]. Estos cambios dan autonomía a los individuos y son profundamente democratizadores en muchos niveles. Ningún país puede hoy desconectarse [...]". Esto es, el desarrollo tecnológico provoca tanto la extensión del ideario liberal como la necesidad para las sociedades que quieran desarrollarse tecnológicamente de introducir los postulados liberales-democratizadores en su acción política y de libremercado en el ámbito económico. Este es el ideario que desde los tiempos del ilustrado Rey Guillermo de Prusia en el s.XVIII tiene cualquier tecnócrata: "primero el desarrollo económico que luego vendrá por añadidura el político y democrático" (¿y si no viene??).

Fukuyama, no sabemos si por propia intención o por una cuestión de traducción del original en inglés, asemeja Mundialización a Globalización. Como Jean-Michel Gaillard ha distinguido en un conciso y documentado artículo (1998, p.28), una cosa es el fenómeno antiguo y creciente de la mundialización económica (la economía-mundo), y otra bien distinta la Ideología de la Globalización. "Por su naturaleza y desde sus orígenes ,el hombre es intercambio y mercado, productor y consumidor; [...] está en búsqueda incesante de necesidades que satisfacer, de beneficios que conseguir, de ventajas por explotar, [...] de transformar su curiosidad en mercancía. La mundialización tiene como mínimo cinco siglos de existencia, [...] cuando Europa se lanzó al descubrimiento del mundo y acometió estructurarlo en su beneficio; [...] así entre 1500-1800 se instala una economía mundializada". Recuerda Gaillard que para Keynes "la internacionalización de la vida económica era entonces casi completa", a finales del siglo XIX, cuando las relaciones comerciales habían ya producido una interdependencia entre todas la naciones de la época. ¿Qué sería entonces la Globalización?. Gaillard (1998, p.30), da la respuesta al enfatizar que hoy en día, "queda planteado --como en 1914-- el problema de la gestión (de la mundialización)": unos partidarios del darwinismo económico y de una gestión salvaje y liberal de la misma; otros --partidarios de un gobierno económico y financiero multilateral del mundo-- prefieren una gestión de la mundialización politizada y regulada. Así, nadie es capaz de parar la imparable mundialización , "la aceleración de un proceso antiguo y estructural" como la vida misma; la lucha --quitando a los utópicos que reaccionan con lo que se podría llamar un pensamiento eco-fascista (El Viejo Topo, nº114, Enero 1998)-se centra en el tipo de gestión a utilizar con ella. Así, el Neo-Liberalismo --con la excusa de no poner puertas al campo-- intentaría que esa mundialización permitiera seguir manteniendo el actual status-quo entre aquellos países que antes mundializaron su economía --y por eso son ahora dominantes-- y aquellos otros que durante siglos han existido sólo para procurar el beneficio de Europa y su Civilización. Esto es, la mundialización liberal es ideológica en el sentido de que expresa un "conjunto coherente de ideas, creencias y prejuicios relacionados entre sí que --aunque han sido elaborados por un grupo o un individuo aislado-- pretenden influir de manera general sobre la organización y el ejercicio del poder en una sociedad" (Molina y Sotelo, 1998, p.62): influir para que las relaciones de colonialismo sigan subsistiendo ad aeternum bajo otros ropajes, por ejemplo afianzando las patentes y restringiendo las transferencias tecnológicas de última generación a las naciones más desasistidas.

Fukuyama es liberal a la antigua usanza porque considera --a la manera del optimismo de Adam Smith-- que el mercado por si mismo se autorregula y que todos los intereses individuales de las naciones se anulan en un interés común planetario. La difusión de la Tecnología es -como la mano invisible de Smith-- consustancial al Mercado, pues éste por su propia naturaleza tiende a ser global: el problema, en nuestra opinión, no es que la Mundialización sea un proceso histórico (que lo es) sino el quién y con que objetivos (ideología) la administra. O lo que es lo mismo que preguntarnos, ¿cuáles son los valores que tienen los que administran la Mundialización, y cuáles quieren promover al administrar la misma?
 

TECNOLOGIA Y EVOLUCION HUMANA.

La Tecnología tiene otra función en la tesis de Fukuyama: no sólo apuntalar y provoca la mundialización-globalización, sino que es --junto con la tendencia natural del ser humano a su "reconocimiento" o autorrealización-- el otro motor de la Evolución Histórica e -incluso--- de la transformación del ser humano. Para Fukuyama (1999 a) es la Tecnología la que conseguirá acabar con la Historia Humana tal y como la entendemos; en este sentido afirma lo mismo que Neil Postman (1994) sólo que desde una perspectiva optimista: mientras Postman lamenta que la revolución tecnológica acabe con el legado racionalista de la Ilustración, Fukuyama ve en esta revolución la auténtica oportunidad para saltar de una vez por todas sobre la idea de Historia como lucha por la supervivencia humana.

Es en la única autocrítica a su razonamiento que hace F.Fukuyama a su planteamiento original de 1989, cuando más explícitamente se afirma el racionalismo-instrumental tecnológico de la ideología neo-liberal que propugna: "sólo uno de los cientos de analistas que discutieron The End of History ha comprendido su verdadera debilidad: La Historia no puede terminar puesto que las Ciencias de la Naturaleza actuales no tienen fin, y estamos a punto de alcanzar nuevos logros científicos que, en esencia abolirán la humanidad como tal [...]. El carácter abíerto de las actuales Ciencias Naturales indica que la biotecnología nos aportará en las dos generaciones próximas las herramientas que nos van a permitir alcanzar lo que no consiguieron los ingenieros sociales del pasado. En ese punto, habremos concluído la Historia Humana porque habremos abolido los seres humanos como tales. Y entonces comenzará una nueva Historia Posthumana" (Fukuyama,1999 a)

¿Cómo explica el autor el cambio del Fin de la Historia al Comienzo de la PostHistoria?. Fukuyama intenta en el artículo - rectificación de 1999 hacer pasar el testigo como motor de evolución histórica de las tecnologías "duras" o físicas a las actuales tecnologías "blandas" o virtuales, con lo que pasa a afirmar lo contrario que exponía en 1989:

En "El Fin de la Historia", Fukuyama da la victoria a la visión del mundo liberal sobre la marxista, con lo que la Historia Humana ha terminado al concluir la dialéctica que la gobernaba: "cautivo y desarmado el ejercito.... la guerra ha terminado".

En "Pensando sobre el Fin de la Historia 10 años después", la Historia Humana acaba porque la Tecnología está consiguiendo superar las limitaciones de la naturaleza humana, y está en ciernes un nuevo ser --heredero del hombre-- al que podríamos denominar Post-Hombre.

Mientras en el primer texto, acaba la Historia Humana pero continúa el Hombre (el hombre en su acepción racionalista), en el segundo la Historia concluye porque ya no existe ese Hombre. Nos podríamos preguntar (y Fukuyama no lo responde): entonces, ¿qué tipo de persona surge?, ¿cuáles son las características (valores, personalidad, ideología) de ese nuevo tipo de Hombre?, ¿son acaso la de un sujeto tan tecnologizado que sus sentidos son sus instrumentos, y su personalidad depende tanto del instrumento que en realidad se confunde con éste último?. Postman (1994) y Sartori (1998) contestarían afirmatívamente a esta última pregunta.
Este cambio de tercio nos parece más una auto-justificación que un desarrollo creíble de su teoría. O, ¿es que acaso en 1989 todo el mundo estaba convencido de que en menos de 10 años estaríamos incrustados de lleno en la Era de la Tecnología Virtual, con la implantación masiva de una Red de Comunicación Mundial (Internet), la popularización de la informática o los avances en la investigación genética (o transgénica como también se la denomina)?. Además, ¿porqué pretende disculparse?. Quizás porque en 1989 acertó con el título y la tesis, pero en 1999 el mismo se da cuenta de que tenía puntos débiles: para acabar con los mismos, recurre a un ingenioso planteamiento: no es la Historia la que acaba, sino la Historia del Hombre. Así pretende Fukuyama terminar con la concepción hegeliana de la Historia como progreso, para dar paso a otra concepción de historia también progresiva pero cuyo sujeto ya no es el Hombre sino la Tecnología. Fukuyama, suponemos que sin saberlo, se convierte en un defensor de la Tecnópolis de Neil Postman (1995) y la Telepolis de Javier Echeverría (1999), la hiper-conectada sociedad-ciudad cuyo único valor referente y estructurador es lo tecnológico.
 

FINAL: ECONOMICISMO, LIBERALISMO Y MISOGÍNIA EN FUKUYAMA

El economicismo de Fukuyama, la reducción de lo social, político, individual e incluso ético a la esfera de lo económico y lo tecnológico es una constante en el pensamiento liberal de nuestros días: recordemos los postulados del premio Nobel Gary Becker sobre los fundamentos económicos del comportamiento humano, o las ideas del también Nobel Milton Friedman y su Escuela de Chicago.

Esta fe sobre la interrelación entre la economía y la sociedad se pone de manifiesto en libros y artículos de Fukuyama que inciden en los cambios sociales que provocan los económicos. Así en un artículo publicado con ocasión de la aprobación de la píldora anticonceptiva en Japón (1999 b), Fukuyama alerta sobre el problema social que tal hecho provocará: se socavará el tradicional domínio masculino, las bases de la estabilidad familiar y --con ello-- las del peculiar modo productivo paternalista y grupal de los trabajadores nipones. Tanto el sistema económico como el político y el social se verán influidos: las mujeres tendrán más poder, más capacidad de decisión, y reclamarán unos derechos hasta ahora vedados, lo cual provocará tensiones en todos los ámbitos de la sociedad. En otro libro de reciente publicación, Fukuyama (1998) incide en la misma idea: la emancipación femenina y la llegada al trabajo remunerado de millones de mujeres, crea problemas en cuanto trastoca el orden social vigente y el rol milenario de los hombres como especialistas del trabajo; para Fukuyama, si el desarrollo histórico y el económico se mueven hacia la especialización, todo aquello que promueva el fin de la especialización natural (hombre=caza((mujer=procrea) es peligroso para el sacrosanto equilibrio social y mundial.

Lo chocante es que estas últimas reflexiones de Francis Fukuyama sean meramente económicas, y el autor no tenga en cuenta el papel de liberación y progreso humano que --a corto, medio y largo plazo-- tiene la integración laboral (y quien dice laboral dice política) de más de la mitad de la Humanidad.

Imaginamos que a Fukuyama, en esa visión histórica finalista que tiene, no le sienta muy bien que el Paradigma Paternalista de Dominio (Milbrath,1990) sobre el que se ha basado la expansión económica occidental, ese paradigma que el cree es la culminación de la Historia Humana, empiece a estar en peligro por una nueva visión cooperativa y "femenina" de las relaciones sociales, políticas y personales. En una época en que la Tecnología bien empleada puede ayudar a terminar con el predominio de un sexo sobre el otro y con las ideas que el dominante ha impuesto durante milenios a sus propios miembros y a los del otro sexo, parecería como Fukuyama no puede admitir que ni la Historia Humana ha acabado ni la Tecnología acaba con el Hombre.
Sus razones tendrá para ver sólo lo que quiere ver.
 

RESUMEN: EL FINAL DE LA HISTORIA COMO UTOPIA TECNOLÓGICA DEL PENSAMIENTO OCCIDENTAL.
LA VICTORIA DE LA RAZÓN COMO LA UTOPIA OCCIDENTAL.

Si se acepta una concepción de la Historia como combate entre ideologías, cuando el enemigo ha desaparecido y sus ideas han quedado desacreditadas, la Historia ya no tiene razón de ser. Esta concepción dialéctica de la Historia es de naturaleza hegeliana marxista, pero ha sido --paradójicamente-- reformulada por el Neo-Liberalismo. La concepción inicial marxista suponía que, vencida la clase burguesa por la proletaria, ya no quedaría más que una única clase, con lo que la Historia habría llegado a su punto de inflexión. La nueva concepción liberal del Fin de la Historia -ejemplificada por F.Fukuyama y E.Punset-- cree por el contrario que al haberse producido la debacle del modelo estatalista-marxista ejemplicado en los estados comunistas, ya no queda más que un único modelo aceptado de desarrollo de las comunidades: el que propugnan las leyes de la competencia, tanto en sus variantes económicas ( el libre mercado) como políticas (la democracia representativa). Esta pretensión por parte de las dos corrientes antagónicas (marxismo-liberalismo) por certificar la muerte del otro, nos habla bien a las claras de que el pensamiento occidental es dialéctico a fuer de ser racionalista, y viceversa. Al final, la Historia del Pensamiento Occidental van a ser notas a pie de página a las obras platónicas (a su dialéctica) y aristotélicas (a su empirismo y racionalismo)... .

¿Por qué esta aspiración del pensamiento humano por intentar llegar a un final feliz? Quizás porque todas las ideologías en realidad son praxis de utopías. Luego, estudiar la Ideología supone conocer cual es la utopía sobre la que se asienta, el paraíso que pretende alcanzar.

¿Cuál es el paraíso que busca la Era de la Razón, esta era en la que estamos instalados desde la Ilustración y las Revoluciones de finales del s.XVIII? Aquel en el que el hombre sería feliz --pleno en sus capacidades y deseos-- puesto que ya no estaría determinado ni por sus limitantes biológicos ni por los límites provenientes de la Naturaleza, un paraíso al que se llegaría mediante el uso de la Ciencia y la Técnica. Y esta concepción es propia tanto del pensamiento marxista como del liberal: en este sentido, el Pensamiento Occidental heredero de la Epoca de la Razón --en sus dos variantes o modelos ideológicos, el liberal smithsoniano y el socialista-marxista-- es expresión de un Paradigma "Paternalista Dominante" (Milbrath,1990). Este paradigma se basa en la concepción del mundo como lugar donde poder actuar y al que poder dominar mediante la Tecnología: el mundo está sólo para el hombre, y la única razón de existir de la Tierra es que es el paraíso donde debe hacerse el Hombre un Dios (Judaísmo, Cristianismo...).

Esta concepción instrumental de la Historia y el Desarrollo Humano es peligrosa: ¿Qué ocurre cuando el medio (el instrumento) se transforma en meta y se olvida su función original? Surge una Sociedad Tecnologízada, un Mundo Feliz donde la Cultura (y Felicidad Humana) se reduce a los parámetros y posibilidades que ofrece la Ciencia y la Técnica. Autores como Turkle (1997), Sartori (1998), o Bruckner(1996) han tratado de dispar modo estas relaciones entre hombre e instrumento, para exponer la personalidad e ideología del hombre de finales del s.XX y principios del s.XXI: bien para enfatizar lo positivo de las telecomunicaciones para la consolidación de un hombre internautico (Turkle), bien para exponer visiones pesimistas de un ser humano que huye de la Racionalidad y se refugia en el victimismo y la irresponsabilidad (Sartori, Brucker, etc...).
Así, la visión que ofrece Eduardo Punset del Futuro es perfectamente compatible con la que ofrece Francis Fukuyama: Un mundo profúndamente descentralizado e interconectado, tecnologizado, desideologizado... donde el Conocimiento (su búsqueda, acceso y utilización con fines hedonistas) será el valor referencial de todas las acciones humanas, ya sean individuales, ya sean colectivas. Una realidad que dará lugar incluso a un nuevo tipo de hombre, al que Fukuyama llamaría Post-Hombre.
 

CRITICAS A LAS UTOPIAS TECNOLÓGICAS

Para terminar, indiquemos a continuación algunas de las críticas que se podrían hacer a las Utopías Computacionales-Tecnológicas (aquellas en las que encuadraríamos tanto a Punset como a Fukuyama). Tres críticas serían -en nuestra opinión- las principales:

- HIPERTROFIA DEL ESTADO: Uno de los representantes de la Utopía Tecnológica, Masuda con su Computopía (Aubach, 1985), admite el riesgo de que su optimismo tecnológico se vea empañado por el riesgo de un Estado automatizado que provocaría una sociedad hipercontrolada. Las nuevas tecnologías permitirían a los poderes estatales un aumento y complejificación de su capacidad de control de la población, mediante formas de violencia escasamente perceptibles por los controlados. De este modo, la violencia (y falta de Libertad) seguiría existiendo, pero la conciencia sobre la misma sería baja por cuanto la expresión de la misma sería muy sofisticada: el sujeto se consideraría libre cuando en realidad para nada lo sería. El natural optimismo de Fukuayama y Punset pasa por encima de este espinoso problema (tan real ya en nuestro tiempo).

- NUEVA POLARIZACIÓN SOCIAL: Existe el peligro cierto de se produzca una bipolarización entre aquellos que pueden acceder a las Nuevas Tecnologías y aquellos marginados del uso y propiedad de las mismas: En 1980, Murray Laver alertaba del problema social que podría provocar la aparición de las Nuevas Tecnologías de la Información [NTI]; igualmente Schaff, en 1985, expresaba su temor de que en una Sociedad basada en la preeminencia del Conocimiento y la Información como factor diferenciador de los sujetos y grupos y conformador de su identidad, apareciese una nueva estratificación social basada en dos clases: los que tienen acceso a las NTI y los que no; aquellos que saben y los que no saben. Schaff alertaba también de las alianzas entre los detentadores de ese nuevo poder informacional (los poderes militares, económicos y políticos) para mantener el status-quo nacional e internacional.

- SOBRE-DOMESTICACIÓN DEL COMPORTAMIENTO INDIVIDUAL Y PERDIDA DE LA FUNCIÓN ÉTICA Y VALORATIVA: La conducta del sujeto socializado en sociedades hipertecnologízadas estaría sujeta a los roles, actitudes y valores esparcidos por los medios electrónicos y televisuales: Moya (cit. Aubach,1985,p.11) alerta sobre la invasión tecnoburocrática que los Mass-Media hacen de los espacios de decisión personal. A este paso, las Ciencias Sociales y la Ética tienen muchas posibilidades de perder su razón de ser: la Psicología tiene el riesgo de convertirse en una Sociología, y la Personalidad puede pasar de centrar su objetivo en lo individual a hacerlo en lo colectivo, volviendo a la vieja pretensión de LeBon y su Psicología de Masas ( o, lo que es peor, a una "fascistización" de lo psicológico, por cuanto se subordine completamente a lo grupal). Peor sería el caso de la Historia: si ya no puede servir como marco de comparación para el cambio de las condiciones de vida, porque hagamos lo que hagamos hemos llegado al final del camino, ¿cuál es la función de la Historia?, ¿reafirmar que desde que el Mundo es Mundo estaba predestinado a ser una Selva?. En cuanto a la Etica, perdido su origen fruto de la responsabilidad individual, iría camino de convertirse en un bien en venta, producto de unas "industrias éticas que van a proporcionar patrones de comportamiento que guiarán hasta la formación del carácter" (Aubach,1985,p.15). El único valor vigente estaría en aquello que puede producir resultados, consecuencias agradables de nuestros actos, con lo que el sujeto humano que de ello se derivaría sería uno muy parecido al "Homo Economicus" descrito por Ismael Quintanilla (1992).

Uno de los filmes de culto del intermezzo s.XX-s.XXI ("Matrix") exponía magistrálmente una Computopía hiperalienizadora de este tipo, incidiendo en sus aspectos más sordidos, negativos e inhumanos, fundamentalmente la hipertrofia estatal, la supuesta Libertad de los alienados, y la sobredomesticación individual. Una sociedad donde el único criterio que daba sentido a lo "real" era el Código Binario.

¿Se convertirá la Tecnología y las posibilidades que ésta ofrece en la Religión del Tercer Milenio?.



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